NO LEÍ
BIEN LA MARCA. ¿ES LA CASCADA O LA CACADA?
Así se
trafica con la salud y la credulidad de nuestros desprevenidos consumidores.
Y eso,
que se pasa por alto un maco peor: las dioxinas que suelta el plástico en el
agua cuando se calienta, y que es un cangerígeno.
El
negocio del agua ha impulsado a la formación de decenas de proveedores sin
ningún tipo de control de calidad.
El agua
de ósmosis, para empezar, carece de oligoelementos importantes, de minerales.
Es un agua inerte.
Añada
entonces que es un agua ácida, de PH 5.5 ó 6, que induce a la acidificación de
la sangre y los órganos.
La
acidificación está en el origen de múltiples patologías, entre ellas la inflamación
o síndrome X, el cáncer, la osteoporosis (porque fuerza al organismo a extraer
calcio y otros minerales de los huesos para restablecer la homestasis), entre
otras.
El
cuerpo debe mantener un PH ligeramente alcalino. El agua natural es de PH 7.5,
neutro, pero el agua de ósmosis, al perder sus minerales se vuelve ácida.
Luego
está el trasiego o manejo que se hace en condiciones de escasa higiene.
Y no
hablemos de esos camioncitos que venden "agua purificada" a granel.
Durante
años, técnicos de la CAASD intentaron alertarnos, hasta que el poderoso
caballero, Don Dinero, impuso el silencio.
De
hecho, hay toda una industria que depende de que enfermemos, que no les
interesa que se cuide la salud y se prevengan enfermedades.
Y
dueños de plantas "purificadoras" así como de la industria de la
enfermedad, que no de la salud, sobornan y aportan para las campañas políticas.
¿Qué
importan los ciudadanos?
Ese
"maco" es el menos dañino de todos los "macos" que hay en
ese negocio del agua.
Pero
por lo menos permite que nos demos cuenta de a qué estamos expuesto, en algún
grado.
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