domingo, 15 de abril de 2012

¿POR QUÉ MUCHAS PERSONAS NO PROSPERAN?


¿POR QUÉ MUCHAS PERSONAS NO PROSPERAN?

Por Aquiles Julián

"Mi padre rico continuó: "Ahora me doy cuenta de por qué es tan difícil para muchas personas seguir un plan sencillo."

"¿Por qué?", pregunté.

"Porque seguir un plan sencillo para volverse rico es aburrido", dijo mi padre rico. "Los seres humanos se aburren rápidamente y quieren encontrar cosa cosa que sea emocionante y divertida. Ésa es la razón por la que sólo tres de cada 100 personas se vuelven ricas. Comienzan a seguir un plan y pronto se aburren. Así que dejan de seguir el plan y buscan una manera mágica de volverse ricos rápidamente. Repiten el proceso de aburrición, diversión y aburrición durante el resto de sus vidas. Por eso no se enriquecen. No pueden soportar la aburrición de seguir un plan sencillo, sin complicaciones, para volverse ricos. La mayoría de la gente piensa que se requiere de magia para volverse ricas por medio de la inversión. O bien piensa que si no es complicado, no puede ser un buen plan. Pero confía en mí; en lo que se refiere a invertir, lo sencillo es mejor que lo complicado".

Tomado de: GUÍA PARA INVERTIR, de Robert Kiyosaki, Pág. 126

Tener un plan, apegarse a un plan, seguir un plan, es lo que diferencia a los exitosos de los fracasados. Los que fracasan siempre andan inventado, siempre dicen "tener un proyecto" y no entienden que hay que desarrollar experiencia y conocimientos para alcanzar resultados. Quieren soluciones mágicas. Sueñan con resultados que caigan del cielo. Se desesperan y cambian de plan porque los resultados no se producen a la velocidad de sus expectativas. Luego hablan de mala suerte, o teorizan sobre que ellos "no daban" o que "la vida" les jugó una mala pasada. Explicaciones tontas para encubrir la falta de compromiso y de disciplina. Cuando las cosas nos suceden, es indicación de que aún no hemos hecho todo lo necesario para que suceda o que aún no es el momento de que suceda. Nadie puede acelerar el tiempo de germinación y desarrollo de un árbol o del nacimiento de un bebé. Es la Ley del Proceso: todo toma un tiempo y un esfuerzo. Simplemente, usted se apega a su plan y actúa manteniendo el rumbo. Eso se llama enfoque. Y si se aplica, uno ve los resultados.

¿CUÁLES SON LOS CINCO TIPOS DE ACTIVOS QUE UNO PUEDE CONSTRUIR?

No nos enseñan a construir activos, porque estamos programados para trabajar por dinero, cobrar y gastar, sea como empleados o como autoempleados.

Se nos educa para ser consumidores. Y se nos ciega: nos hacen correr tras “símbolos de status”, apariencias, vanidades.

El asunto es que el dinero, que intercambiamos por nuestras vidas: 8 horas de vida y a veces más, cada día, se nos va en sobrevivir y acumular pasivos.

Se aprovechan de nuestro analfabetismo financiero.

Para no terminar viejos, acabados y sin un chele tenemos que enfocarnos en construir activos.

Un activo es toda propiedad que genera un flujo de efectivo que entra a tu cuenta y que no depende de tu trabajo directo (no es un salario o un pago por trabajo).

HAY CINCO TIPOS DE ACTIVOS. Y SÓLO CINCO. NO MÁS:

1. Bienes raíces que se rentan

2. Papeles de valor (acciones, certificados, bonos, etc.)

3. Empresas con un sistema, de más de 300 empleados, que no precisan de nuestra presencia y trabajo directo.

4. Compra y venta de commodities (productos a granel, incluyendo metales preciosos, petróleo, etc.)

5. Redes de distribución

Para los primeros cuatro tipos de activos se requiere poseer capital, hay que adquirirlos.

El único tipo de activo que se puede crear de la nada, prácticamente, y con él generar un capital para invertir en los otros cuatro, es CREAR UNA RED DE DISTRIBUCIÓN.

Si tú no estás creando activos, estás despilfarrando tu vida, porque estás enfocado en el presente y no te das cuenta de que cada año te haces un año más viejo, y que la vida te pasará factura más temprano que tarde.

Si quieres aprender a crear activos y construir un futuro de independencia financiera, escríbeme y te ayudamos sin costo alguno.

El analfabetismo financiero nos lleva a vivir ocupándonos de la simple sobrevivencia y cargándonos de compromisos y deudas, en vez de construir activos. La mayoría de las personas no tienen ni idea de lo que es un activo, y eso incluye a gente que estudió Finanzas, Contabilidad y Administración. Y es que no nos enseñan a crear activos, sino a endeudarnos con pasivos.

¿POR QUÉ LOS POBRES Y LA CLASE MEDIA ESTAMOS DESTINADOS A PERDER Y NO GANAR?

En el Cap. 3 de GUÍA PARA INVERTIR, Pág. 77, Robert Kiyosaki explica que “En lo que se refiere al dinero y la inversión, las personas tienen tres razones fundamentales u opciones para invertir. Son las siguientes:

1. Para estar seguro

2. Para estar cómodo

3. Para ser rico.”

E indica a continuación: “Las tres opciones son importantes. La diferencia en la vida de uno tiene lugar cuando las opciones están priorizadas”.

LOS POBRES PRIORIZAN LA SEGURIDAD: De ahí que se apegan al empleo, al sueldo, porque sienten que es algo seguro. No quieren riesgo. Temen perder.

LA CLASE MEDIA PRIORIZA LA COMODIDAD: Por eso es esclava de los bienes de consumo y los símbolos de status. Se endeuda por la casa, el vehículo, los muebles. Toma crédito para vacaciones. Se enreda en múltiples tarjetas de crédito.

LOS RICOS PRIORIZAN EL CREAR ACTIVOS. Y ponen la creación de activos (fuentes de ingresos o flujo de caja), como su principal prioridad.

De ahí que los pobres y la clase media terminen siendo perdedores.

No hay seguridad posible en ningún empleo. Y convertirse en un consumidor es llenarse de corotos, no de activos. Y en buena parte de pasivos: deudas.

La clase media está enseñada a la gratificación inmediata o anticipada, se endeudan para gozar, y luego pagar. Y los bancos estimulan ese proceso que las atrapa y esclaviza a cuotas, embrujándola con la publicidad y la presión social.

Los ricos, por el contrario, se sacrifican de cara a construir un patrimonio que luego les pague sus gustos y comodidades.

La mayoría de las personas escogerán la seguridad o la comodidad en vez de sacrificarse un período para lograr construir activos que les proporcionen libertad económica.

Esa es la verdad del por qué pobres y clase media terminaremos como perdedores. A menos que aprendamos y estemos dispuestos a pagar el precio del éxito.

jueves, 12 de abril de 2012

LA RECOMENDACIÓN DEL FMI Y EL FUTURO DE USTED Y EL MÍO


La recomendación del FMI y el futuro de usted y el mío.

Por Aquiles Julián

“Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo.”

Warren Buffett

El Fondo Monetario Internacional, FMI, acaba de preparar una serie de medidas para que los gobiernos las implementen que tienen implicaciones graves para el futuro de usted y para el mío.

¿Las conoce?

Un grupo de trabajo, encabezado por Erik Oppers, economista del FMI, quien presentó las conclusiones del “estudio” que hicieron a la prensa, recomendó a los gobiernos y naciones un conjunto de medidas para hacer “sostenible” el sistema de pensiones.

Las medidas recomendadas son, en sí, una estafa disfrazada en nuestro perjuicio. Y de seguro empezarán a maquillarlas para colarlas discretamente. Y nos distraerán para la ocasión.

LO QUE EL ESTUDIO DICE Y LO QUE NO DICE

El FMI informa que el aumento de la expectativa de vida de la población coloca a los sistemas de pensiones en una crisis, pues no pueden responder a las obligaciones contraídas con los cotizantes en las condiciones vigentes hasta el momento.

De ahí que recomienden combinar el “aumento en la edad de jubilación y de las contribuciones a los planes de pensiones con recortes de las prestaciones futuras”.

Eso significa, para los ciudadanos contribuyentes:

· Poner edades de jubilación tan altas, 70 a 75 años de edad, para ver si antes de alcanzarlas las personas mueren y no hay que pensionarlas.

· Incrementar el monto de las cotizaciones, con los que reducirán de hecho los sueldos y salarios de los trabajadores y la clase media

· Reducir la cantidad a pagar por jubilación a quienes lleguen a la edad provecta y, de manera terca, insistan en vivir y jubilarse, lo que hará que sus últimos años estén llenos de precariedad e insuficiencia.

Si vemos las propuestas, se trata de depredar aún más el magro ingreso de los trabajadores y de la clase media, buscando, por otro lado, elevar la edad de retiro lo suficiente como para que la gran mayoría no pueda llegar a ella.

Eso es lo que dicen las recomendaciones.

Lo que no dicen es que los fondos de pensiones de todos los países desarrollados están quebrados porque invirtieron sus recursos en las hipotecas subprime y son las víctimas de la burbuja hipotecaria que estalló en los Estados Unidos y arrastró en una debacle financiera a las economías del mundo.

De ahí que el organismo termine por declarar: “Hoy ningún activo puede considerarse totalmente seguro”. Sobre todo cuando se especula y se inventa con ellos (http://www.eleconomista.es/economia/noticias/3886868/04/12/FMI-Los-costes-del-envejecimiento-podrian-crecer-un-50-por-ciento-antes-de-2050.html).

DESPOJAR A LOS DESCENDIENTES DEL HOGAR DE SUS PADRES.

Las recomendaciones del FMI dan a los políticos, que no necesitan mucha asesoría para ello, ideas para incautarles a los jubilados sus hogares.

Junto al plan de subir la edad de retiro, aumentar el monto de las cotizaciones y reducir el monto de las pensiones, debido a lo que denominan “riesgo de longevidad” (sobre todo ahora, que empieza el período de jubilación de los babyboomers en los Estados Unidos, país endeudado si es que hay), los economistas del FMI también recomiendan otra “idea brillante”: apropiarse con astucia de las viviendas de los jubilados y despojar de ellas a las familias, una vez fallecida la persona.

El concepto creado es la llamada “hipoteca inversa”. Mediante ella los jubilados, a los que previamente se les han recordado los montos de pensiones previstos, recibirán un complemento adicional a cambio de que, al fallecer, las viviendas pasen al Estado o a manos de la institución suplidora, lo que dejaría a las familias sin uno de los escasos bienes heredables que la mayoría de las personas alcanzan a dejar a sus descendientes.

Como cualquier persona sabe, al jubilarse no sólo se recortan los ingresos, sino que los gastos médicos por achaques de la edad, enfermedades crónicas y degenerativas, se aumenta, mientras se dificulta la cobertura de los seguros de salud.

Eso, ligado a la reducción del monto a pagar por jubilación, obligará a muchos jubilados a caer en la trampa de suscribir esas “hipotecas inversas”, sobre todo cuando se les asegure de que continuarán viviendo en el inmueble hasta el día de su deceso y, mientras tanto, recibirán un estipendio adicional que les aumentará la cantidad de dinero recibida. Es, como vemos, un caramelo bien envenado. (http://economia.elpais.com/economia/2012/04/11/actualidad/1334133453_457282.html)

¿A QUIÉN PROTEGE EL FMI?

El FMI no tiene para nada cuidado en proteger a la población. Es un organismo para proteger los intereses de las grandes corporaciones y de los grandes bancos. Los mismos que, en sus manejos especulativos, desataron la feroz crisis financiera que hoy pagan los trabajadores y la clase media, víctimas de la misma.

Un ejemplo de eso es el siguiente hecho: Warren Buffett, el presidente y CEO de Berkshire Hathaway, y a quien se le reputa como el inversionista más agudo y perspicaz del mundo, un genio de las finanzas, es el principal accionista de la agencia calificadora de riesgo Moody´s.

Moody´s y la Standard & Poors, otra calificadora de riesgo, fueron las que dieron a las hipotecas subprime la calificación AAA, la máxima en rentabilidad y confiabilidad, que llevó a los fondos de pensiones, cajas de ahorros y otras instituciones, del mismo Estados Unidos, pero sobre todo de Europa, a adquirir aquellos activos tóxicos y destruir los ahorros y las esperanzas de millones de personas.

Buffet, con fuertes inversiones en Wells Fargo, American Express, Procter and Gamble, IBM, Wal-Mart, BNI Burlington Northen Santa Fe Corp., Kraft Foods y Coca-Cola, y una fortuna personal estimada en US$52,o00,000,000.00 (cincuenta y dos mil millones de dólares), fue de los que recibió billones de dólares del gobierno norteamericano en la operación de rescate financiero realizada por el presidente de los EE.UU., Barack Obama, ante la crisis provocada por la burbuja hipotecaria de las hipotecas subprime y el descalabro financiero consecuente.

Fue un gran beneficiario de la crisis financiera, a costillas de los contribuyentes norteamericanos.

Y pese a que es prácticamente el dueño real de la Moody´s, el mismo Buffett señala que: “… que no se basa en las calificaciones de crédito cuando se toman decisiones de inversión. Él hace sus propios juicios sobre las empresas. “Lo que esperamos es mala calificación crediticia, ya que nos daría la oportunidad de obtener un beneficio, si no estamos de acuerdo con las agencias de calificación” (http://www.huffingtonpost.com/2010/06/02/warren-buffett-moodys-fcic_n_597239.html)

Él no se basa en las calificaciones de la Moody´s, pero sí se hizo de la vista gorda cuando la Moody´s recomendaba invertir en las hipotecas subprime, provocando la burbuja inmobiliaria que terminó por provocar la crisis que desde el 2007 vive la economía mundial.

¿No es irónico que en Estados Unidos Berkshire Hathaway es la empresa más admirada por los ciudadanos?

¿QUÉ FUTURO NOS ESPERA?

Si usted entiende lo que el FMI ha planteado, tiene que tener una idea de qué futuro ellos han diseñado para usted y para mí.

Es un futuro en que nos exprimirán más los bolsillos, alejarán lo más posible la edad de retiro, darán menos dinero a los que logren llegar a ella y jubilarse y buscarán, mediante el ardid de las hipotecas inversas, quedarse con las viviendas de los jubilados y dejar a sus familias a la intemperie.

Y el FMI, a partir de ahora, comenzará a presionar a los políticos y a los gobiernos para que pongan en ejecución esas directivas.

Cuentan con las secuelas de una crisis financiera de las que nadie sabe cómo salir, que mantiene masas imponentes de ciudadanos protestando inútilmente en todo el mundo: los llamados “indignados”.

Muchos añoran los buenos viejos tiempos de la sociedad industrial, con sus empleos estables y sus planes de jubilación.

Pero las industrias migraron hacia China.

Y ya incluso, debido la mejoría de las condiciones de los trabajadores en China, migran hacia países más depauperados dispuestos hacer la misma tarea por menor pago.

Sin industrias, lo que quedan son las empresas de servicio: preparar hamburgers y hotdogs y empleos por el estilo.

Y fuera de las fábricas ya no se puede hacer huelga.

De hecho, están penalizando y criminalizando las protestas.

Han hecho un diseño en que a usted y a mí parece que lo que nos toca es perder.

TENEMOS QUE ENCONTRAR UNA OPCIÓN DE FUTURO

Mientras, el aparato mediático nos entretiene con el deporte, los chismes, la farándula, el esoterismo, las frivolidades, la política y todo lo que nos ocupe la mente para que no nos demos cuenta de que nos llevan al matadero.

El alcohol, las drogas, los partidos deportivos, los eventos y temporadas comerciales, la farándula y sus chismes, todo se emplea para mantenernos distraídos y que no nos demos cuenta de hacia dónde nos llevan.

Y de hecho, las personas vivimos sin preocuparnos por ello, convencidos de que los políticos, los gobiernos, la suerte, Dios, los hijos o la profecía maya nos salvará del desastre y al final encontraremos un medio de escapar al destino que nos han diseñado.

Pero la responsabilidad por nuestro futuro es nuestra. De nadie más.

No podemos delegarla.

De ahí que tenemos que escoger entre empezar hoy a construir activos que nos libren de un futuro de precariedad o indigencia, o dejar que “la vida” decida por nosotros.

Tenemos que empezar a desarrollar inteligencia financiera para escapar al destino programado por los grandes beneficiarios de nuestros gastos, para los que sólo somos una fuente de enriquecimiento reemplazable, no seres humanos dignos de mejor suerte.

Por desgracia, nada de eso lo enseñan en las escuelas.

Recibimos educación académica y educación profesional, pero no recibimos educación financiera, por lo que carecemos de conocimientos y experiencias apropiados. Tenemos que hacernos de esa educación ahora, porque ya incluso es tarde para muchos de nosotros.

APRENDER A CREAR ACTIVOS, NO PASIVOS

Y eso significa aprender a crear activos, no pasivos.

Un activo es una fuente de ingresos, que crea flujo de efectivo hacia nuestros bolsillos.

Un pasivo, por el contrario, drena de efectivo nuestros bolsillos, aunque muchos nos lo quieren vender como “activos”.

Sólo existen cinco tipos de activos:

1. Los bienes raíces que se rentan

2. Los papeles de valor: bonos, obligaciones, acciones, etc.

3. Empresas con sistemas, de más de 500 empleados

4. Comercializar con commodities

5. Organizaciones de redes de mercadeo

Las cuatro primeras son excelentes opciones de activos, sólo que requieren poseer de entrada recursos para invertir en ellas, además, lógicamente, del necesario conocimiento y la experiencia.

El mismo Robert Kiyosaki, que hizo su fortuna en el negocio de los bienes raíces, señala que le toma ver más de 100 propiedades y analizarlas antes de encontrar una buena inversión en bienes raíces.

No existen otros tipos de activos, así que podemos entenderlo o no, pero esas son nuestras opciones.

Lo otro es el empleo y el autoempleo que aquí llamamos tener “mi negocio propio”, y que no nos hace dueños de un negocio, sino de un empleo, porque el negocio depende de nosotros y sin nosotros se cae, lo que nos esclaviza a él.

Son nociones nuevas que aprender. Que contradecirán muchas ideas preconcebidas.

Que desmantelarán muchos prejuicios y falsos “conocimientos”.

Que nos pondrán cara a cara, a veces de manera cruda, con nuestra realidad.

Pero que nos harán reaccionar.

Y actuar antes de que, como dice mi mentor, Theo Galán, “lo inevitable” llegue.

Porque no sabemos cuándo, cómo, dónde y qué, pero sabemos que lo inevitable vendrá.

Sólo podemos elegir cómo queremos que nos encuentre cuando llegue.

jueves, 5 de abril de 2012

CÓMO APRENDER A SER COMPRADORES INTELIGENTES


Cómo aprender a ser compradores inteligentes

Por Aquiles Julián

“Mi pueblo se pierde por falta de conocimiento”

Oseas 4, 6

La inmensa mayoría de las personas hemos sido preparadas, condicionadas, sin que nos demos cuenta para comportarnos como compradores inconscientes.

Vivimos comprando. De hecho, trabajamos para tener dinero con qué comprar.

La publicidad nos anima a comprar esto, aquello y a consumir a diestra y siniestra. Toda la economía está montada para hacernos consumir.

El sistema comercial está diseñado para:

1) Mantener a las personas metidas en los supermercados;

2) Generar compras frecuentes;

3) Hacer gastar lo más posible a las personas;

4) Inducir compras superfluas; y

5) Propiciar el mal uso y el desperdicio de productos para acelerar las compras de

reposición.

Las plazas comerciales, los hipermercados, no tendrían sentido si las personas compraran una vez al mes, pues no serían económicamente viables.

Sería incosteable mantener abierto un hipermercado como los que tienen montados distintas compañías, inmensos, repletos de mercaderías, durante 29 días para vender sólo un día al mes. Es preciso generar un tráfico de personas continuo, mantener a las personas comprando.

Para eso, los centros de distribución masiva como estos hipermercados han empalmado con los fabricantes de forma que los productos que se expenden en dichas plazas reúnan ciertas características que lleven a las personas a adquirirlos con una frecuencia mínima de dos a tres veces por mes.

LAS SIETE CARACTERÍSTICAS DE LAS MARCAS COMERCIALES

Estas características, apoyadas en un fuerte marketing, son las siguientes:

1. Calidad baja que requiera utilizar mayor cantidad para lograr un resultado.

2. Empaques brillantes, en diseños y colores llamativos

3. Cuidar los aspectos sensoriales (color, aroma, textura, etc.) sobre los realmente funcionales vinculados a la calidad de desempeño

4. Publicidad que genere expectativas o fantasías en el cliente, apelando a sus aspiraciones, deseos y necesidades emocionales, sin vínculo con el producto

5. Precio aparentemente bajo que se compensa con la baja calidad y la mayor frecuencia de compra

6. Empaques y cantidades que lleven a compra frecuente, para una duración no mayor de una semana o diez días.

7. Sin mayor preocupación por el riesgo al usuario o al medioambiente, si eso afecta los seis factores previos señalados.

Así, las personas somos amaestradas para fijarnos en el “precio” de los productos, porque damos por sentado que los factores de calidad, cantidad, seguridad, fórmulas, etc., son iguales o semejantes.

No nos enseñan a comprar porque ellos se perjudicarían, por lo cual actúan para que permanezcamos en la ignorancia o caigamos en el descuido o la negligencia, en nuestro propio perjuicio.

Y además aprovechan que tampoco sabemos mucho del lenguaje críptico de las fórmulas que encubre en su jerga técnica información que se quiere escamotear a las personas.

Se trata de todo un sistema montado para lucrarse de nuestra ignorancia y en nuestro perjuicio.

Y contra ese sistema es que actuamos. De ahí que la tarea siempre consiste en EDUCARNOS y en EDUCAR, llevándonos a aprender y a ayudar a que otros aprendan cómo escapar a un sistema comercial montado para despojarnos del dinero sin darnos un valor significativo a cambio del mismo.

LO BARATO SALE CARO

¿Por qué nos hacen fijarnos en “el precio”? Porque este es utilizado como cebo para llevarnos a comprar productos caracterizados por:

1. Calidad de mediocre a baja

2. Que requieren de usar gran cantidad para producir un resultado

3. Que se acaban a los pocos días y obligan a hacer compra de reposición

4. Muchas veces con ingredientes agresivos a la salud del usuario y las familias

5. Casi siempre dañinos y perjudiciales al medioambiente

No se nos enseña a calcular el costo por uso, a evaluar las fórmulas y la composición de los productos, a medir su rendimiento, a conocer si contienen ingredientes dañinos a la salud del usuario o a la familia o si son lesivos a la flora y la fauna o si en general al medioambiente.

Esto, que nos convertiría en compradores inteligentes, no conviene al sistema comercial vigente porque quedarían en evidencia la baja calidad de muchos productos, su composición deficiente o sus ingredientes perjudiciales, los riesgos a la salud del usuario o de la familia expuesta a los químicos contenidos en dichos productos, el daño que los mismos producen en el medioambiente o cómo su escaso rendimiento lesiona la economía familiar y despoja a las personas de sus recursos.

Nos enseñan a fijarnos en “el precio” porque ellos, los que se benefician del sistema comercial, saben que “Lo barato sale caro” y nos hacen pagar bien caro por sus productos “baratos”.

Nos salen caros porque nos hacen gastar de más.

Nos salen caros porque acortan la vida útil de prendas y equipos.

Nos salen caros por los daños a la salud personal y familiar.

Y nos salen bien caros por el daño a la flora, la fauna y el medioambiente que degrada la calidad de vida de todos.

LOS SIETE FACTORES QUE EVALÚA UN COMPRADOR INTELIGENTE

De ahí la importancia de que no nos dejemos seguir embaucando por un sistema montado para despojarnos de nuestro dinero a cambio de un valor escaso y aprendamos a ser compradores inteligentes.

Para serlo, necesitamos aprender a evaluar los siguientes siete aspectos:

1. El costo por uso

2. El tiempo de duración

3. El desempeño del producto o calidad

4. Su formulación e ingredientes

5. La garantía de respaldo

6. Su nivel de riesgo al usuario o a la familia

7. Su nivel de inocuidad a la flora, la fauna y el medioambiente.

Cada uno de estos siete factores es de gran importancia y, en su conjunto, son los que tomaría en cuenta un comprador profesional, alguien al que le pagan por adquirir productos o servicios para una empresa, al elegir entre una u otra marca.

Pues bien, eres el comprador profesional de tu familia, tienes que prepararte para hacerlo correctamente o sino la perjudicará.

Tienes que comprar con inteligencia.

LA IMPORTANCIA DE CADA UNO DE LOS SIETE FACTORES

Veamos cada uno de los factores para evaluar su importancia.

El costo por uso es el precio real que pagamos, pues es el que define qué tan económico o qué tan costoso nos sale utilizar dicho producto.

Un producto de aparente bajo precio pero de escaso rendimiento puede tener un costo por uso que triplique o cuadruplique o quintuplique el costo por uso de otro que aparentemente es de mayor precio.

Recordemos que el precio es un truco que utiliza el sistema comercial para distraernos y embobarnos, con el fin de hacernos gastar más y sacarnos el dinero sin que nos demos cuenta.

El tiempo de duración es importante porque hay un costo implicado en tiempo, gastos de desplazamiento, etc., asociados a tener que volver a ir al hipermercado a comprar.

Aún sea el mismo costo por uso, si uno me dura dos meses y otro me hace ir cada quince días a hacer compra de reposición, el segundo me sale más caro por los costos asociados a su provisión (tiempo, gasolina, desgaste del vehículo, etc.).

El desempeño del producto, su calidad, unida a la cantidad requerida para lograr el resultado es otro factor de gran importancia.

Un producto que requiera mayor cantidad se gastará más rápido y me obligará a una compra de reposición de mayor frecuencia que un producto concentrado que me rinda un alto desempeño con menor cantidad.

Por igual, el desempeño tiene que medir cantidad de trabajo requerida, inocuidad para materiales, equipos y usuarios y factores secundarios asociados a la calidad de desempeño como duración del efecto, residuos, etc.

La formulación y los ingredientes debe tomar en cuenta su cuidan el utilizar materias primas de calidad, si poseen tecnología exclusiva o patentes propias, si los ingredientes no son dañinos a la salud del usuario o las familias o si son o no biodegradables o si perjudican al medioambiente.

La garantía de respaldo es otro aspecto de valor a tomar en cuenta. ¿Qué nivel de garantía ofrece el fabricante o el comercializador del producto que proveen? Si el producto no llena su cometido o satisface las expectativas ¿qué reembolso garantizan? Ese factor evita que por inducir expectativas falsas o con promesas engañosas nos hagan comprar productos que no hacen lo que prometen hacer.

El nivel de riesgo para el usuario o la familia debe garantizar que el producto no tiene mayores riesgos de toxicidad para el usuario o la familia si se usa de acuerdo a las instrucciones, sea por emanación de gases, por residuos contaminantes o por venenos o sustancias agresivas contenidas en el mismo.

El desconocer los riesgos implícitos en muchos productos comerciales es fuente de múltiples tragedias por ingestión, contacto o uso descuidado de productos que contienen tóxicos y sustancias agresivas que lesionan gravemente o llevan a la muerte a personas que inadvertidamente entran en contacto con ellos.

Nadie querría provocar una lamentable tragedia por haber comprado un producto sin saber los tóxicos en su formulación.

La inocuidad y biodegradabilidad para el medio ambiente también cobra cada vez mayor importancia. En tanto consumidores inteligentes y responsables, sabemos que tenemos una responsabilidad extendida a nuestro entorno, a nuestro medioambiente, a la flora, la fauna y la vida en la tierra.

Proteger los ríos, la vida silvestre, las aguas subterráneas, la tierra de la que nos sustentamos, la atmósfera, los mares y la vida animal, acuática y vegetal, es parte de la responsabilidad que tenemos como seres conscientes e inteligentes. Y la misma tenemos que transmitírsela a nuestros hijos, dándoles el ejemplo.

DE COMPRADORES INCONSCIENTES A COMPRADORES INTELIGENTES

Hay muchos beneficios que se derivan de movernos de compradores inconscientes a compradores inteligentes.

Esos beneficios podemos especificarlos, destacando los siguientes:

1. Ahorro de dinero en los gastos del hogar

2. Elevar nuestra calidad de vida al usar productos de mayor calidad

3. Ahorro en tiempo al tener que ir menos al supermercado

4. Menor cantidad de basura y empaques

5. Mayor duración de nuestras prendas y electrodomésticos

6. Mayor salud personal y familiar

7. La satisfacción de contribuir con la vida y el medioambiente.

Estos siete beneficios nos separan del resto que sigue perjudicándose en sus compras dejando que otros se lucren mientras ellas degradan sus vidas, pierden un montón de dinero y ponen en riesgo su salud.

La falta de conocimiento hace que uno se pierda.

Hemos sido amaestrados por el sistema comercial para actuar sin pensar, repitiendo rutinas y hábitos de compra que han inoculado en nuestras mentes a través de los comerciales, las películas y series de televisión y otros recursos audiovisuales para condicionar nuestras conductas.

Al reaccionar contra ese condicionamiento y adquirir consciencia de nuestra responsabilidad para con nosotros y nuestras familias, y aprender los siete factores que separan a un comprador inteligente de un comprador inconsciente, hemos dado un paso de avance increíble. Nos hacemos parte de una minoría que asume el control de su vida en vez de esa inmensa mayoría que se deja manipular por unos vivos que se lucran de ella, perjudicándola en varios planos.

Y habiendo aprendido, podemos enseñar a otros a salir del embobamiento al que son sometidos para despojarles de su dinero.

Y podemos salvar vidas en ese proceso.