martes, 3 de julio de 2012

LAS CARRERAS DE MOTOR Y DE CARRO EN VÍAS PÚBLICAS, OTRA MUESTRA DE LA FALTA DE AUTORIDAD


LAS CARRERAS DE MOTOR Y DE CARRO EN VÍAS PÚBLICAS, OTRA MUESTRA DE LA FALTA DE AUTORIDAD
En la Lincoln, en la Jacobo Majluta, en la República de Colombia, en Los Próceres, en Moca y en Santiago y en muchísimos otros lugares, jovencitos desaprensivos, sintiéndose apoyados por sus padres, hijos de funcionarios o altos militares o empresarios, así como otros infelices, hijos de Machepa, se dan a la infeliz tarea de hacer carreras de velocidad exponiendo al peligro a ciudadanos inocentes.
Se matan, se traumatizan, dañan la propiedad pública y privada.
Incluso en la misma Autopista de Las Américas uno los encuentra. Y es algo público.
Usted ve en gentío de esa masa semianalfabeta excitada por la esperanza de que alguien se destroce y satisfacer las ansias de sangre y de tragedia, para tener algo con que animar sus vidas rastreras.
El semianalfabetismo nacional, una real plaga que nos consume, se une a la inconsciencia, la ineptitud para pensar y razonar, algo que nos caracteriza.
Así que nos lanzamos desenfrenados a emular películas como Rápidos y Furiosos, ignorando que el cine es ficción y la vida no tiene replay.
Ya existen casos de jovencitos clase media cuyas vidas fueron arrancadas por estos Vin Diesel redividos.
Y los daños a la propiedad pública y privada ¿quién los cubre?
Una verdadera ola de desenfreno que se expande y, frente a la inercia pública de las autoridades y frente a códigos inicuos y fomentadores del delito como el llamado "Código del Menor" (en que se protegen tajalanes) y el Código de Protección del Delincuente, coloca a los ciudadanos cumplidores de la ley en desventaja y en minoría.
Parece que esto se ha vuelto la ley de la selva.
Eso es lo que explica fenómenos en nada deseables de linchamientos y otras muestras de aplicar justicia por las propias manos.
Y si son los propios hijos de los funcionarios que no funcionan, los que andan en esas vagabunderías, contando conque sus papitos y mamitas los sacarán del lío, como aquel hijo de un empresario que se saltó un semáforo en rojo en Naco y mató a un joven, y su papaíto querido lo sacó del país y lo salvó de la cárcel, ¿qué ejemplo se le están dando a los demás?
Hace unos días, yendo en horas de la tarde por la Av. República de Colombia hacia la prolongación 27 de Febrero mi esposa y yo vimos una competencia entre un tanquero de combustible y un camión.
El conductor del tanquero maniobraba para impedirle al camión rebasarlo, hasta que el camión en un momento aceleró, el conductor del tanquero movió la cola y le cerró el paso, y el camión, para no chocarlo, se lanzó a la vía contraria y pudo haber provocado tremendo accidente.
Gracias a Dios, que no a esos dos patanes, no hubo desgracia alguna.
La ley, las normas y reglas, son los recursos que ha inventado el hombre para poder vivir en sociedad.
Si renunciamos a la ley y a los procedimientos de conciliación y litigio que la sociedad ha creado, sólo nos queda el acto de fuerza, la violencia, el abuso grosero y la ley del más fuerte.
A eso nos están conduciendo autoridades que no cumplen la tarea por las que reciben un salario, funcionarios más dedicados a robar y a chantajear y lucrarse, que a cumplir sus obligaciones, legisladores que en vez de representar a sus comunidades esquilman el tesoro público y lo sangran y una sociedad embrutecida que ignora las terribles consecuencias a las que se está exponiendo.
En esto, por casualidad, ¿se hará lo que nunca se ha hecho?

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