lunes, 2 de julio de 2012

UNA INDUSTRIA QUE VIVE DE ENFERMARNOS Y DE QUE PADEZCAMOS


UNA INDUSTRIA QUE VIVE DE ENFERMARNOS Y DE QUE PADEZCAMOS
La industria farmacéutica, grandes corporaciones todas en su gran mayoría, ha desvirtuado su origen y propósitos. Antes, eran empresas dedicadas a ayudarnos a cuidar y recuperar nuestra salud. Hoy son corporaciones deshumanizadas que lucran de que enfermemos y nos mantengamos enfermos.
No facturan si estamos sanos, por lo que nuestra salud para ellas no es negocio.
Hemos reproducido libros que reflejan documentadas investigaciones sobre los entretelones de este tenebroso negocio que se enriquece de nuestros padecimientos.
Han perdido su norte.
Han puesto las ganancias por encima de las personas.
Han puesto el amor al dinero como su Dios.
Y como Jesús bien advirtió, ese es "el origen de todos los males".
Las grandes corporaciones farmacéuticas han lanzado fármacos que han destruido vidas.
Han hecho experimentos con humanos, en la peor tradición nazi.
Y buscan controlar los mecanismos públicos, para lograr que los Estados les autoricen sus aberraciones.
Lejos están los días en que alguien como Jonas Salk era capaz de un gesto de desprendimiento que ha salvado tantas vidas, cuando donó a la humanidad la vacuna contra la poliomielitis.
No se bañó en millones de dólares, pero el Dr. Salk es y será recordado sempiternamente por su invalorable aporte a la salud humana.
Una calle de la Ciudad Universitaria lo honra. O mejor dicho, se honra con su nombre.
Las corporaciones farmacéuticas, de rostro anónimo, son "negocios". Perdieron corazón, principios, sentidos, razón de ser.
La humanidad existe para que ellas lucren. No al revés, que ellas existan para que el enfermo sane.
Este penalización a la GlaxoSmithKline no es más que una tímida prueba de los excesos y despropósitos que las corporaciones farmacéuticas comenten.
Y lo peor es que estamos a su merced.

No hay comentarios:

Publicar un comentario