viernes, 1 de junio de 2012

LA EMINENCIA GRIS AL CAER TRUJILLO


La eminencia gris al caer Trujillo


Por Aquiles Julián

Creo que tengo elementos suficientes para decir que la estrategia no fue de dos: Balaguer y Rodríguez Demorizi, sino de uno: Rodríguez Demorizi.
Es Emilio Rodríguez Demorizi, disimulado bajo esa apariencia pazguata y simuladora, el verdadero cerebro, la eminencia gris, tras acontecimientos gravísimos. Y casi muere en olor de santidad, cuando de santo no tenía nada.
Cometí el error de sobreestimar el papel de Balaguer, que estuvo todo el proceso previo y posterior al 30 de mayo fuertemente preocupado por circunstancias que sabía inminentes y sin que supiera cómo él iba a salir indemne de ellas.
Es un error común: sobreestimar a Balaguer y asignarle un nivel de astucia mayor al que tenía, que era mucha por cierto.
Y esa sobreestimación oculta a la verdadera eminencia gris del proceso: el señor Emilio Rodríguez Demorizi.
Una relectura de los papeles de Ramfis Trujillo, que Rodríguez Demorizi conservó y que su hija Clara Rodríguez puso en manos del escritor e historiador Bernardo Vega aporta todas las claves necesarias para entender el proceso.

Es Rodríguez Demorizi el que se inventa al PRD

No fue Balaguer el de la idea de traer el PRD al país, como yo falsamente supuse,  fue Emilio Rodríguez Demorizi.
Eso aparece claramente descrito en el primer tomo de los papeles de Ramfis: “La muerte de Trujillo”.
En la Pág. 13 de la Introducción se dice explícitamente: “Al desaparecer el dictador el 30 de mayo de 1961 Rodríguez Demorizi ayudó a Ramfis Trujillo a ponerse en contacto con el principal partido político en el exilio, el PRD, buscando encauzar una transición política.”
Y puede que uno de los argumentos empleados fue que ese partido, el PRD, no participó ni apoyo las invasiones de Constanza, Maimón y Estero Hondo en 1959.
Con la anuencia de Ramfis, una comisión del PRD, integrada por Nicolás Silfa, Ramón Castillo y Ángel Miolán arribaron al país el 5 de julio del 1961, a un mes de la muerte de Trujillo.
Y en la misma Introducción, el autor, Bernardo Vega, cita a Ángel Miolán que dijo que Rodríguez Demorizi “dio a los tres del PRD toda la información que necesitaban pues era un grupo prácticamente de extranjeros pues tenían 25 años fuera del país”.
Ese grupo de extranjeros, un año después, le ganaría las primeras elecciones democráticas a una fuerza política pujante, integrada por los sectores que habían ajusticiado al tirano y por todos los que resentían la larga noche de terror y latrocinio. ¿Cómo pudo darse ese fenómeno?
Ramfis Trujillo le dijo a Rodríguez Demorizi “que quería entrevistarse con los tres líderes del PRD y el historiador organizó la reunión, estando presente en la misma aunque a una discreta distancia”. Y así, a una discreta distancia, manipulo con simpar destreza los acontecimientos, torciéndolos a su conveniencia.
No sólo Rodríguez Demorizi fue quien sugirió a Ramfis la idea de traer al PRD para crear un contrapeso a la naciente Unión Cívica Nacional. Fue quien entrenó a Juan Bosch para articular un discurso que lapidara a la Unión Cívica, fue el inventor de “los tutumpotes”.

Rodríguez Demorizi y Bosch

En la Pág. 14 del libro citado, aparece que: “También viajó (Rodríguez Demorizi, AJ) a Miami el 22 de septiembre para entrevistar a Juan Bosch y a Ángel Miolán y acelerar el retorno del primero al país. Luego a su regreso a Santo Domingo siguió hablando por teléfono internacional con Bosch hasta su retorno al país el 20 de octubre.”
Bosch tenía una gran confianza en Emilio Rodríguez Demorizi. En la Pág. 13 del libro leemos que “En una entrevista que concendió en 1982 del propio Juan Bosch declaró  que la única persona que sabía en 1938 que al irse del país se exiliaría lo era su amigo íntimo Emilio Rodríguez Demorizi”.
Rodríguez  Demorizi ejercía una gran influencia sobre Ramfis Trujillo, enfrentado inesperadamente a una principalía que lo abrumaba y con la que no se sentía cómodo.
El mismo Balaguer dependía de Rodríguez Demorizi para obtener concesiones de Ramfis. En la misma Pág. 14 queda establecido que Rodríguez Demorizi “Igualmente sirvió de intermediario entre Balaguer y Ramfis”.

Cómo opinaba Rodríguez Demorizi

La Pág. 34 del tercer libro de los archivos de Ramfis Trujillo que conservaba Emilio Rodríguez Demorizi: Los sucesos entre 1965 y 1969, tiene la transcripción de una nota manuscrita del historiador. Allí él la emprende contra los dos sobrevivientes conocidos del atentado a Trujillo. Reseña la destrucción por turbas del 25 de abril del 1965 del local del Partido Liberal Evolucionista, PLE, que encabeza el héroe Luis Amiama Tio. Para Rodríguez Demorizi los trujillistas son “el pueblo”: “El PLE destruido por el pueblo –escribe-, indica su impopularidad”.
Más adelante esgrime la acusación que él, Rodríguez Demorizi inventó y que inoculó a Ramfis Trujillo, de que el móvil del crimen había sido la ambición personal, refiriéndose a los héroes Imbert Barreras y Amiama Tio de la siguiente forma: “ambos de consuno usufructuando  ávidamente el acto del 30 de mayo”, Pag. 34.
Calificar a los héroes que ajusticiaron al tirano como una pandilla de traidores, motivos por la ambición, y miembros de las “clases adineradas”, “de la oligarquía”, “enemigos del pueblo”, “de los pobres”, fue el discurso que pergeñó Emilio Rodríguez Demorizi y que Ramfis, su pupilo, oficializó.

“Oligarcas” y “pueblo”

Así, las fuerzas que ajusticiaron a Trujillo fueron etiquetadas como “traidoras”, “ambiciosas”, “oligarcas”, “retrógadas”.
Ramfis Trujillo, en la Pág. 38 del tercer volumen de los papeles editados por Bernardo Vega, en una entrevista a un periódico de Las Canarias señaló “que Caamaño representó al pueblo e Imbert a la oligarquía”.
En otra entrevista, esta vez al periódico Eco de Canarias, Ramfis afirmó que la Unión Cívica Nacional “era estrictamente el partido que representaba a la clase adinerada del país, a una minoría que no trató en ningún momento de mejorar las condiciones sociales del pueblo, sino que se ocupó de favorecer a determinados grupos con el llamado ‘amiguismo’ que existe tanto en los países hispanoamericanos y que tendría que desaparecer”, Pág. 41
Esa concepción la repite Ramfis en una carta a Francis Caamaño del 13 de diciembre de 1965, en que escribe: “que representando una minoría oligárquica y retrógada, y del cual sufrimos mis familiares cercanos y yo, la más viva de las persecusiones políticas que te puedes imaginar”, Pág. 43
Y en la Pág. 46 Ramfis se explaya: “La actitud de ustedes al iniciar una revolución contra el ‘Triunvirato de dos’, presidido por Reid Cabral, merece el aplauso de todo los buenos dominicanos. Este gobierno anacrónico, retrógado y oligárquico es lo más funesto que ha existido en el país a través de su larga historia”.
En carta a Joaquín Balaguer, a quien mantuvo durante su exilio en Nueva York, enviándole fondos tanto por vía de Khalil Haché como de Neit Nivar Seijas mensualmente, Pág. 70, fechada el 3 de mayo de 1966, Ramfis escribe: “ya que gracias a la revolución nos hemos librado de la dictadura oligárquica y retrógada de Reid Cabral y compartes, y que gracias a ella, pueden disfrutar mis hijos de sus derechos ciudadanos”, Pág. 67

La crisis de abril del 1965

Es importante hacer notar que la crisis militar de abril del 1965 fue organizada y dirigida hasta el 24 de abril del 1965 por dos exayudantes militares de Ramfis Trujillo: Rafael Tomás Fernández Domínguez y el coronel Miguel Ángel Hernando Ramírez.
En la Pag. 77, Ramfis expresa claramente que se luchaba por los trujillistas. Veamos: “Los principales dirigentes militares de la revolución se encuentran en un exilio ‘suis generis’, por haber luchado para los sectores más sufridos del pueblo dominicano, incluyendo por primera vez como víctimas a los trujillistas”.  A confesión de parte,…
La relación de los líderes del estallido militar con el trujillismo era tan fuerte que el torturador Octavio, ‘Tavito’, Balcacel Bonilla le informó a Ramfis cómo ser un esbirro trujillista lo salvó. Indicó, Pág. 23, “me declaré un sufrido del gobierno del Triunvirato y saqué mi carnet de esbirro; te extrañará, pero eso me salvó la vida”.
Más aún, Montes Arache, cuando un grupo de jóvenes del 14 de Junio estaba a punto de fusilar a los torturadores Víctor Alicinio Peña Rivera, Octavio Barcacel Bonilla y Jorge Gerardo Martes Hernández, procedió a increpar a los jóvenes, los desarmó y tomó en custodia a los torturadores. Llevó a Martes Hernández donde Caamaño, que era su amigo, y a Peña Rivera y Barcácel Bonilla los condujo a la línea divisoria entre la zona “constitucionalista” y la del Gobierno de Reconstrucción Nacional, donde estaban las tropas norteamericanas, y allí dejó a ambos libres, Pag. 24
Hernando Ramírez escribió a Ramfis Trujillo desde Quito, Ecuador, el 13 de mayo de 1967 una carta hablándole de “su dignísimo padre”, primer tomo : La muerte de Trujillo, de los papeles de Ramfis Trujillo, Pág. 210, y allí expresa que “Tuve el privilegio de ser su ayudante (de Ramfis, AJ), y ese es mi más grande orgullo” y tras atestiguar que “soy una persona que no conoce la adulación” le declara a Ramfis “la admiración y el cariño que sentía por uno de los hombres más valientes que he conocido, el generalísimo Trujillo”, Pág. 210, ¿y quién me puede hacer creer que este señor que lisonjea a Ramfis y llama los héroes Imbert y Amiama Tio traidores y “cerdito” a Imbert luchaba por la vuelta a la constitucionalidad? ¿Qué se batía por la vuelta al poder de Juan Bosch? Eso no aparece por ningún lado: luchaba por viabilizar el retorno al poder de su líder Ramfis Trujillo.
Eso es tan así que Ramfis Trujillo le envió dinero a él y a otros, pues la lealtad no era de gratis. En la Pág. 45 del tercer tomo de sus papeles, Ramfis escribe a Hernando Ramírez: “Te anexo un giro para que nos e te dificulte el ‘modus vivendi’ de tu familia y tuyo, hasta tanto definas tu posición en las Fuerzas Armadas de nuestro país, y que asumas de nuevo un comando”.

El mentor del sucesor

El papel nefasto de Emilio Rodríguez Demorizi, el inventor de la estrategia de señalizar como “oligarcas” y “ambiciosos” a los ajusticiadores de Trujillo, de traer al país al PRD y de transferir al PRD las fuerzas del Partido Dominicano, se mantuvo activo hasta la misma muerte de Ramfis Trujillo.
Una carta a Ramfis, que aparece en la Pág. 80 del último tomo, sigue despertándole a su pupilo su “obligación” de recuperar el poder.
Allí, Rodríguez Demorizi se explaya: “Ahora se abre una nueva etapa de la vida dominicana: en ella tienes tu labor. El destino, tu destino, te obliga a magnificar cuando debes y puedes hacer por el país. Y yo sé que algo harás, porque te gusta hacer y porque no ignoras que la historia dominicana ronda en torno tuyo, con sus abiertos ojos de censura y alabanza.
Yo, pues, como Bono a Hostos, te invito a perseverar en la lucha contra los imbéciles”.
Y en esa lucha estaba, reagrupando sus fuerzas para dar el golpe de estado revolucionario, cuando un accidente fatal nos libró de él.

14 comentarios:

  1. Cometí el error de ver a Balaguer como la inteligencia que manejaba tras bastidores todo el tinglado. Estaba equivocado. Balaguer, primero, sabía que estaba en la cuerda floja porque sabía su anuencia al ajusticiamiento. Segundo, no ejercía influencia, poder o control sobre Ramfis, que simplemente lo usaba como la imagen de que el país tenía un presidente civil que no era de la familia Trujillo, aunque todos sabían que era un presidente títere. Tercero, mantuvo una agenda propia en todo el proceso, aparentemente sumiso a la estrategia Rodríguez Demorizi-Ramfis, pero simultáneamente haciendo como Rodríguez Demorizi sintió, "un doble juego" con las fuerzas nucleadas alrededor de la UCN. Cuarto, tuvo en varias ocasiones a punto de ser abatido y salió ileso por esa máscara apocada, desinteresada y pasiva que aplicaba y que era capaz de confundir. Indiscutiblemente era subestimado. De hecho, Balaguer maniobró en lo que pudo para facilitar la salida del país de los Trujillo. Carecía de poder y fuerza. Y creo que fue otra víctima de la demonización de Rodríguez Demorizi, quien "reescribió" la historia y "redefinió" roles y papeles tan arteramente que todavía hoy hay gente que utiliza los mismos latiguillos: "oligarquía", "retrógado", "ambiciosos", "antitrujillismo industrial", etc., con que Rodríguez Demorizi etiquetó a las fuerzas que eliminaron a Trujillo y que Ramfis repitió hasta el día de su muerte, a la vez que llama "democráticos", "constitucionalistas", "pueblo", etc., a las fuerzas que buscaban preservar o restaurar el trujillismo, redefinido como un régimen que protegía al pueblo de la ambición de la oligarquía.

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  2. Rodríguez Demorizi, un verdadero manipulador de datos y reescribidor de la historia, no escribió sobre la caída de Trujillo y los sucesos posteriores, en los que tuvo una principalía extraordinaria, porque no iba a delatar, prematuramente, sus puntos de vista y sus aspiraciones: restaurar en el poder a Ramfis Trujillo. Creo que más de un infundio se debe a su maquiavelismo. No contó, claro, con la astucia del chapulín colorado: Balaguer, que al final, para pesar de ERD, resultó más astuto e inteligente que él, que puso todos sus huevos en Ramfis.

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  3. Es lógico. La motivación de Antonio de la Maza fue la venganza por la muerte de su hermano Tavito. Él no tenía diferencias políticas con Trujillo. Tavito de la Maza, de hecho, era un sicario de la tiranía, que participó en el secuestro y traída al país del vasco Galíndez. Pero Trujillo, buscando eliminar las huellas de su plagio, frente al escándalo desatado en los EE.UU. y a la investigación abierta por el FBI acerca del secuestro, le dio carta abierta a Félix W. Bernardino para que se cobrara la muerte en Londres, a manos de Tavito de la Maza, de su hermano Luis Bernardino. Esa, no otra, fue la única razón que empujó a Antonio de la Maza. De ahí que siempre se negó a que a Trujillo se le apresara vivo para forzarlo a abandonar el aís, como otros conjurados propusieron. Su motivación era la venganza. Era su sangre lo que perseguía. Bien, eso no quita que hiciera un bien al país y su acción fuera patriótica, porque no es la motivación lo que la hace patriótica, sino la acción en sí y sus resultados. Pupo Román, que vivía recibiendo múltiples humillaciones de Trujillo, es posible que también actuara motivado por deseos de cobrárselas, por rencor. La mayoría de los conjurados no tenían concepto ni idea de lo que era la democracia y la libertad: eran hijos de la dictadura. Hubo también quienes sentían que ya Trujillo era un estorbo. Quienes lo vieron, en su momento, como un fenómeno positivo, al destruir a los caciques locales y darle al país estabilidad, aparte de que ellos eran beneficiarios del régimen, pero que veían a una dictadura que quería mantenerse a sangre y fuego, matando a sus propios servidores, como sucedió como Marrero Aristy, y consideraron que era prudente salir del tirano. Creo que esa fue la posición de Modesto Díaz. Y los hubo que tenían un plan para llevar al país a la democracia. No todos podían tener los mismos intereses, ni objetivos: sí tenían la misma necesidad: salir de Trujillo. El Arq. Antonio Ocaña en sus memorias comparte una conversación con Modesto Díaz: se trataba de preservar lo mejor del trujillismo, saliendo de lo peor de él, para que un cambio violento no arrasara con todo, lo mejor y lo peor. Repito que lo que los hace héroes y patriotas no eran sus motivaciones, su pasado, sus maneras de pensar: lo que los hizo héroes y patriotas fue el valor que mostraron para ajusticiar al tirano y la entereza que mostraron frente a las torturas y a la sevicia con que se enseñaron sobre ellos los esbirros del régimen. Y de paso aclaro esto: más torturadores, más esbirros, más sicarios fueron Virgilio Díaz Grullón, los Emilio Rodríguez Demorizi, los Francisco Prats Ramírez, los intelectuales que sostenían el aparato de terror que los sicópatas que en el "9" y en la "40" vejaban y torturaban a los implicados en el ajusticiamiento y sus familiares. Ellos, los intelectuales trujillistas, sabían lo que sucedía, apoyaban lo que sucedía y clamaban por que se hiciera lo que se estaba haciendo. Los otros eran simples instrumentos.

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  4. Rodríguez Demorizi, un verdadero manipulador de datos y reescribidor de la historia, no escribió sobre la caída de Trujillo y los sucesos posteriores, en los que tuvo una principalía extraordinaria, porque no iba a delatar, prematuramente, sus puntos de vista y sus aspiraciones: restaurar en el poder a Ramfis Trujillo. Creo que más de un infundio se debe a su maquiavelismo. No contó, claro, con la astucia del chapulín colorado: Balaguer, que al final, para pesar de ERD, resultó más astuto e inteligente que él, que puso todos sus huevos en Ramfis.

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  5. Rodríguez Demorizi era el albacea político de Ramfis Trujillo. Esa foto no es casual, ni patriótica. Él está ahí recordando quién inspiró la revuelta, a qué interés responde y cuál es su propósito. No todos, ni siquiera la mayoría, lo sabían. Pero de triunfar la revuelta, los jefes militares iban a traer de nuevo a Ramfis. No era ni por una constitución ni por la democracia que se rebelaron: fue por reinstaurar la tiranía, ya que sus privilegios se habían conculcados. Por eso son quienes son. Y por eso Rodríguez Demorizi posó.

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  6. Posiblemente, el esquema planeado era un gobierno civil con una entelequia política como el PRD llena de los cuatros del Partido Dominicano, remozado como "revolucionario", con un discurso liberal contra la "oligarquía retrógada y anacrónica", una figura civil como J. Bosch al frente del gobierno y un caudillo militar, Ramfis, al frente de las FF.AA. Tras ese esquema actuaban Ramfis y Rodríguez Demorizi, no Balaguer, que en opinión de Rodríguez Demorizi mantenía un doble juego. La doblez, la simulación, la puñalada trapera, la agenda privada, la hipocrecía, la traición eran las prácticas enseñadas, aprendidas y practicadas en toda la Era de Trujillo por sus funcionarios. Balaguer desarrolló su propia agenda personal. Y maniobró con astucia. Parece ser que esa actuación de Balaguer disgustó a Rodríguez Demorizi que lo vio aprovechar las circunstancias. De hecho, asilado en la Nunciatura, mandó a Bello Andino a empezar a congregar los cuadros del Partido Dominicano en un partido propio: Acción Social, y no en el PRD, como fue lo previsto. Tras el retorno al poder de Balaguer en 1966, Ramfis pensó que podía manipular al viejo presidente títere para descubrir que ya no era títere. Le envió a un antiguo amante de la mamá a España como embajador en vez de confirmar en el puesto al mentor de Ramfis, Rodríguez Demorizi. Y otras designaciones pedidas por Ramfis tampoco fueron satisfechas. Rodríguez Demorizi terminó siendo consejero y mentor de José Francisco Peña Gómez. No hay dudas de que Balaguer le frustró el plan a Ramfis y a Rodríguez Demorizi. Creo que de ahí viene la enemistad y animadversión entre ambos.

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  7. Él, Balaguer, era un presidente gomígrafo, no ejercía poder alguno. Eso es lo primero que hay que saber. Había asumido la presidencia por uno de esos mamotretos que gustaban a Trujillo, personaje que gustaba de representaciones, montajes y fábulas. Nadie respondía a él, Balaguer. Carecía de fuerza política, de seguidores, de representatividad. Y, de repente, se ve en el vórtice de la tormenta. Johnny Abbes, que era su enemigo, intentó influir, momentos después de la muerte de Trujillo, de que abdicara al poder para restaurar en la presidencia a Negro Trujillo. Balaguer, supongo, logró influir en María Martínez para que esta indicara que había que esperar el regreso de Ramfis desde Francia. En Ramfis hubo dos o tres hechos que le indisponían con Abbes García: 1. No impidió el atentado a Trujillo; 2. Quiso poner a Negro en la presidencia, sin su autorización; 3. Le espiaba y controlaba por orden de Trujillo. Esos hechos hicieron que Ramfis eligiera prescindir de los servicios de Abbes García y lo exiliara. Balaguer, en ese momento, rindió un inestimable servicio al país, pues Negro Trujillo iba a ser una marioneta de Petán Trujillo que soñaba con ser el nuevo hombre fuerte. De ahí en adelante, Balaguer, que tenía puesta en dudas la lealtad a los Trujillo por la denuncia de Pedro Livio Cedeño, maniobró para no mostrar implicación, deslealtad o amenaza alguna a los planes de Ramfis y Rodríguez Demorizi. Aparentemente los secundaba y aprobaba, pero, por otro lado, mantenía una doble agenda. Tuvo en varias oportunidades en peligro de muerte, incluso a la salida de Ramfis del país, pilotos de la base aérea de Santiago declararon al Listín Diario hace unos años que se dieron orden de eliminar físicamente a Balaguer. Si hubiese resbalado un milímetro y arrojado dudas sobre él, Ramfis lo hubiese frito en su propia grasa. Fueron tiempos difíciles. Y se vio comprometido en crímenes, como el de Hacienda María que no creo que podía impedir en forma alguna, pues carecía de mando. Eso, claro, no elimina el hecho de que no hizo nada para impedirlo.

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  8. Él, Balaguer, era un presidente gomígrafo, no ejercía poder alguno. Eso es lo primero que hay que saber. Había asumido la presidencia por uno de esos mamotretos que gustaban a Trujillo, personaje que gustaba de representaciones, montajes y fábulas. Nadie respondía a él, Balaguer. Carecía de fuerza política, de seguidores, de representatividad. Y, de repente, se ve en el vórtice de la tormenta. Johnny Abbes, que era su enemigo, intentó influir, momentos después de la muerte de Trujillo, de que abdicara al poder para restaurar en la presidencia a Negro Trujillo. Balaguer, supongo, logró influir en María Martínez para que esta indicara que había que esperar el regreso de Ramfis desde Francia. En Ramfis hubo dos o tres hechos que le indisponían con Abbes García: 1. No impidió el atentado a Trujillo; 2. Quiso poner a Negro en la presidencia, sin su autorización; 3. Le espiaba y controlaba por orden de Trujillo. Esos hechos hicieron que Ramfis eligiera prescindir de los servicios de Abbes García y lo exiliara. Balaguer, en ese momento, rindió un inestimable servicio al país, pues Negro Trujillo iba a ser una marioneta de Petán Trujillo que soñaba con ser el nuevo hombre fuerte. De ahí en adelante, Balaguer, que tenía puesta en dudas la lealtad a los Trujillo por la denuncia de Pedro Livio Cedeño, maniobró para no mostrar implicación, deslealtad o amenaza alguna a los planes de Ramfis y Rodríguez Demorizi. Aparentemente los secundaba y aprobaba, pero, por otro lado, mantenía una doble agenda. Tuvo en varias oportunidades en peligro de muerte, incluso a la salida de Ramfis del país, pilotos de la base aérea de Santiago declararon al Listín Diario hace unos años que se dieron orden de eliminar físicamente a Balaguer. Si hubiese resbalado un milímetro y arrojado dudas sobre él, Ramfis lo hubiese frito en su propia grasa. Fueron tiempos difíciles. Y se vio comprometido en crímenes, como el de Hacienda María que no creo que podía impedir en forma alguna, pues carecía de mando. Eso, claro, no elimina el hecho de que no hizo nada para impedirlo.

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  9. Sobre María Martínez y los Fiallo no tengo información. Hay un libro precioso sobre los Fiallo, una crónica bien escrita y mejor llevada sobre esa insigne familia, pero no leí que recuerde nada en ese libro sobre el tema. De María Martínez nada es de dudar, pues era una arribista dispuesta a vivir de sus encantos, lo cual hizo hasta encumbrarse a "Primera Dama". En Argentina tuvieron a una bailarina, Isabel Perón, aquí a una querida, María Martínez.

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  10. Sobre María Martínez y los Fiallo no tengo información. Hay un libro precioso sobre los Fiallo, una crónica bien escrita y mejor llevada sobre esa insigne familia, pero no leí que recuerde nada en ese libro sobre el tema. De María Martínez nada es de dudar, pues era una arribista dispuesta a vivir de sus encantos, lo cual hizo hasta encumbrarse a "Primera Dama". En Argentina tuvieron a una bailarina, Isabel Perón, aquí a una querida, María Martínez.

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  11. Lo interesante es ese engendro de maco con cacata para deformar, manipular, adulterar y estafarnos nuestra historia, donde concurren, voluntariamente, los trujillistas, los perredeístas, peledeístas y la variopinta camada de izquierdistas, secundados por un aparato de desinformación, calumnia, manipulación y control de la opinión pública integrado por centenares de "periodistas", "profesores", "activistas políticos", "generadores de opinión", "personalidades" y "funcionarios" que repiten el guión sin cuestionar ni su lógica, ni su credibilidad, de su veracidad, ni sus apoyos documentales. Es un manto de mentiras sólido, grueso, que se repite y repite con buena aplicación de aquel aserto nazi de que una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad. Y sabemos que la verdad trujillista siempre fue verdad construida a conveniencia por su aparato intelectual, del que Rodríguez Demorizi, Balaguer y otros eran parte importante.

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  12. Lo interesante es ese engendro de maco con cacata para deformar, manipular, adulterar y estafarnos nuestra historia, donde concurren, voluntariamente, los trujillistas, los perredeístas, peledeístas y la variopinta camada de izquierdistas, secundados por un aparato de desinformación, calumnia, manipulación y control de la opinión pública integrado por centenares de "periodistas", "profesores", "activistas políticos", "generadores de opinión", "personalidades" y "funcionarios" que repiten el guión sin cuestionar ni su lógica, ni su credibilidad, de su veracidad, ni sus apoyos documentales. Es un manto de mentiras sólido, grueso, que se repite y repite con buena aplicación de aquel aserto nazi de que una mentira repetida muchas veces llega a convertirse en verdad. Y sabemos que la verdad trujillista siempre fue verdad construida a conveniencia por su aparato intelectual, del que Rodríguez Demorizi, Balaguer y otros eran parte importante.

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  13. En mi opinión, Balaguer, que había sido un beneficiario de los recursos de los Trujillo, tanto en su exilio, pues tanto Neit Nivar como Khalil Haché le llevaban un estipendio de parte de Ramfis, como en la campaña electoral, en que los Trujillo hicieron un "serrucho" y aportaron a la misma varios millones de dólares, quiso marcar distancia. Ramfis aspiraba a que dejaran a Rodríguez Demorizi de embajador: Balaguer le colocó en el puesto a un antiguo amante de María Martínez, del que se llegó a especular era el padre putativo de Ramfis. Eso alejaba a Ramfis de la embajada. Tampoco Balaguer obtemperó a la petición de Ramfis de colocarle en posiciones de mando a ciertos cuadros militares. Todo eso aparece en los libros de los papeles de Ramfis que reposaban en los archivos de Rodríguez Demorizi y publicó Bernardo Vega. Balaguer mandó un mensaje con sus acciones que no sería un presidente títere más. Supongo el pique que les habrá hecho coger a los Trujillo: el "muñequito de papel" se les puso respondón.

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  14. En mi opinión, Balaguer, que había sido un beneficiario de los recursos de los Trujillo, tanto en su exilio, pues tanto Neit Nivar como Khalil Haché le llevaban un estipendio de parte de Ramfis, como en la campaña electoral, en que los Trujillo hicieron un "serrucho" y aportaron a la misma varios millones de dólares, quiso marcar distancia. Ramfis aspiraba a que dejaran a Rodríguez Demorizi de embajador: Balaguer le colocó en el puesto a un antiguo amante de María Martínez, del que se llegó a especular era el padre putativo de Ramfis. Eso alejaba a Ramfis de la embajada. Tampoco Balaguer obtemperó a la petición de Ramfis de colocarle en posiciones de mando a ciertos cuadros militares. Todo eso aparece en los libros de los papeles de Ramfis que reposaban en los archivos de Rodríguez Demorizi y publicó Bernardo Vega. Balaguer mandó un mensaje con sus acciones que no sería un presidente títere más. Supongo el pique que les habrá hecho coger a los Trujillo: el "muñequito de papel" se les puso respondón.

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