miércoles, 29 de agosto de 2012

LA MARIHUANA DAÑA LA INTELIGENCIA Y EL CEREBRO.



LA MARIHUANA DAÑA LA INTELIGENCIA Y EL CEREBRO. 
ESO DICE LA CIENCIA.
 ¿ESTAMOS CREANDO UNA GENERACIÓN DE SUBNORMALES?
Investigadores del Instituto de Psiquiatría de Londres, de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, y de la universidad de Otago, en Nueva Zelanda, revelaron que un estudio arrojó datos de "que los jóvenes que consumen marihuana al menos una vez a la semana desde los 13 años ven una disminución de hasta ocho puntos en su cociente intelectual a los 38 años."
Es decir, quedan baldados de por vida en su inteligencia.
Tras 20 años de seguimiento, se pudo encontrar la triste verdad.
Significa, entendámonos, que estamos creando una generación de subnormales, baldados mentales, con deficiencias cerebrales que los colocan en desventaja frente a otras personas con sus cerebros no dañados por las drogas.
Ya antes se había alertado de que producía psicosis.
Conozco, por experiencias cercanas de personas enviciadas, algunos de sus deletéreos efectos.
Tras una euforia ficticia, que procede de la estimulación psicotrópica, y no de la realización del propio potencial, muchos quedan enganchado a los alcaloides.
He visto cómo los que quedan adictos a la marihuana con el tiempo se hacen mentalmente inestables, ineptos para ciertas funciones cerebrales, con lagunas mentales y vueltos un lamentable fracaso.
También los he visto migrar de la marihuana a otras drogas más potentes, buscando esa euforia que cada vez se hace más huidiza a costa de su cerebro.
Sé, lo admito, que la legalización de la marihuana ya se dispuso. Todo es asunto de salvar la cara, cubrir formalidades, desmontar el andamiaje legal que la reprime y construir una batería de justificaciones que respalden la decisión tomada.
Hay demasiado dinero detrás.
Demasiados intereses de hincar el diente a los cuantiosos recursos que mueve el narcotráfico.
Es una decisión que viene de arriba.
¿Acaso el poderoso grupo Time-Warner no lo patrocina? Eso lo dice todo.
¿Qué harán los Estados con toda esa masa humana de subnormales, ineptos y volátiles, que se incrementará con la legalización de las drogas?
¿Asumir el costo social?
El alcalde de Bogotá propuso que le Municipalidad les abra casas de darse la nota y drogarse sin persecusión ni presión. Al revés, la policía velaría por los tecatos.
¿Les regalarían también la droga? ¿Se la venderían? ¿Se transformaría el Estado colombiano en un narcotraficante legal?
En eso mismo, con sus variables formales, anda Pepe Mujica en Uruguay.
Son la avanzada de una corriente mundial que busca familiarizarnos con la idea de que las drogas no representan mayores riesgos y conviene, "para acabar con el narcotráfico", legalizarlas.
Dios nos salve de sus propulsores.

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