viernes, 30 de diciembre de 2011

EL PLAN CLINTON, BALAGUER, LA CRISIS ELECTORAL DEL 1994 Y EL LIBRO DEL EMBAJADOR GRAHAM


El Plan Clinton, Balaguer, la crisis electoral del 1994 y el libro del embajador Graham.

Por Aquiles Julián

“Los enemigos de la Patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas; destruir la nacionalidad aunque para ello sea preciso aniquilar a la Nación entera.”

Juan Pablo Duarte

Cuando uno lee algo tiene que evaluar, siempre, con qué propósito se escribió. En qué contexto se nos da a saber. Quién lo escribió y cosas por el estilo.

Nunca hay comunicación inocente, inocua, ni sin objetivos. Toda comunicación busca influir en nuestra percepción, construir en nosotros (que puede ser generar, reforzar o modificar) una idea sobre algo. Es un artilugio suasorio.

Lo que escribo también. Y lo que escriben otros. Tiene beneficiarios y también públicos definidos. Uno puede garabatear aquí algo que no se escribe para consumo local, sino para audiencias bien específicas de otros países. Todo tiene un propósito. Toda comunicación tiene un valor estratégico.

Si uno lee algo, lo lee dentro de un contexto, y el emisor tiene un objetivo con su escrito. Quiere que pensemos algo, inclinarnos hacia algo, convencernos de algo. Y que actuemos en consecuencia.

Empecemos por la credibilidad de la fuente. Por ejemplo, acabo de leer “La Crisis del 1994” del diplomático canadiense John Graham, editado por Bernardo Vega y su “Fundación Cultural Dominicana”.

Es, en mi opinión, un intento más que avieso de desinformarnos sobre nuestra historia, un espléndido ejemplo del estilo de proceder de lo que Orwell tildó de Ministerio de la Verdad en su alegoría política “1984”. Un esfuerzo por encubrir las cosas, basado en medias verdades y en mala fe disfrazada de “amor por esta tierra”.

EVALUEMOS LA CREDIBILIDAD DE LA FUENTE

John Graham es diplomático, es decir, empleado del gobierno de Canadá. Su función es defender y promover los intereses de Canadá. No los intereses dominicanos ni de ningún otro país. Es un soldado canadiense, en la medida en que aceptemos, como diría Zhou Enlai, el taimado canciller de Mao Zedong, que “La diplomacia es una guerra continua por otros medios”.

Su papel no es ser justo. Ni juez. Ni cuidarnos. Ni proteger nuestros intereses. Él es un asalariado del gobierno canadiense y es un celoso guardián de esos intereses. Si no, su carrera diplomática hubiese finiquitado hace muchos años.

Y resulta que su país, el que representa, al que defiende y por el cual miente (recordemos que, como decía Richard Nixon, la “mentira forma parte del arte de la diplomacia”, y él es diplomático; por ende, en opinión de Nixon, ex-presidente norteamericano, mentiroso profesional), es uno de los acusados de querer fusionarnos con Haití. Napoleón expresó: “La diplomacia es la policía en traje de etiqueta”. O sea, el señor Graham, bajo su traje de etiqueta es un policía de los intereses de Canadá. Y Canadá, repito, es, junto a Francia y los Estados Unidos, uno de los tres países que son acusados de querer fusionar los estados haitiano y dominicano en una sola nación. Destruir Haití y destruir República Dominicana. ¿Y por qué? Ah, porque los haitianos se han convertido para Canadá, Francia y Estados Unidos en un problema, y prefieren que vengan para acá a que cojan para allá. Y quieren darles derechos políticos para que no se sientan extranjeros acá.

Podemos leer al señor Graham y prestarle la atención debida, siempre que no olvidemos quién es, a quién sirve y defiende y con qué intereses se identifica. Olvidarlo sería no ingenuo, sino estúpido.

LA HISTORIA CÓMO QUIEREN QUE LA CREYAMOS.

El señor Graham realiza un prodigio de oblicuidad, para dejar aquí y allá sus activadores narrativos, de forma que, sin que él lo exprese de manera explícita, nosotros entendamos cómo él, y los Estados Unidos, y Clinton, y la OEA nos salvaron a nosotros del último fraude que el entonces presidente Balaguer había cometido.

Suerte que tuvimos los dominicanos.

Claro, él lanza un dardo por acá, se escurre por allá, y dice y luego se desdice, buen diplomático. Intentaré estructurar su relato de forma menos enrevesada… y diplomática. Esto es lo que Graham nos informa:

El presidente Balaguer aprobó el montaje de un fraude (Pág. 49), para lo cual contó con la colaboración del vicepresidente Peynado, pues de una computadora de su compañía, Delta Comercial, fue que se hackeó el sistema de la Junta Central Electoral de la época (Pág. 38).

El fraude consistió en el dislocamiento adrede de unos 45,000 votantes. Parece ser que los autores del fraude sabían 100% que estos eran votantes perredeístas (¿cómo sabían que votarían por el PRD? ¡Ah, eso él no lo explica! Magia negra, supongo), aunque todos los perredeístas reconocidos votaron sin mayor dificultad. ¿No era más fácil dislocarles los votos a los dirigentes medios o altos, todos conocidos, que inventar con personas desconocidas? Pero estos son de los misterios abstrusos de la alquimia del fraude.

El doctor Balaguer, al tiempo que organizó su fraude, también invitó, cínico redomado, a los técnicos y observadores de organizaciones internacionales, para reírseles en la cara. Serían impotentes testigos del dolo que él montaba y no estarían en capacidad de impedírselo (Pág. 50).

El fraude “colosal”, cuyo olor “estaba en el aire” (Pág. 28), impidió a unos 45,000 votantes ejercer su derecho. Bueno, el número no es tan grande. Graham, no obstante, lo califica, Pág. 49, de “un fraude mayúsculo”. Aunque, admitamos que, si el candidato que se proclamó ganador, Balaguer, lo hizo por una ventaja de 22,000 votos, esos 45,000 votos no son nada despreciables. Suponiendo que todos fueran votos para el candidato del PRD, uno de varios que contendieron.

Pero hay algo que Graham no nos cuenta; el contexto y los antecedentes de esas elecciones. Y no lo cuenta porque provocaría otra lectura distinta de dicho evento.

¿EN QUÉ CONTEXTO SE CELEBRARON DICHAS ELECCIONES?

En medio de una crisis provocada por la decisión del gobierno de Bill Clinton de reponer mediante la fuerza todopoderosa de su país, la primera potencia mundial, en la presidencia al depuesto Jean Bertrand Aristide, exiliado para esa época en Washington.

Aristide, el primer presidente elegido por los haitianos tras la deposición de la dictadura de Jean Claude Duvalier, fue destronado por un golpe de Estado encabezado por su Secretario de las Fuerzas Armadas, general Raoul Cedrás.

La acción de Cedrás reeditaba la vieja solución militar, común en América Latina, a un gobierno errático que estimulaba los linchamientos con “el collar”: colocarles a los enemigos políticos una goma de vehículo en el cuerpo que los inmovilizara e incendiarla. Pero esta vez los militares haitianos se lanzaron a una aventura que destruyó su institución, las fuerzas armadas haitianas, y prácticamente ha desmantelado al país.

La presión internacional para que Cedrás y los militares echaran atrás su decisión y repusieran a Aristide en el poder, y la renuencia de estos, condujo a un embargo comercial y de combustibles de parte de Estados Unidos respaldado por la Organización de Estados Americanos, OEA, y por la ONU.

Y como consecuencia natural, el embargo comercial y de combustibles contra Haití provocó un lucrativo contrabando de bienes y combustibles desde República Dominicana a Haití por nuestra porosa e incontrolable frontera.

Los Estados Unidos presionaron al gobierno dominicano, encabezado entonces por el Dr. Joaquín Balaguer para que “sellara” la frontera y, además, para que aceptará abrir “campos de refugiados haitianos” en territorio dominicano.

Ese plan, el llamado “Plan Éxodo”, filtrado por el entonces mayor de la PN Nelson Didiez Nadal, encargado del escritorio de Haití en la Dirección Nacional de Investigaciones, DNI (el viejo SIM trujillista al que le cambiaron el nombre), tenía más de 15 ubicaciones de “campos de refugiados” que debía abrir la República Dominicana para acoger a haitianos desafectos que cruzaran la frontera.

El documento oficial filtrado por Didiez pertenecía a la Secretaría de Estado de las Fuerzas Armadas, estaba catalogado de “Secreto”, y firmado nada menos que por el entonces Ministro de las Fuerzas Armadas, general Constantino Matos Villanueva y los oficiales J2 y J3 de esa Secretaría. Se nos había forzado a aceptar ese desatino. (http://www.ahora.com.do/Edicion1222/SECCIONES/politica2.html)

Ahora bien, pregúntese usted: ¿tenía la República Dominicana manera alguna de impedir el trasiego de bienes y combustibles a Haití? ¡Imposible! ¿Han podido los Estados Unidos, un país súper poderoso, lleno de recursos y personas y medios, impedir el arribo de inmigrantes indocumentados o de drogas a su territorio? En forma alguna. Nuestro país carecía y carece de medios que “sellen” la frontera. Eso no es posible.

Lo segundo, el Plan Clinton, era más catastrófico.

¿QUÉ SIGNIFICABA PARA EL PAÍS ABRIR “CAMPOS DE REFUGIADOS”?

Es importante, primero que todo, entender qué significa un “campo de refugiados” para que entendamos la malignidad oculta tras la petición.

Un campo de refugiados es un asentamiento para recibir personas, en dónde se les asegura un techo, servicios sanitarios y médicos, servicios de higiene y limpieza, alimentación y protección, normalmente bajo el amparo de las Naciones Unidas y la Cruz Roja.

Normalmente surgen para proteger a la población civil en conflictos armados.

Imagínense que se difunda en Haití entre su población lastrada de miseria que cruzando el río Masacre les espera un techo, servicios sanitarios y médicos, comida y protección gratuitas, proporcionados por la ONU, la Cruz Roja y los gobiernos norteamericano y dominicano ¿quién controlaría la estampida?

Más aún, ¿quién podría hacer retornar a sus conucos abandonados, a sus viviendas desvencijadas, a sus vidas de hambre y carencias a aquella muchedumbre que ya se habituó a que les dieran y les resolvieran todo de gratis?

Cuando se les niegue la vivienda o la alimentación gratuitas ¿quién contendrá su ira? ¿Quién amainará su cólera? ¿Quién impedirá que se subleven?

Óigame, a quien le ofrezcan vivienda, comida y servicios gratuitos los coge. Es más, serían muchos dominicanos los primeros que querrían ser refugiados en esos campos de refugiados. El problema social que se quería provocar era de proporciones catastróficas.

Los “campos de refugiados”, que llegaron a estar oficialmente aprobados, no menos de 15 según la información que cito, “comenzaban en San José de las Matas, en plena sierra dominicana”.

Sólo la prudencia y el nacionalismo del entonces presidente Balaguer, unidas a su proverbial terquedad, y la acción oportuna de ciudadanos independientes que se agruparon en la Unión Nacionalista pudieron salvarnos de tal pesadilla.

En Haití no había una guerra civil. Era un gobierno con un hombre fuerte, Cedrás, es verdad, pero ¿no toleraron durante décadas los norteamericanos a Duvalier y al hijo? Es más, ¿no aceptaron ahora que el hijo volviera a Haití y allí lo protegen de la justicia haitiana? Dejémonos de hipocresías, ombe.

El Plan Clinton de llenar a República Dominicana de “campos de refugiados” fue resistido por Balaguer. Y eso determinó, no otra cosa, que el gobierno norteamericano decidiera salir de su viejo colaborador. Y lo echaron a patadas. Esa, y no otra, es la verdadera historia que ahora nos quiere contar, excluyendo el contexto y los antecedentes de manera maliciosa, el embajador Graham.

LA OPCIÓN PEÑA GÓMEZ PARA DESPLAZAR A BALAGUER

La presión del Caucus Negro, los legisladores negros del Congreso Norteamericano, para que Clinton actuara y repusiera a Aristide, era enorme. Tenían incluso intereses financieros en ello, pues Aristide hizo acuerdos que beneficiaban a oficinas y lobistas de ese grupo de presión.

Clinton barajaba invadir Haití. Cedrás, que había firmado en 1993 un acuerdo para permitir el regreso de Aristide, lo posponía por un motivo u otro.

Balaguer, en República Dominicana, se negó a colaborar y dejarse imponer los “campos de refugiados”. Y entonces surgió para los norteamericanos otra opción: apoyar la candidatura del Dr. Peña Gómez y el PRD a la presidencia en las elecciones del 1994.

Un dirigente reformista, el Dr. Fernando Álvarez Bogaert, cogió la seña, se fue del Reformismo y pactó con Peña Gómez y el PRD. De inmediato, su grupo fue rebautizado como “el reformismo de la luz”. Y eso a Balaguer en especial parece que lo irritó particularmente. Cuando Alvarez Bogaert quiso presumir de sus conocimientos de los entretelones del Poder, bastó con que Balaguer le advirtiera: “No toques esa tecla porque si la tocas te hundes” para que enmudeciera. Enmudeció tanto, que Balaguer murió hace diez años y él todavía permanece con sus labios sellados.

Nada de eso, claro, lo toca el embajador canadiense autor del relato. No conviene a sus fines.

Hay otra cosa que conviene que aclaremos: lo atinente al “colchón de votos” que fue otro factor que disparó la crisis.

EL “COLCHÓN DE VOTOS” Y LA CRISIS DEL 1994

¿Hubo o no fraude en las elecciones del 1994? ¡Claro que lo hubo! Todas nuestras elecciones, no sólo nacionales, sino las internas de los partidos, las de asociaciones e instituciones, todas sin excepción, ¡hasta las de las iglesias!, están marcadas por trampas, truchimanerías, búsqueda de ventajas ilegales, compra de votos y trasiego de gentes y demás vagabunderías.

Esa es una realidad de nuestra cultura. Nos negamos a jugar decentemente, con limpieza. Y no nos gusta perder.

Para no mencionar al Partido Reformista, ducho en todos los tiguerajes posibles, recordemos que el PRD fue el partido de la fiesta a rabazos limpios de la Convención del Dominican Concorde, de los dos bufetes del Senado cuando Jorge Blanco, de la elección a tiros en la Cámara de Diputados, cuando Hipólito Mejía y de los asesores en fraude enviados desde Venezuela por Carlos Andrés Pérez.

Es historia patria que reformistas y perredeístas cedulaban ilegalmente a haitianos para construir mayorías ficticias. Ahora, fíjense, escribí reformistas y perredeístas, ambos. No uno de ellos, los dos.

Y cada uno acusaba al otro de lo mismo que practicaba.

El asunto es que muchos de esos inmigrantes haitianos ilegalmente cedulados fueron captados por el PRD y su candidato. Peña Gómez, un hombre cándido y de escasa astucia, al que le gustaba presumir, llegó al extremo de alardear de que contaba con “un colchón de votos” de más de 200,000 votantes, lo cual, según él, iba a impedir cualquier fraude cometido por los reformistas para permanecer en el poder. ¿Aparece ese dato en el “cuento” de señor Graham? ¡Oh, no! ¿Y por qué no?

Los dirigentes reformistas, que estaban en el poder, y que sabían abultar votos, comprar gente, trasegar y distorsionar (es famoso que las listas de candidatos que se acordaban en la casa de Balaguer eran cambiadas de camino a ser registradas en la Junta Central Electoral. Más de uno se encontró con la sorpresa de ser sustituido de esa manera. Ni el dedo de Balaguer era infalible, por lo visto), fueron inquietados ¿por quién? Pues por el propio Peña Gómez que padecía de una intemperancia que le hacía hablar de más y poner en alerta a sus adversarios.

Y organizaron el dislocamiento de votantes.

Ahora, el PRD contaba con un fraude montado de 200,000 votos en su “colchón electoral” y el reformismo dislocó unas 45,000 personas a las que se les impidió votar por no aparecer en las listas de las mesas.

¿Quién de los dos hizo trampas? ¡Ambos! No sólo una de las partes, las dos.

¿Por qué el embajador Graham no dice eso? ¿Por qué insiste en querer presentar sólo a una de ellas como la mañosa? Porque una era la que tenía que ser echada del poder y la otra era la que se quería en el poder. Y el embajador Graham trabajaba para propiciar ese cambio. Porque era el cambio que Canadá, Estados Unidos y Francia querían para el país.

Y recordemos, él defendía los intereses de Canadá, no el de los dominicanos.

EL FRAUDE MÁS EXTRAÑO DEL MUNDO

Parece ser que Leonardo Matos Berrido, hombre del poder si lo hay desde sus tiempos de la Guardia Universitaria, Jacinto Peynado, líder del senado y candidato vicepresidencial y otros montaron el fraude. E incluso, por un comentario que me hizo alguien muy enterado, que contaron con la complicidad de uno de los técnicos extranjeros que operaban en la Junta: “Poderoso caballero es don Dinero”.

La presión internacional, encabezada por el gobierno norteamericano y su presidente Bill Clinton cayó sobre el país.

Peña Gómez, envalentonado por los guiños que recibía de los “observadores” internacionales y los poderes que representaban, se plantó en veinte. Y a Balaguer le quedó claro que sus días de mando llegaban a su fin.

Con todo, maniobró de forma experta.

Uno de los procónsules del imperio, que no vaciló en admitir en el propio libro de Graham que “nuestras tácticas tal vez puedan lucir fuertes, hasta imperiales” (Pág. 39), el embajador Michael F. Skol, llegó al extremo de advertir al entonces presidente Balaguer, con el mayor de los desparpajos que, “si no había una decisión, el 16 de agosto se instalaría un gobierno provisional”, lo que llevó a Balaguer a ripostar que “se quedaría en la presidencia el que estaba, y que le informara al presidente Clinton que él era tan presidente como él”.

Pero el viejo caudillo tenía la guerra perdida.

¿Por qué el fraude fue el más extraño del mundo? Porque senadores, diputados, síndicos y regidores de ambos partidos validaron las elecciones para ellos, aunque los del PRD la cuestionaron sólo para la presidencia y la vicepresidencia.

Si eran corruptas, si fueron manipuladas, si eran fraudulentas ¿no lo eran para todas las posiciones electas? No, los diputados, senadores, síndicos y regidores electos del PRD reclamaron la limpieza de su triunfo. Sólo el presidente y el vicepresidente fueron ilegítimos.

Total, que la presión bestial de Clinton y sus aliados obligó al viejo presidente, ciego y enfermo, a pactar.

Le ofreció a Peña Gómez la oportunidad de gobernar.

Cuando Peña Gómez le dijo a Balaguer, en un encuentro concertado por los “observadores” y la PUCAMAIMA, al que los consejeros del Dr. Peña Gómez estaban renuentes a que asistiera: “Doctor. Fue un empate. Ambos ganamos” Balaguer le planteó: “Pues dividámonos el pastel. Yo gobierno dos años y usted dos años”. Peña Gómez, asesorado por sus siempre desatinados consejeros, ex –izquierdistas que lo veían como su catapulta al poder, rechazó la única oportunidad que tuvo de gobernar. Cuatro años después moriría.

¿Por qué Peña le dijo a Balaguer que las elecciones habían concluido en un empate? Porque ambos sabían que recurrieron a malas artes para ganar. No sólo uno de los dos: ambos.

Ah, pero los asesores de Peña Gómez, infatuados por el apoyo explícito de Bill Clinton y el poderío norteamericano, la OEA y los mil y un organismos que controlaban los norteamericanos, se sintieron seguros de que la suerte les sonreía.

Acordaron recortarle a Balaguer dos años, pero lo aceptaron como presidente electo. Al igual que aceptaron como legítimos a los senadores, diputados, síndicos y regidores.

E hicieron una Constitución a su antojo: separaron las elecciones. Prohibieron la reelección de un presidente en ejercicio (¿Y por qué? Porque sabían que si Balaguer concurría de nuevo a unos comicios, volvía y les ganaba. O por lo menos creían eso a pie juntillas. Por eso no lucharon porque se hicieran nuevos comicios bajo supervisión internacional, sino simplemente para sacar del poder a Balaguer y prohibirle presentarse como candidato).

Y establecieron la segunda vuelta y el 50 más uno. Balaguer había propuesto un 40% para evitar la segunda vuelta. El PRD, seguro de que no había manera de perder, aceptó la segunda vuelta y el 50%. Tan confiado se sentía.

Esa fue su perdición.

EL PLAN CLINTON Y LA INTENCIÓN DE FUSIONARNOS CON HAITÍ.

¿Existe un plan de Bill Clinton, los Kennedy, Francia, Canadá y Estados Unidos para propiciar una fusión entre los estados haitiano y dominicano? No puedo asegurarlo, aunque tengo indicios que me mueven a pensar que sí.

Para el embajador Graham, empleado del gobierno canadiense, uno de los países acusados (y por tanto abogado defensor de su propia causa), esto es poco menos que un delirio.

Así, en la Pág. 24 escribe: “Uno de los más extraños alegatos planteados era que algunos gobiernos extranjeros, supuestamente Estados Unidos y Canadá, estaban conspirando para forzar la unificación de Haití y la República Dominicana como una forma de resolver el endémico y caótico problema haitiano”.

Pero recordemos quién escribe. A quién sirve. Y que su papel es mentir, según Nixon.

Y más adelante, en la Pág. 25 indica que: “Balaguer en un discurso en Santiago pronunciado el 7 de mayo (de 1994, AJ), dijo que “si las presiones internacionales… para unificar los dos países… eran o no exitosas, dependería del ganador de las elecciones”.

Ahora bien, las presiones que recibía el entonces presidente Balaguer de Clinton eran poco menos que apabullantes. El mismo Graham tuvo que admitir en su libro, Pág. 36, que “La parte oriental (quiso decir occidental, AJ., es decir Haití) de la isla resultaba ser un dolor de cabeza mayúsculo y más público para la administración Clinton. Washington, también la OEA y Naciones Unidas, intentaban aislar y hacer desaparecer al régimen golpista del general Cedrás.”

El mismo Graham admite, a seguido, que Clinton veía a Balaguer como un obstáculo a sus planes de quitarse de encima ese, según Graham, “dolor de cabeza mayúsculo”, pues nos informa que “Un componente clave era sellar la frontera domínico/haitiana, tema sobre el cual el gobierno de Balaguer no sentía ningún entusiasmo”.

Todavía Haití sigue siendo para los norteamericanos “un dolor de cabeza mayúsculo”. Lo tienen invadido desde el 2004. ¿Y adivinen quien es el procónsul imperial que determina lo que se hace en Haití? ¿Adivinaron? ¡Bill Clinton, el Comisionado del gobierno norteamericano para Haití! Parece que nuestros vecinos, y también nosotros, no podemos salvarnos de él y sus trapacerías.

CÓMO CONSTRUYO MI PERCEPCIÓN DE LA REALIDAD

Conviene ahora esclarecer lo siguiente. Es casi imposible decir que se tienen pruebas de que Bill Clinton, los Kennedy, Obama, Francia, Canadá o cualquier persona están interesados en que se produzca una fusión y desaparezcan nuestras naciones.

Nadie es tan bobo como para declarar tal despropósito, salvo el profesor haitiano y asesor del actual presidente Martelly, (que venía de Canadá, por cierto) Reinseinthe Paúl Joseph, a quien se le chispoteó el asunto.

He vivido toma mi vida manipulado por mentiras, media verdades o abiertas mentiras.

Y lo que hago es construir mis hipótesis provisionales, explicaciones plausibles de algo, en función de los datos que reúno y de cómo los entiendo. Hilvano datos para construirme una comprensión que funciona como teoría transitoria, hasta que nuevos datos o un nuevo punto de vista me permite una idea que considero mejor.

Así procedo.

Hay algunos aspectos que llaman mi atención.

La bestial presión sobre nuestra endeble y frágil república por parte del todopoderoso gobierno norteamericano llevó a algunos buenos dominicanos a reaccionar para defender nuestro territorio. Eso condujo a que emergiera la Unión Nacionalista.

Personalidades como Luis Julián Pérez, mi tío paterno, o como alguien proveniente del PRD, el Arq. Leopoldo Espaillat Nanita, el periodista Miguel Ángel Velásquez Maynardi, el sociólogo Giuseppe Rímoli Martínez, M. Armando Armenteros, Pedro Manuel Casals Victoria, el escritor Manuel Núñez y otros se unieron para reclamar respeto por la soberanía nacional, rechazar la presión norteamericana para los campos de refugiados y actuar en defensa del interés nacional.

¿Cómo reacciona Graham ante esta institución patriótica, que refrescaba la Unión Nacional Dominicana surgida en 1920 con fines parecidos? Graham la lapida. Veamos: “La absurda mentira de que la OEA era una herramienta de Washington para promover la fusión de Haití y la República Dominicana era un tema común de la Unión Nacionalista, un grupo conservador que se auto-describía como “patriótico y apolítico”. Para ellos, éramos unos “intervencionistas” que trabajábamos para avanzar las ambiciones de Peña Gómez. La Unión Nacionalista y otros grupos similares intentaron provocar un frenesí patriótico. No era prudente manejar a través de, o alrededor de, una de sus manifestaciones sin enarbolar la bandera nacional”.

Si él no era un “intervencionista” ¿qué era?

Y que me excuse, pero si algo él demuestra con creces en el malhadado folleto que escribió sobre la Crisis del 1994 es que no andaban descaminados los miembros de la Unión Nacionalista cuando lo acusaron de trabajar “para avanzar las ambiciones de Peña Gómez”. Su libro es más que expresivo en esto. Y de hecho, termina admitiéndolo expresamente, como veremos.

¿INVERVENCIÓN EXTRANJERA? SÍ, MISTER GRAHAM.

En la Pág. 33, el señor Graham se queja del rechazo de una parte de la población a su intromisión abusiva. Denuncia a Cuchito Álvarez, el autor de “Coctelera” y director del matutino Hoy, que escribió, como cita Graham, que “las personas bajo el ´comando grahamiano´de la OEA están más interesadas en el proceso haitiano que en el dominicano”. A Cuchito se le reputaba de bien informado y con excelente olfato periodístico. ¿Qué sabría?

Su escrito, el del señor Graham, es un indisimulado ejercicio del poder imperial sobre una nación débil e incapaz de hacer respetar sus fueros.

¿Podríamos, los dominicanos, ir a Estados Unidos a hacer revisar las fraudulentas elecciones del 2000 en que se impuso con malas artes George W. Bush, según muestra el cineasta Michael Moore?

De hecho, ese gusto por el intervencionismo extranjero lo retrata Graham cuando explica en su Pág. 35 que el Dr. Peña Gómez quería “que el presidente Clinton telefoneara personalmente a Balaguer para aplicar presión”, petición que le hizo a Graham, según el diplomático. El imperialismo sólo es malo cuando me perjudica.

Indica también que Balaguer “parece que también se molestó por una advertencia hecha esa mañana durante un desayuno para empresarios, auspiciado por la embajadora Donna Hrinak, quien le dijo al grupo que el país podría pagar un precio muy alto si el gobierno trataba de disfrazar las irregularidades”.

Y veamos lo que señala en la Pág. 39: “El 13 de julio, en otra reunión del Subcomité del Congreso sobre Asuntos Hemisféricos, la embajadora Babbitt planteó la posibilidad de que la OEA impusiese sanciones” a República Dominicana. Así estaban las cosas para Balaguer. No lo querían. Tenía que irse. No era un asunto de votos, era un asunto de que su permanencia no era del interés norteamericano. Punto.

Y al final de su escrito Graham tiene que admitir lo obvio. En la Pág. 49, en su Epílogo, escribe: “Desde una estricta perspectiva soberana, tanto el IFES, como el NDI y la OEA estuvieron involucrados en una forma de interferencia en los asuntos dominicanos”. A confesión de parte…

DE CÓMO BALAGUER SE LE RIÓ A CLINTON EN SU CARA

Joaquín Balaguer es un personaje lleno de claroscuros. Hay mucho de reprobable, reprochable e indebido en su vida. Y también otras conductas elogiables.

Se inició, siendo un mozalbete, como orador improvisado denunciando a los interventores norteamericanos durante la primera ocupación del país por tropas del USMC.

Luego, como tantos, tras canonjías y sinecuras, se prestó a servir a los intereses de Rafael L. Trujillo. Y vivió y viajó bastante como servidor del tirano.

Tengo mis razones para creer que fue parte del plan para salir de aquel delincuente, como otros de los que sirvieron al tirano y luego conspiraron y terminaron por ajusticiarlo, hartos de sus desplantes, abusos y crímenes, cuando fueron salpicados, como la familia De la Maza por el aparato criminal al que ellos mismos servían.

Fue el responsable mayor, jugándose la vida en más de una ocasión, de la destrullijización.

Graham lo acusa de haber aprobado “el fraude por adelantado”, Pág. 49. No explica, sin embargo, el encono que tomó al Lic. Jacinto Peynado cuando, desconociendo el acuerdo hecho de celebrar elecciones a los 18 meses, impuso desde el Congreso seis meses más de gobierno y extendió el período a dos años.

El mismo Graham dice que tras su acción, “Peynado fue castigado y en lo adelante, su agencia automotriz empezó a decaer” (Pág. 43).

Terminó, como sabemos, por venderla. Y el Dr. Balaguer llevó su molestia con su vicepresidente al grado de que no fue a votar por el candidato de su partido en la primera vuelta electoral de las elecciones del 1996.

Graham, en el colmo de su “antibalaguerismo”, habla de la “crueldad” de Balaguer (Pág. 50), aunque, para compensar, tilda de Peña Gómez de “defectuoso” (Pág. 50). Llamar cruel a Balaguer, artífice de la seducción si hubo alguno, es poco menos que calumnioso. No lo fue. Aunque sí es cierto que permitió y aprobó abusos de poder de sus colaboradores. También hay que aceptar que estos eran víctimas del terrorismo bueno, el terror rojo de las izquierdas: bombas, asesinatos, atentados, secuestros, guerrillas, atracos, etc.

Cuando parecía que todo estaba ya amarrado y que el próximo presidente de la República lo sería el Dr. Peña Gómez, persona a la que juzgo personalmente de bienintencionada, decente, dominicano como el que más, interesada en mejorar las condiciones de vida de los dominicanos y en realizar un gobierno por y para la gente, el Dr. Balaguer sacó un As debajo de su manga. El viejo prestidigitador político, ciego, enfermo, echado a patadas por Clinton y las organizaciones internacionales bajo su control, desconcertó al fatuo presidente norteamericano.

Apoyo incondicionalmente al Dr. Leonel Fernández, candidato del PLD, por el que previamente había mostrado la suficiente simpatía como para que una gran masa de reformistas y simpatizantes balagueristas hicieran causa común con aquel y mandaran al candidato del PRSC, Lic. Jacinto Peynado, a una tercera posición.

Y en un acto de masas celebrado en el Centro Olímpico, arrostró a Bill Clinton su venganza. Conocedor de que la dolencia terminal del Dr. Peña Gómez le impedía presentarse de nuevo a unas elecciones (murió dos años después) y de que Bill Clinton no podría reelegirse de nuevo, el anciano presidente se irguió y lanzó un críptico mensaje: “El camino malo (la fusión con Haití, AJ) está cerrado, cerrado definitivamente a la maldad y la demagogia y abierto, abierto de par en par al patriotismo dominicano”.

Fue su desquite. Se lo voceó al prepotente césar que disponía, desde Washington, quién gobernaba en este paisito.

De ahí que ese apoyo incondicional se llamara Frente Patriótico Nacional. Balaguer sabía qué se proponía. A quién le hablaba. De qué hablaba. Y por qué lo hacía.

Aquí pocos o ninguno se ocupó de entenderlo.

HAY AMORES QUE MATAN

El libro de Graham, además de capcioso, también está incompleto.

Leí que Julio Brea Franco, Director de Elecciones en ese torneo y a quien Graham ensucia y limpia a voluntad, escribió tres artículos sobre ese proceso y, además, hubo una entrevista con la abogada y escritora Carmen Imbert Brugal, todos publicados en el periódico Hoy. Ninguno de esos documentos constan en el anexo de declaraciones y recortes de periódicos adjuntos. ¿No valía la pena conocer otra versión de los hechos, menos comprometida con los intereses foráneos?

Una declaración que aparece reproducida, de la Conferencia del Episcopado, para la época, firmada por el Cardenal y los obispos de la Iglesia Católica, señala taxativamente “No podemos, sin embargo, aceptar que Poderes o instituciones extranjeras interfieran en nuestros asuntos internos. Tan soberanas son las naciones grandes como las pequeñas”. (Pág. 53) ¿Qué sabrían nuestros obispos para hablar así?

El libro de Graham elude mostrarnos el contexto y los antecedentes de la crisis. Y además, les carga las tintas al entonces presidente Balaguer y a sus partidarios, ignorando el famoso “colchón de votos” y otras inconductas del PRD.

Y busca hacernos olvidar los planes que el gobierno norteamericano se proponía imponernos contra nuestros intereses y que fueron valientemente resistidos por el Dr. Balaguer.

En la Pág. 18, Graham escribe: “Varias veces durante nuestras conversaciones (con Balaguer, AJ), yo le diría: “Presidente, tengo mucho cariño por su país”. La expresión era diplomática y él siempre respondía con su suave voz: “Muchas gracias, señor Embajador”.

Ya me imagino a aquel viejo cortesano, astuto y de mente más que lúcida, brillante, sotorriéndose de aquel borrachín que era el embajador Graham.

Sabía quién era. A qué intereses respondía. Lo que encubría aquella “expresión diplomática”.

No le creía en nada.

Ni yo tampoco.

sábado, 24 de diciembre de 2011

EL CAMINO MALO Y EL PLAN CLINTON


El camino malo y el Plan Clinton

En el 1996 Balaguer creyó que “el camino malo”, la fusión con Haití que Clinton, Francia y Canadá propiciaban, estaba cerrado.

Clinton presionaba para imponerle al país al PRD y al Dr. Peña Gómez (a quien considero, por cierto, un gran dominicano).

Su objetivo era propiciar un acuerdo que asimilara ambas repúblicas en una sola (el de Clinton), y creía que él podía manipular al Dr. Peña Gómez, ya que Balaguer se le paró en dos patas, cuando quiso obligarnos a establecer campamentos de refugiados.

Balaguer, astuto, apoyó al Dr. Leonel Fernández y al PLD, para desbaratarle a Clinton su plan. Sabía, Balaguer, que el Dr. Peña Gómez moriría en poco tiempo por su cáncer terminal. Y que Clinton no se podía reelegir más.

Pero no contó con Hillary Clinton. Hoy el Plan lo han refrescado y ahí andan los Clinton y los Kennedy de nuevo reabriendo el camino malo con el concurso de malos dominicanos.

Aquiles Julián

Este discurso no tiene desperdicio. Desde el comienzo Balaguer declara que el motivo de la alianza es el patriotismo: seguir siendo dominicanos en tierra dominicana. Fue, para el viejo cortesano, un desfogue: le enrostraba a Clinton que no iba a lograr su propósito de imponerle al país la candidatura de Peña Gómez, para luego presionar al Dr. Peña Gómez para que propiciara una fusión con Haití.

Aquiles Julián

Yo estoy convencido de que el Dr. Peña Gómez no se iba a prestar a esa traición. Creo que fue un gran dominicano y amaba a esta tierra. Pienso que Clinton hizo con Peña Gómez cálculos errados. Pero Balaguer creo que pensó que si con él hicieron lo que hicieron, acorralarlo para destituirlo y sacarlo del poder, a Peña, que era más vulnerable, le harían peor. Y en cierto sentido el Dr. Balaguer libró al Dr. Peña Gómez de padecer las tremendas presiones a las que Clinton le iba a someter si no facilitaba el plan siniestro contra nuestra nacionalidad e independencia.

Jose Ramirez

ERES INDOLENTE HERMANO,POBRE NEGRITOS PARECE QUE USTED NO PROFESA LA FED CRISTIANA,ELLOS SON NUESTROS HERMANOS,BAMOS AYUDARLO CON FED Y AMOR AL PROGIMO.

Denny Sangiovanni

Eso es un cuento de camino. Balaguer como buen remanente de la era Trujillista y antihaitiana al igual que el Peledeista historiador siempre tienen el cuento ese. La Sra. Clinton hace rato que ha dicho publicamente que lo unico que desea es volver para su casa. Ese espiritu antihaitiano que nos han enseñado desde pequeño es algo miuy siniestro. Se nota hasta en el editorialista del Nacional. Clinton nunca ha propuesto una union o fusion de paises, de ningunos. Siempre ha estado ahi, incluso no se han enterado de los tantos viajes que ha dado en la actualidad en ayudas a ese pais. Y si hay que fundirlos que?. De cualquier forma creo que va a pasar en el futuro de forma natural. Esos dos pueblos no van a crecer hacia el mar. Vete a la frontera para que veas como se mezclan. Parate en la Mella o la Duarte y veras que ese color negrito que ves viene de esa mezcla. Todos somos hijos de Dios. Todos somos hermanos pobladores de la Tierra. Abajo las fronteras.

Denny Sangiovanni

Y el asunto con Peña Gomez fue las relaciones internacionales que creó. Le demostró al sistema Norteaméricano que la gente de la Revolución de Abril eran potables, que no eran comunistas como Balaguer muy sabiamente hacia creer para mantenerse en el poder y Juan Bosh erroneamente creia que no era posible a traves de elecciones arrancarle ese poder. El morenito lo hizo a punta de relaciones. El apoyo al PRD fue una alianza natural entre los liberales de todo el mundo, y Clinton es parte del sector que controla politicamente el partido liberal mas grande del mundo. Eso es todo.

Milton Carmelo Montero Sánchez

Sr. Denny, afine ese cuento porque ni a "cuentico de camino" llega, más bien parece una historia de hadas.

Aquiles Julián

Bueno, Denny, es fácil viviendo en Miami y sin plan alguno de vivir acá, decir que "si hay que fundirlo, qué". Pero lo correcto es que se vayan a Miami, al primer mundo, y no a esta infierno tercermundista. Si tanto te duelen, pues lucha porque se les dé la nacionalidad norteamericana, no la dominicana. Eso sí es justo. Total, ¿no se han metido los gringos allá todas las veces que les ha dado la gana' ¿No han tumbado gobierno, puesto presidente y quitado presidente' ¿No están allá? Entonces, la fusión es con Estados Unidos, no con nosotros. ¿Por qué con los dominicanos? Aquí no hay racismo. ¡Racismo hay allá! Aquí blancos, negros, mulatos, etc., todos hemos convivido y compartido siempre. Incluso haitianos, como Valenzuela, no recuerdo un solo acto discriminatorio o abusivo en su contra. ¿Puedes decirme de uno, ya que ambos vivimos en el mismo barrio? Te animo a que defiendas la única fusión que a Haití le conviene: la fusión con los Estados Unidos. Que les abran las puertas a los haitianos, que no los devuelvan abusivamente como lo hacen a diario y controlan las noticias para que no se sepa el maltrato que dan a los haitianos. ¿Por qué prefieres condenarlos a nuestra pobreza en ves de luchar y propiciar que se beneficien del primer mundo como tú? Es justo lo mejor para ellos, para Haití y para todos.

Denny Sangiovanni

Sabes muy bien que decirle Haitiano a un dominicano , no es lo mismo que decirle Norteamericano. Desde ahi puedes ver que es lo que hay. Nací y crecí viendo como se alimentaba ese odio hasta en los libros escolares. Y en el fondo sabes que es racismo del puro. Y sí estoy de acuerdo en que el hombre en sentido general tiene el derecho de nacimiento de moverse libremente en el mundo. Vivir en donde quiera que crea que pueda tener mejor vida y como cristiano creo que todos tenemos el deber de contribuir en eso. Y no son palabras mias de que habrá una sola nación y un solo gobierno.

Denny Sangiovanni

No se de donde sacas que éste es un "mejor mundo" para nadie. El mejor mundo lo decide la persona a donde crea que es mejor para él.

Aquiles Julián

Para ti, Denny, es el mejor mundo, porque no vives allá por sufrimiento o solidaridad con los humildes. Y también lo es para cualquiera, porque es el mundo de la abundancia y los derechos. No creo que haya una sola nación y un solo gobierno, porque los seres humanos somos territoriales. Y pienso que decirle a un haitiano dominicano tampoco será agradable para ellos. Pero pienso que si Estados Unidos les da la nacionalidad eso sería algo de mucha justicia, pues no tendrían que vivir ese "racismo del puro" del que nos acusas. Aquí nos independizamos de Haití, pero también vencimos, VENCIMOS, JEJEJEJE, al ejército napoleónico francés y les cortamos la cabeza a Leclerc y vencimos, VENCIMOS, al ejército español cuando la Restauración y resistimos a la soldadesca gringa tanto en 1916 como en 1965. Así que nos hemos negado a ser gringos, franceses, españoles, haitianos y cualquier otra nacionalidad que no sea DOMINICANOS. Esa es nuestra historia, una historia de heroísmo y valor sobresalientes. Un puñado heroico de criollos que nunca permitió que se nos pisoteara y que plantó cara a los que quisieron obligarnos a ser lo que no queríamos. Y eso está en nuestros libros de historia. Igual que la frase de Duarte que dice: "Yo admiro al pueblo haitiano..." o la de Sánchez cuando dijo: "Entro por Haití..." Te invito a que promuevas que Estados Unidos, que tiene invadido abusivamente a Haití donde siempre se ha metido violando todo derecho y todo respeto a la soberanía de aquel país, abra sus fronteras al pueblo haitiano. Es lo justo. Es lo humanitario. Es lo beneficioso para nuestros infelices vecinos. Es lo que a ellos les daría la oportunidad de acceder a los beneficios del primer mundo. Todo lo otro es malo para ellos y para nosotros, sólo bueno para los gringos que los prefieren aquí para que no cojan para allá.

Denny Sangiovanni

Vivo aqui porque es mas dificil retornar a mí país que quedarme aquí. Llegué a Miami de retorno a mí país, te lo puede decir Yuyú al que una noche le dije en el Norte que me íba de retorno y que pasaría por Miami.Lo demas es un cuento muy largo sin relacion con lo que se escribe. Se echan raices y el ser humano se acostumbra.


Denny Sangiovanni

Te invito a que pongas a escribir al grupo de haitianos que proclama que USA se salga de su país y no los ayude como lo han hecho siempre. Es cierto que por primera vez el pueblo Dominicano se solidarizó con el Haitiano, así como Chávez. Pero por cuanto tiempo? Cual es el interés de USA de estar allí ayudándolos?.Algun plan siniestro de controlar su espacio estratégico? O será por los mangos?..A veces se te sale la izquierda aquella vieja recalcitrante de "Patria o Muerte, venceremos". Oye también debes sacar lo que decía Duarte y los familiares después, del fervor patriótico dominicano.Je,Je,Je... (eso fue para tu je,je)...

Denny Sangiovanni

Oye con gusto volvería a mí país a tratar de luchar por vivir pobre pero dignamente,claro si me consigues un trabajo dentro de mí profesión, porque no voy a vender Amway.

Denny Sangiovanni

Sabes muy bien que la implicación de decir Haitiano a una persona en Sto. Dgo. es ofensivo. y que no es ofensa en Haití decir que se es Dominicano. Lo sabes muy bien y te lo dejo a tu conciencia. Y sobre "mejor mundo", por lo de bienes materiales, lamento no coincidir con vos al respecto. Sobre lo de Nación única y un solo gobierno es del libro de Reve;laciones del apostol Juan en la Biblia. Hacia eso debemos luchar porque será el evento próximo a su llegada.

Denny Sangiovanni

Te contradices con aquello de "mejor mundo para ellos y para todos", cuando hablas de que maltratan a los haitianos y controlan las noticias y de que en RD no hay racismo , que racismo hay aquí..Entonces?..Sabes bien como yo que racismo hay en todas partes, es parte desgraciadamente de la naturaleza humana. Oye al leerte me parece haber leído a Chávez en sus proclamas contra USA o uno de sus periodistas.

Aquiles Julián

No sé qué tiene que ver Amway en esta discusión, pero no creo que Amway necesite de ti para vender los más de 10 billones de dólares que mueve, así que no te preocupes por eso. Yo no soy empleado, trabajo por mi cuenta. Nadie me mantiene. No sé qué buscan los yankis en Haití pero se han metido sin que nadie los haya llamado. Lo hicieron a comienzos del siglo XX y luego en 1994, tras un embargo abusivo que perjudicó sobre todo a los haitianos más pobres. Luego volvieron a meterse en el 2004 y entre sus grandes logros está ser los responsables, la MINUSTAH, de la epidemia de cólera que asola a Haití y que se extendió a nuestro país. No sé en qué están ayudando los gringos a los haitianos. Sé que ellos ni los llamaron ni los aman. Aquí también han hecho lo mismo. Soy nacionalista, y como nacionalista, antiimperialista y antiabusos. No apoyo ni a norteamericanos, ni a rusos, ni a chinos ni a nadie que se mete a la fuerza, apoyándose en su poderío, para prosternar a otros. Nunca hemos invadido, los dominicanos, ningún otro país. Nos hemos defendido, pero nunca hemos guerreado con nadie, ni con Haití ni con nadie. Como te dije también, creo que los norteamericanos harían un acto de gran humanitarismo si abren sus fronteras a nuestros hermanos haitianos y les dan acceso a las mieles del primer mundo. Les deben eso, ya que les han destruido su nación. Han sembrado el caos. Han pisoteado su bandera. ¿Por qué lo han hecho? ¿Quién autorizaba a Clinton a meterse por la fuerza y destruir al ejército haitiano? ¿Quién a Bush a meterse por la fuerza y ocupar a Haití, país intervenido ahora mismo? ¿Desde cuándo ellos tienen ese derecho de aplastar con su poderío a una pequeña nación? Eso nunca lo voy yo a apoyar. Y, por cierto, recuerdo cuando le robaron las elecciones a Al Gore. Y fue allá mismo, en La Florida. Yo estuve allí, casualmente. No sólo en estos países se ven fraudes. Y también viví cómo se inventaron mentiras para ir a Irak a derribar a Sadam Hussein. Y leí reportajes sobre las formidables fortalezas subterráneas de Sadam y sus bombas nucleares. El infeliz dictador lo que tenía era una cisterna para esconderse. No habían tales subterráneos. No sólo en estos países de postalitas se cometen flagrantes vagabunderías.

Pavel Williams

La discriminación racial que existe en contra de los Haitianos es mas que hecho eminente. No solamente ha sido reportado en numerosas ocasiones por grupos internacionales, si no que es percibida por cualquier persona que visite la isla desde cualquier otro país desarrollado, los cuales en su mayoría tienden a ser multiculturales. Es esta relación con otras razas y culturas que hace que el dominicano ausente tenga una opinión totalmente diferente al dominicano que crea una mentalidad local. Esto ocurre sin importar la capacidad intelectual de los dominicanos que residen en la isla. La gran mayoría de los dominicanos que viven en República Dominicana, suelen ser sumamente racistas y discriminan a los Haitianos. Muchos de los que residen en el exterior también comparten esta cualidad. Creo que es importarte recordar que Haití fue la primera colonia Europea del nuevo mundo en obtener su independencia. Que ese momento histórico tuvo mayores repercusiones en el año 1791, que lo ocurrido el 11 de septiembre del 2001. La revolución Haitiana ha sido un evento que los Europeos siempre han querido minimizar, precisamente por el gran efecto que este tubo en las plantaciones de Brasil y de los Estados Unidos. Tampoco podemos olvidar, que los Haitianos fueron aliados claves de Simón Bolívar. No solo le dieron asilo al libertador de América, si no que le donaron barcos y municiones para su causa. Todo esto fue donado por los Haitianos con la única condición de que Bolívar se comprometiera a liberar a los esclavos de América. Debemos recordar el aporte histórico que Haití ha hecho a nuestras vidas como Dominicanos que somos. Sin embargo, el resentimiento hacia nuestros hermanos Haitianos se basa precisamente en la historia, pero una historia que fue distorsionada por hombres blancos para crear enemistad y inestabilidad en la isla. Los Haitianos invadieron a Santo Domingo simplemente porque tenían la capacidad militar para hacerlo, y todo esto en cierto modo ayudo a la disidencia de muchos colonos Españoles. Esto creó las condiciones para que la República Dominicana se convirtiera en un estado soberano. Pero el odio hacia los Haitianos fue realmente instilado en los dominicanos durante el gobierno del asesino Trujillo, quien trato de erradicar la raza Haitiana que residía en la República Dominicana de la misma forma que Hitler trato de eliminar a los Judíos. Balaguer fue participe de todo esto y odiaba a Peña Gomez, no porque era su principal adversario, si no porque era negro, y siendo negro logro obtener el amor del pueblo dominicano y la admiración de líderes alrededor del mundo. Peña Gomez logro todo esto sin ser blanco, sin poseer ninguna riqueza, sin tener el historial político de Balaguer. Por eso Balaguer siempre odio a Peña Gómez. Por esa razón nunca lo iba a apoyar. La proliferación de la idea de que a ciertas facciones importantes le interesa una fusión entre Haití y República Dominicana es absurda y carece de fuerza diplomática para tener algún tipo de consideración. La unión que líderes mundiales piden entre estas dos naciones seria de beneficio para los Dominicanos. En vista de que los últimos gobiernos Dominicanos se llenan la boca y andan elogiando el supuesto progreso de nuestro país, debería seguir brindando apoyo económico y político a Haití como muestra de este supuesto progreso. Si tienen duda de esto lean porque Brasil, siendo el país mas poderoso del Caribe y la 7ma economía mas poderosa del mundo, dona a los Haitianos cientos de millones de dólares al año. No es fusión lo que estos líderes piden, si no que el gobierno dominicano asuma su rol de liderazgo (el que Leonel anda proliferando por los medios) y brinde apoyo estratégico a los Haitianos. No es una fusión de razas y culturas, es una fusión de solidaridad.

Denny Sangiovanni

La migración Haitiana en RD así como la migración Mejicana a los USA no las para nadie.
Se podrán inventar murallas, cámaras ocultas, oficinas de migración y todo lo que se puedan imaginar.
Son hechos imparables. Y no vas a tener que luchar, porque no va a ver lucha. Se logrará sin disparar
un tiro, tal y cual está sucediendo ahora. Con plan, sin plan, aplanado….No te das cuenta, porque
hay que estar ausente 20 años a lo que te has acostumbrado con el día a día, para darte cuenta. Algunos
de nosotros llamados Cristianos lo vemos de la siguiente forma, nos echamos la cruz a cuesta y tratamos
de ponernos en el lugar de Jesús ante un evento para tratar de actuar como El actuaría. Si se consideraría
Dominicano y lucharía por negarle al prójimo de éste caso, el vivir y ganarse el pan para su familia, si negaría el sueño de un futuro mejor para su prójimo en aras de su Dominicanismo o derecho de vivir en un pedazo geográfico que considera “suyo” y de nadie más…O actuaría como el Jesús que sabemos que
dijo antes de que los científicos demostraran con hechos…Que todos somos hermanos y como hermanos debemos actuar... Aparte de eso esa pieza de Pavel Williams arriba no tiene desperdicio...No somos pocos los que creemos eso...

Aquiles Julián

Denny Sangiovanni me asegura que “la pieza de Pavel Williams no tiene desperdicio”, aunque a mí me pareció lo contrario. Es una sarta del mismo anestesiante discurso antidominicano, adobado con un sentido de superioridad por vivir en Los Países, lo cual me resulta bien risible porque yo escogí no plagosear en casa ajena. Nunca lo he hecho.
Según el pedigrí del señor Williams, él es nativo de White Plains y estudia ciencias políticas en la Universidad de Columbia, en New York. Y también indica que reside en White Plains. Yo resido acá, en República Dominicana. Siempre he vivido acá y acá pienso morir. Él escribe desde allá y yo desde aquí. Él habla de lo que no conoce, simplemente repite lo que otros dicen. ¿Quiénes? Él mismo señala sus fuentes: “los grupos internacionales”, claro, sin identificar. ¿No le enseñan acaso a ser específico, a señalar sus fuentes? ¿Cuáles grupos en concreto, señor Williams?
Lo otro es su intención de querer colocarse como un ser superior, como si vivir en New York o estudiar en la Universidad de Columbia diera alguna calidad excepcional a alguien. Así, se envanece diciendo que por vivir supuestamente, según él, en “relación con otras razas y culturas” el “dominicano ausente” tiene “una opinión totalmente diferente al dominicano que crea una mentalidad local”. ¿Y a qué se debe este hecho? A que aquel dominicano visita la isla viniendo desde “un país desarrollado, los cuales en su mayoría tienden a ser multiculturales”. ¡Qué engreído es este señor Williams! Se siente superior porque viene desde New York, donde hay sectores en que él sabe que si transita a pie lo linchan, así de democrático y tolerante es aquel país “desarrollado” en que él vive. ¿También nos reputará, de seguro, más ignorantes, verdad? Y entonces lanza su perla: “La gran mayoría de los dominicanos que viven en República Dominicana, suelen ser sumamente racistas y discriminan a los Haitianos.”, lo que evidentemente, dado sus acuciosos estudios en Ciencias Políticas en la reputada Universidad de Columbia, del estado de New York, el señor Williams lo ha soportado en investigaciones de campo realizadas por él. No, ombe, el hombre está inventando. Habla sin ningún aval. ¿Y es eso lo que le enseñan en esa prestigiosa universidad? ¿En qué investigaciones, en qué estudios, basa el señor Williams su opinión? ¿En su apreciación subjetiva? Ahora entiendo lo de provenir de un país desarrollado: ellos no tienen que probar sus afirmaciones, sólo tienen que emitirlas y hay que aceptarlas simplemente porque nosotros, los comecocos que escogimos vivir en nuestro país y no plagosear en casa ajena, padecemos del síndrome (o la patología) de mentalidad local, eso sin importar la “capacidad intelectual”. Si usted vive en New York, ese hecho lo hace superior, pues usted se codea con “otras razas y culturas”. ¡Las vainas que uno tiene que leer! O sea, que los que vivimos en República Dominicana nos jodimos. Nuestra “mentalidad local” nos condena a ser mental e intelectualmente menores que los que viven en White Plains. ¿Y ese tipo de razonamiento es el que Denny llama “sin desperdicio”? ¡Pero si es un total desperdicio! El señor Williams, que vive allá, hace un aporte inestimable a la sociología, la biología y la demografía, a las ciencias sociales, políticas y humanas, que es una demostración palpable de la superioridad de quienes viven en New York y estudian Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, y que demuestra el atraso de quienes vivimos en República Dominicana y somos víctimas de nuestra “mentalidad local”: el señor Williams ha establecido que existe “la raza haitiana”. Mi mentalidad local me hacía creer, erróneamente, que se trataba de una nacionalidad, pues racialmente los haitianos y los dominicanos, pese al mayor componente negro de Haití, tenemos blancos, mulatos y negros, albinos y jabaos. Nos diferencia la lengua, la cultura, la historia y las tradiciones. No la raza. Claro, el señor Williams y demás empecinados en llamar “racista” a lo que es una defensa de nuestra nacionalidad y especificidad como país, termina por esclarecer el gran nivel científico que lo hace superior: los haitianos son una raza, no una nacionalidad. No puedo negar lo atrasado que me siento, señor Williams, y Denny de paso.
Luego el señor Williams nos repasa un poco la historia haitiana y hace una comparación entre un hecho como el 11 de septiembre del 2001 con la independencia de Haití, como si fueran equiparables en algún sentido. Eso si no es colonialismo mental, no sé cómo denominarlo. ¿En qué se puede comparar el 11 de septiembre del 2001 con la epopeya que protagonizaron los haitianos, hecho honroso y significativo como el que más? Y dice más disparates, como esta perla: “Los Haitianos invadieron a Santo Domingo simplemente porque tenían la capacidad militar para hacerlo”, lo que es algo de un infantilismo que raya en… eso mismo. Bien, ellos nos invadieron porque tenían “capacidad para hacerlo” y aquí los derrotamos una y otra vez porque también tuvimos “la capacidad militar para hacerlo”. Como vencimos al ejército napoleónico. Y vencimos al ejército español. Y resistimos al USMC. Y vamos a derrotar a quien quiera meterse a someternos. A eso nos enseñó Duarte, por cierto. Tremenda demostración de pensamiento complejo y profundo ese tipo de razonamiento.

Aquiles Julián

¿Terminan ahí los disparates? ¡Oh, no! El señor Williams también nos informa que Joaquín Balaguer “odiaba a Peña Gómez” porque “era negro”. Y lo reafirma: “Balaguer siempre odio a Peña Gómez” porque no era blanco.
Cualquier persona puede hasta creerle al señor Williams tales tonterías. ¿No es una persona que vive en White Plains, estudia Ciencias Políticas en la Universidad de Columbia, New York, es un dominicano que vive en un país desarrollado y se codea con otras razas y culturas? Pero resulta que el señor Williams no me va a contar a mí, pese a mi mentalidad local, a no vivir en New York ni demás yerbas, la historia dominicana, sobre todo los últimos 40 años. Porque yo la viví. Y sé que lo que dice es disparate tras disparate.
Balaguer toda su vida se lamentó de que él no tenía un Peña Gómez en el Partido Reformista. Y admiró y respetó a Peña Gómez más que muchos de sus propios partidarios, que eran quienes colaban videos y otros materiales a sus adversarios.
Balaguer no odió a Peña Gómez. Le adversó, eso sí. Y tenía su derecho a hacerlo. Como adversó a Bosch, a quien tampoco odió. De hecho, con ambos negoció, llegó a acuerdos y apoyó a sus partidos. Al PLD en 1996 y al PRD en el 2000.
Balaguer tenía ancestros haitianos, por parte de su madre. Y mal podía odiar a los negros cuando tenía a Enrique Pérez y Pérez, negro como el que más, como uno de sus principales jerarcas militares. ¿O era, señor Williams, que a Pérez y Pérez lo venía blanco y rubio y ojos azules? ¿Me podría explicar, en su lógica racista, por qué entonces adversó a Bosch? ¿También por negro? Uno tiene que leer cada cosa…
Por último, el señor Williams, sin ninguna fundamentación que soporte su afirmación, algo que pone en dudas si es ciencia lo que estudia, desmiente que exista el plan Clinton para fusionar las dos repúblicas. Yo he expuesto claramente las razones por las que ese plan me merece credibilidad. Puedo estar equivocado. Nadie ha podido darme elementos creíbles en contra. He citado declaraciones. He incluso afirmado que mantienen un velo mediático inmoral para que la opinión pública no sepa la tragedia que se vive en el Atlántico con las barcazas de famélicos haitianos que intentan llegar a La Florida y que son interceptadas y devueltas por el servicio de guardacostas norteamericano. ¿Dónde están los reportajes? ¿Dónde los videos en CNN? ¿Dónde las dramáticas fotografías? No, todo eso está convenientemente ocultado para que el escándalo no se produzca, en lo que se agiliza el plan antinacional con la complicidad de dominicanos de allá y de acá, que conforman lo que Duarte llamó en su momento “el bando parricida y traidor”.
He propuesto que se dé a Haití el estatus de nación más favorecida, mismo que dieron a China. Y que den una gracia de un 15% de exoneración impositiva a las Corporaciones que inviertan en Haití. Y que si quieren, en fin, finiquitar la nacionalidad haitiana, asimilen a su población a los EE.UU. y lo lleven al primer mundo, a ese mundo multicultural y desarrollado, del que presume el señor Williams. No sé por qué él prefiere condenar a los haitianos a vivir en este infierno racista y a padecer, al igual que yo, de mentalidad local. No lo sé, pero me lo sospecho.

Denny Sangiovanni

Calmate, no debes llevarlo a lo personal. El sr. William expresa su opinión y lo ve desde su punto de vista. Lo de Amway te lo dije para contestarte sobre algo que no tiene que ver en el asunto tampoco. El del porqué vivo fuera de mí país. Como te dije, cuando un cristiano quiere dilucidar como actuar correctamente ante un evento, solo tiene que echarse la cruz a cuesta y tratar de emular lo que haría Jesús ante el evento. Te invito en esta Navidad a que reflexiones sobre eso, descanses las luchas y pases Feliz Navidad.!

Pavel Williams

Ciertamente, su posición ante el tema en discusión tiene cierta potestad Señor Julián, de lo contrario no desprendería de el Señor Sangiovanni y de mi tan extensos comentarios. Ahora bien, es cierto que Balaguer admiro el liderazgo que ejerció Peña Gómez, pero también lucho para mutilar esa imagen intachable, como político Dominicano, que Peña Gómez poseía. Es por esa razón que yo me atengo al comentario previo. Balaguer siempre ejerció una posición antagonista ante Peña Gómez, no solo por su adversidad, si no que también por su negrura. Aunque no viví durante los gobiernos de Balaguer. Aunque no tenga las vivencias encarnadas de ese régimen, entiendo que Balaguer utilizo el color de Peña Gómez para empañar la consciencia débil de los ciudadanos Dominicanos. Entiendo que por esa razón Joaquín Balaguer designo al militar Lajara Burgos para que emprendiera una campaña sumamente racista en contra de Peña Gómez. Por esto y por el legado existente entre la relación de estos dos líderes, me precipite a hacer el comentario previo. Por razónes políticas muy extensas para plasmar aquí, se podría argumentar que Balaguer apoyo al PRD porque era la opción que mas beneficiaba sus intereses. No olvidemos que Balaguer apoyo al PRD en el año 2000, cuando Peña Gómez ya había muerto dos años antes. Quizá la fusión entre Haití y Republica Dominicana sea de interés para ciertas facciones, como los Clintons por ejemplo, pero hay que también analizar la posibilidad de que dicha fusión ocurra. En todo caso, entiendo que dichos comentarios solo exacerbaran el antagonismo que yase en la gran mayoría de Dominicanos hacia los Haitianos. De igual manera, la falta de una policía migratoria eficiente seguirá inspirando opiniones exteriores de dichas facciones, ya sea de los Clintons u otras figuras relevantes.
Tengo un gran aprecio por su capacidad de analizar el espectro político mundial Señor Julián. Aunque no viva en la República Dominicana y carezca de su experiencia, siempre trato de mantenerme al margen de lo historio y de lo actual. Sus comentarios y publicaciones solo depreden de mi gran admiración, aún cuando no favorecen mi posición.
William Shakespeare escribió la gran obra Coriolanus, basada en la antigua Roma, cientos de años después de que el imperio Romano había desaparecido. Sin embargo, su capacidad de analizar la historia( aunque es ficción) lo colocan en el mismo lugar que Cícero o Polibio.
Yo también soy Dominicano igual que Uds. Jajaja

Aquiles Julián

¿En qué desmontar un discurso, al que cito específicamente, por cierto, es "llevarlo a lo personal"? ¿Fui yo quien se ufanó de vivir fuera y acusó a quienes vivimos en RD de tener "mentalidad local"? Yo hace tiempo que me despojé de todo sentido de pequeñez o secundariedad. No me siento al menos que nadie ni lo soy. Ni necesito vivir en NY para sentirme por encima de nadie. Disparatear sobre la "raza haitiana" desdice de lo que él informa que estudia. Tal raza no existe. Que el Plan existe me lo corrobora la gran cantidad de dominicanos que han sido taimadamente arreados hacia una actitud de aceptación de que dicha fusión de produzca, por ejemplo tú y él. Y de hecho, muchos que residen en los Estados Unidos y que no sentirán allá en foetazo que padeceremos sobre nuestros magros recursos acá. De hecho, el racismo y el antihaitianismo real es el que proviene de querernos echarnos el cojombro a nosotros en vez de reclamar que les abran las fronteras de EE.UU. a los desventurados vecinos nuestros, cuya nación ha sido destruida por los Estados Unidos, que entra y sale de ella como perro por su casa. Nadie le ha impedido al señor Williams expresar su opinión y ver desde su punto de vista lo que desee. Lo que no me pueden pedir es que calle y consienta en tales desatinos. Ningún país trata mejor a los haitianos que residen en él que lo que los tratamos nosotros. Aquí trabajan en todo, incluyendo trabajos para el Estado dominicano a través de Obras Públicas. Y nadie los abusa más que lo que abusan a los propios dominicanos. Lo único que se ha pedido es que, a diferencia de las pretensiones de los Clinton y los Kennedy, se les mantenga su ciudadanía y no se les otorgue el derecho de elegir a las autoridades dominicanas. Ningún país acepta a los haitianos más y mejor que lo que los aceptamos nosotros. ¡Ni Cuba, el paraíso castrista! ¡Ni Estados Unidos, el paraíso de cornflakes! Nadie promueve ni reclama ni fomenta ningún tipo de persecusión o acoso contra la colonia haitiana en Rep. Dominicana. Y aquí, sin dudas, se les trata mejor que en Estados Unidos o mejor que en cualquier otro país. Sumarse a una campaña de descrédito contra el único país en donde los haitianos son recibidos y tratados humanamente es abusivo. Secundar un plan siniestro contra nuestra identidad nacional es traicionar al país. Divulgar que aquí se comete con los inmigrantes haitianos un "genocidio" es calumniarnos y contribuir a que nuestra pequeña nación sea humillada y maltratada. Hay gente que pierde su identidad. Y hay quienes pierden el sentido del decoro y la vergüenza. Y hacen causa común con quienes nos han invadido, torturado, asesinado y masacrado. Este país ha padecido dos invasiones ordenadas por gobiernos "demócratas" norteamericanos. Si no me equivoco, es el partido de los Clinton y los Kennedy. Y parece que se les antoja el seguir abusando de nuestra pequeña república, con el concurso de los "malos dominicanos".

Denny Sangiovanni

Tengo la suficiente capacidad de análisis para no dejarme influenciar por lo que piense nadie. Aquí nadie esta defendiendo a USA de nada, y se te salió de nuevo el pensamiento izquierdista de ver conspiraciones de USA en todo. Y como no tienes pruebas de planes absurdos, te invito a reflexionar como te dije, a no llamar a quien te lleva la contraria "malos dominicanos", "plagoseadores", y a pensar en el projimo. Feliz Navidad.