Fidel admite: “El modelo cubano ya no funciona ni para nosotros”
Fidel Castro, el resucitado dictador militar cubano, en una entrevista con The Atlantic http://www.theatlantic.com/international/archive/2010/09/fidel-cuban-model-doesnt-even-work-for-us-anymore/62602/ , admite que el modelo cubano ya no funciona ni siquiera para Cuba. No llega a admitir la verdad: que nunca funcionó, ni ahora... ni antes. Se impuso a la fuerza, mediante el terror, la represión y el abuso. Y se subvencionó con más de cinco mil millones de dólares anuales en subsidios diversos otorgados por la otrora Unión Soviética. De hecho, Cuba fue una de las causas de que quebrara aquel mamotrero inventado por Lenin y Stalin: la desangraba financieramente. Caro le salió el juguete. Cuando iban a colapsar del todo, Chávez le arrojó la toalla. Ahora viven de la caridad venezolana. Mantienen un ejército de 200,000 cubanos que pululan en todo y se meten en todo y deciden en casi todo. Ahora, imagínense: gente que fracasó en Cuba tomando decisiones y recomendando acciones en Venezuela ¿para dónde va aquel querido país? Los altos precios del petróleo, en vez de contribuir al desarrollo y a la modernización de Venezuela y al bienestar de su pueblo, han sido un maná inesperado para las aventuras delirantes de Chávez, que se inmiscuye en todos los países de la región y ansía un protagonismo grosero que avergüenza a todos, y son un chorro de divisas y recursos para los ancianos dictadores militares cubanos. ¿Qué pasara ahora? ¡Ya veremos a nuestros glosadores castrófilos inventar las explicaciones más peregrinas para justificar esta salida del Comediante en Jefe. Son capaces incluso de decir que son falsas, una invención de la CIA, el Mossad, el M-16 y del Súper Agente 86; que donde Fidel dijo "digo" en realidad quiso decir "Diego" y otras explicaciones profundas, profundas... profundísimas, como de un milímetro de profundidad que es lo máximo que sus inteligencias les permiten alcanzar. Si sigue Fidel así, pues ya dijo que Israel tenía derecho a existir y llamó al líder de Irán a dejar de negar el Holocausto, serán los propios izquierdófilos quienes peregrinarán a La Habana a meter al senil y locuaz hablador en una camisa de fuerza. Ya me parece oírlos: "¡Deje de hablar, comandante...! ¡Deje de hablar! ¿Cuándo dirá, por fin, hicimos un tollo, la metimos hasta el hombro, nos vamos?
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