UNA VEZ
MÁS, NOS SEDUCEN CON IMÁGENES, FANTASÍAS, MÚSICA Y FRASES INGENIOSAS, SE
EMBOLSILLAN NUESTRO DINERO Y DE PASO NOS DAÑAN LA SALUD
Las
compañías refresqueras viven de enfermarnos.
Abusan
de nuestra ignorancia, nuestro descuido y nuestra equivocada creencia de que
alguien: el gobierno, por ejemplo, evitará que nos envenenen.
Se ha
comprobado y más que comprobado el impacto negativo de las bebidas azucaradas.
Son
detonadoras de inflamación y síndrome metabólico.
Son
fábricas de obesidad, diabetes tipo 2, infartos y cáncer, entre otros males.
Pero
dejan mucho dinero.
Sobre
todo aquí,en un trópico caluroso.
Claro,
tenemos frutas, pero la publicidad y los hábitos copiados nos llevan al consumo
de estas aguas de azúcar saborizadas que nos matan.
Hay
toda una industria montada para engatusarnos y hacernos beber esos brebajes
malignos, y nos los pintan como "la chispa de la vida", cuando son,
en realidad, la chispa de la muerte.
Un
refresco de cola, por ejemplo, tiene un PH de acidez 2, es decir, altísimo.
Nos
provoca, de inmediato, descalcificación. Y nos induce osteoporosis.
¿En qué
anuncio de Coca-Cola o Pepsi-Cola o cualquier otra cola lo dice?
Ah, no,
historias melosas, música contagiosa, frases ingeniosas, imágenes atractivas,
modelos llamativos, todo para vendernos una fantasía mientras en realidad, nos
envenenan y destruyen.
Y de
paso nos sacan el dinero.
Así de
simple. Así de cruel. Así de verdadero.
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