jueves, 30 de enero de 2014

¿CÓMO TE PERJUDICA EL NO SER UN CONSUMIDOR INTELIGENTE, SINO COMÚN Y CORRIENTE?

Por AQUILES JULIÁN
Especialista en redes de negocio de la nueva economía / 829-766-6156
Email: triunfar.org@gmail.com

Hay empresas y personas que ganan dinero de otros contando con tres malos hábitos de aquellos: credulidad, ignorancia, descuido/ indolencia, que se resumen en una sola palabra:  inconsciencia. Esos tres malos hábitos son sumamente dañinos para quienes los practican, pero hay muchos negocios que lucran de ellos y por eso los mantienen y promueven. El asunto es, ¿perjudicarte para que otro se beneficie es algo que te emocione?
Cuando eres un consumidor tradicional no te das cuenta de todo lo que arriesgas o pierdes al serlo, porque el aparato de publicidad, promoción y la educación misma (que es controlada por las grandes empresas y negocios vía el Estado) han diseñado para el 95% de las personas dos roles definidos:

1.       Ser empleados o suplir servicios a las grandes empresas y negocios a cambio de un salario o unos honorarios
2.      Gastarles el dinero ganado en salarios y honorarios a esas mismas empresas y negocios al comprarles los productos que ellas elaboran, producen y distribuyen.

Esos dos roles prefijados nos brindan sólo dos opciones al 95% de la población: o ser empleados y depender de un empleador, sea una empresa, sea el Estado o sea una institución; o ser autoempleados y tener una pequeña operación alrededor de nuestras capacidades y habilidades como técnicos o como profesionales o como comerciantes, y creernos  “dueños de negocio” cuando en realidad somos dueños de nuestro puesto de trabajo porque nuestros ingresos dependen de nosotros y nuestro bufete, consultorio, taller, comercio, consultoría, etc., nos tiene como su principal fuente de ingresos.
Así vive el 95% de la población activa.
Antes de pasar a los 7 mayores perjuicios que te propinas a ti y a tu familia al no ser un consumidor inteligente, veamos someramente los tres malos hábitos y sus consecuencias.

LOS TRES MALOS HÁBITOS DEL CONSUMIDOR COMÚN Y CORRIENTE

Ya dijimos, al comenzar este artículo, que el consumidor tradicional, común y corriente, incurre en tres malos hábitos y de esos malos hábitos muchas empresas y negocios lucran y extraen beneficios.
Veámoslos uno por uno.

CREDULIDAD: La industria de la publicidad vive abusando de la credulidad, promoviendo falsas expectativas, induciendo conclusiones falsas, inferencias erróneas, fomentando fantasías y estimulando el morbo. Los medios de comunicación (periódicos, revistas, televisión, radio, cine) pagados por los anunciantes difunden y propagan toda clase de mediaverdades y en completas mentiras. Así se refuerzan hábitos equivocados y dañinos, vendidos como sanos, o como “in”, como “chic”, lo que “está de moda”, etc. Y ni la escuela ni por ninguna vía nos enseñan a practicar el escepticismo sano, el pedir datos de confirmación de las afirmaciones, el contrastar con otras fuentes, el análisis sensato y frío, las distintas falacias lógicas que la publicidad explota. Nos prefieren crédulos, porque somos más manipulables.

IGNORANCIA: Aquí se explota sobre todo nuestro desconocimiento de temas vitales para nuestra salud y nuestra vida. No nos enseñan el impacto que tienen ciertos ingredientes empleados en la industria alimentaria (aditivos, grasas trans, por ejemplo), o procesos de fabricación en nuestra salud. Se minimizan los riesgos y se exageran las gratificaciones. Se nos estimula a ser autoindulgentes y darnos esos “pecadillos”, esos “gustitos”, animándonos a hacerlo con mayor frecuencia hasta que devengan hábitos. Por cada obeso hay alguien que ganó dinero facilitándole a esa persona perder su salud. La educación nutricional y de higiene personal y medioambiental es algo que muchísimas empresas temen porque operan sobre la base de que las personas no conozcan los riesgos a que se exponen usando sus productos.

DESCUIDO/ INDOLENCIA : A veces sabemos las cosas pero dejamos que la rutina nos venza y tomamos decisiones por costumbre, pasándole por encima a lo que ya sabemos. Y así tomamos un producto sin verificar su composición, sus ingredientes; o dejamos que la publicidad nos condicione e influya en nuestra selección de productos para consumo y uso personal y familiar. No observamos las medidas preventivas y  consumimos artículos que sabemos son dañinos, dándonos “permisos” nada positivos para nuestra salud y bienestar. Y como lo más fácil es que nuestro descuido, nuestra indolencia, hagan de esos actos que empiezan por ser esporádicos y luego se vuelven más frecuentes, costumbre, podemos ver cómo el acto sembró un hábito, el hábito sembró un carácter autopermisivo y el carácter produjo un destino de enfermedad y dolor. Lo que funciona en lo positivo también funciona en lo negativo.

Esos tres malos hábitos tienen una palabra que los resume: inconsciencia. Somos compradores inconscientes. Consumidores inconscientes de lo que realmente consumen. Nos dejamos embobar por etiquetas, empaques, publicidad, promociones de venta, merchandising, imágenes fantasiosas que nos crean falsas expectativas, y mientras andamos como zombies comprando sin pensar, unos vivos nos despojan de nuestro dinero arduamente ganado y ponen en riesgo nuestra salud y la de nuestros hijos, pareja y familia (incluyendo plantas, mascotas, etc.).

LOS 7 MAYORES PERJUICIOS POR NO SER UN CONSUMIDOR INTELIGENTE

¿En qué grado nos perjudicamos por no ser un consumidor inteligente? ¿Cómo los consumidores comunes y corrientes se perjudican? ¿Qué daños se hacen a sí mismos y a sus familias? Veamos los 7 mayores perjuicios que se propinan a sí, a sus hijos y a sus familias.

PÉRDIDA DE DINERO: Al no tener conciencia del costo por uso, el consumidor común y corriente es engañado con la superstición del precio. Las empresas y comercios les venden la idea de “ahorro por precio” vendiéndole productos de calidad mediocre, que requieren mayor cantidad para producir el resultado buscado, con ingredientes riesgosos, que se dañan más rápido, y que llevan a ese consumidor tradicional a visitar con mayor frecuencia los supermercados y tiendas. Creyendo ahorrar, gastan más. Aracelis, que trabaja con nosotros a tiempo parcial como ayuda en labores domésticas, y usa productos de alta concentración de calidad de la nueva economía en mi hogar, cuando le pregunté qué detergente usaba en su hogar para lavar me contó que dos veces por semana compraba una fundita de un detergente comercial en RD$90 pesos y que cada fundita le permitía lavar dos cargas de ropa. Es decir, ella lavaba dos veces a la semana, usando cada vez una fundida de detergente comercial que le costaba RD$90 pesos (más jabón de cuaba rayado, cloro, suavizante). El costo por uso por lavada en detergente le salía a RD$45 pesos. Y como hacía 4 cargas de ropa a la semana se gastaba RD$180 pesos sólo en detergente (sin contar el precio del jabón de cuaba rayado, el cloro y el suavizante que añadía). Resulta que mi costo por uso en detergente sólo es de RD$7 pesos y no necesito usar jabón de cuaba rayado, apenas un 16% de lo que mi empleada doméstica gasta. Ella perdía un 84% de dinero cada vez que lavaba que yo, por mi parte, ahorraba. Cuando aprendió a calcular el costo por uso ella decidió ser una consumidora inteligente y usar productos que le permitían ahorrar de verdad y no perder dinero.

VISITAS FRECUENTES AL SUPERMERCADO: los formatos y empaques pequeños, otro truco para “vendernos el precio” reduciendo la cantidad, tienen un propósito: que los productos apenas duren una semana a diez días y obligarnos a COMPRAS DE REPOSICIÓN que nos mantengan volviendo al supermercado y a la tienda, lo que conllevará por igual compras por impulso no planificadas que drenarán nuestros recursos y presupuestos. Hay también un costo añadido y no cuantificado de tiempo, combustible, etc. Si vemos que diariamente los supermercados burbujean de personas se debe precisamente a que cuando no se acaba un producto se acaba otro. Las familias promedios van de dos a tres veces por semana al supermercado a hacer compras de reposición (con la coletilla de compras de impulso añadida). A diferencia de este tipo de productos diseñado para hacernos volver al supermercado, los productos de la nueva economía están fabricados y diseñados para durar sobre tres meses o más de uso antes de reponerlos (dependiendo, claro, de la intensidad de uso. Hay a los que les duran hasta 7 y 8 meses). Cris y yo compramos nuestros vegetales y otros alimentos y condimentos en el supermercado. Sólo vamos una vez a la semana (y a veces una vez cada dos semanas), y hay pasillos enteros que nos lo saltamos porque no compramos ese tipo de productos en los supermercados, sino a través de redes de consumo y distribución de la nueva economía. Y nos ahorramos no sólo dinero, también tiempo, gasolina, molestias, etc.

BAJA CALIDAD Y DESEMPEÑO MEDIOCRE DE LOS PRODUCTOS: Muy unido a la breve duración de los productos está la baja calidad y el desempeño mediocre de estos. Los fabricantes cuidan más los factores comprobables: etiquetas, empaques, logos, así como cualidades organolépticas (que pueden ser comprobadas por los sentidos), como color, brillantez, viscosidad, aroma, etc., que aquellos que sólo podrían constatarse mediante un análisis químicos como ingredientes y fórmula. Por igual, se busca que se gasten más rápido por lo que no sólo les agradan la boca de salida a los envases, sino también hacen que se requiera una mayor cantidad para producir el resultado que el cliente anda buscando. La planificación de la duración les permite calcular cuando podrán hacer ventas de reposición a su cadena de distribución. A mayor rotación inducida de productos, mayor velocidad de recompra. Los consumidores nos habituamos a productos de calidad y desempeño mediocres y lo vemos como normal. En el único lugar en que los productos parecen funcionar a la perfección es en los comerciales de TV.

INGREDIENTES BARATOS O FRANCAMENTE PELIGROSOS PARA EL USUARIO: Unido a todo lo anterior esta la fuerte presión por bajar costos que la competencia comercial les impone a los fabricantes. Eso los obliga a descuidar la calidad comprando materia prima de calidad inferior pero más barata para sortear la competencia de precios y la presión fiscal de los gobiernos que quieren más dinero vía impuestos.  También se saltan los límites y se emplean ingredientes peligrosos a la salud y al medioambiente, pero que se adquieren a más bajo costo. Ellos no utilizan sus propias marcas muchas veces en su hogar, pues protegen a los suyos. Pero tú y yo, como consumidores, sólo representamos una fuente de ingresos, no seres humanos a los que hay que cuidar y proteger. Esa deshumanización está destruyéndolo todo.

DESDE CERO GARANTÍA A UNA SUPUESTA GARANTÍA ENGAÑOSA: Al saber en lo que andan, engañando incautos vendiéndoles productos de escasa calidad y peligrosos a su salud, los fabricantes y comerciantes no suelen brindar mucha garantía sobre los productos que fabrican y comercializan. La mayoría de veces no hay ninguna garantía tras la compra. Algunos comercios aceptan la devolución del producto siempre que no se haya abierto ni maltratado, pero para canjearlo por otros, nunca devolviendo el dinero pagado. Y si está abierto, no hay manera. Como también se suelen truquear las fechas de vencimiento (muchos productos que encontramos son aquellos próximos a vencer que son retirados de las estanterías de los grandes hipermercados y almacenes de los Estados Unidos y vendidos a precio de liquidación, porque les saldría carísimo eliminarlos como basura, dadas las regulaciones ambientales de aquel país), los consumidores comunes y corrientes se exponen a distintos malos ratos y padecimientos por intoxicación alimentaria o exposición a sustancias tóxicas con ningún tipo de protección o defensa de sus derechos como comprador de buena fe. Recordemos sólo el caso de los embutidos y cómo se sometió al organismo regulador a la disciplina del Poder. Aquí el consumidor importa poco o nada.

PROVOCARSE DAÑOS POR UTILIZAR PRODUCTOS CON INGREDIENTES TÓXICOS Y AGRESIVOS: Hay ingredientes que requieren el uso de mascarillas, guantes y otros medios de protección por su toxicidad, agresividad y poder corrosivo. Algunos afectan la piel. Otros pueden ingerirse o inhalarse, como el cloro. Los fabricantes y comerciantes, enfocados en vendérnoslos, no quieren asustarnos ni precavernos, así que no nos informan ni educan sobre los riesgos de uso. Y las advertencias, cuando las tienen que colocar en el empaque por ley, lo hacen en letras diminutas y sin mayor destaque, para que pasen inadvertidas. El resultado es que muchas personas se exponen sin necesidad alguna a fuertes riesgos de daños a sus órganos, su salud, sus hijos, pareja, mascotas y al medio ambiente por un uso alegre y descuidado de productos con ingredientes altamente peligrosos, incluyendo sustancias de pH muy ácidos o muy alcalinos que habría que manipular con cuidado por su altísimo nivel de riesgo. Las tragedias familiares por ingestión de sustancias tóxicas y dañinas abundan.

DAÑAR EL ENTORNO, LA FLORA, LA FAUNA, LA ATMÓSFERA Y LA TIERRA: Un último perjuicio, no por último menos importante, es el que los consumidores comunes y corrientes propinan a su entorno, a la vida vegetal y animal, al aire y a la tierra de la que vivimos, a las fuentes acuíferas, ríos y mares, al emplear productos que contienen químicos tóxicos y dañinos a la ecología. Si uno conversa personalmente con estos consumidores dirán que a ellos les preocupa el progresivo deterioro medioambiental, el calentamiento global, la desaparición de los ríos, la desertización, sin saber que sus hábitos de consumo inconsciente son altamente responsables de esos daños. De ahí que sea importante hacer ver cómo el uso de detergentes con fosfatos y otros químicos que agreden el medioambiente llegan a los ríos y mares, vía los sistemas de drenaje de aguas residuales y provocan serios daños a la vida marina y a la calidad del agua que luego necesitamos para tomar. Somos parte de un sistema y nuestro consumo por igual. No podemos decir que nos preocupa algo mientras contribuimos a que eso se dañe, deteriore y envenene.


Ahí están, sucintamente expuestas, los 7 perjuicios que se producen a sí mismos las personas que consumen de manera común y corriente y los tres malos hábitos en que se apoyan. La solución es una sola: transformarse en un consumidor inteligente, consciente de sus elecciones y su impacto en la calidad de vida. Es una opción que todos tenemos. Fue la que yo elegí hace diez años y de la que vivo permanentemente agradecido. Puede ser la elección tuya también.
¿QUÉ VENTAJAS TIENE SER UN CONSUMIDOR INTELIGENTE?

Por AQUILES JULIÁN
Especialista en redes de negocio de la nueva economía / 829-766-6156
Email: triunfar.org@gmail.com


“La Ley de la Compensación es la ley que dice que si la educación y la experiencia van en aumento, la compensación también lo hará”.
Robert Kiyosaki

Hemos dicho ya que el sistema educativo tradicional, creado y desarrollado tras la revolución industrial del siglo XVIII (aunque usted no lo crea, antes no existía educación pública ni sistema educativo alguno. A los terratenientes feudales no les interesaba que los campesinos se alfabetizaran, aprendieran a escribir, leer o pensar. Los querían mansos, dóciles, analfabetos, sometidos a las rutinas tradicionales de cultivo, atados a la tierra, ineptos para vivir en ciudades, repitiendo las rutinas de cultivo transmitidas de generación en generación y pagando sus tributos), fue concebido con dos objetivos primordiales que se mantienen hasta ahora:
1.       Suplir mano de obra calificada a la industria y negocios en la forma de personal gerencial, de supervisión, técnicos, obreros calificados, personal de oficina, etc.
2.      Proporcionar consumidores para los productos y servicios de esas industrias y negocios, de manera que devolvieran a sus empleadores el dinero que estos les pagaban al comprarle los productos.
De ahí que ese sistema educativo no forma consumidores inteligentes sino consumidores pasivos, tradicionales, que compran por costumbre, por moda, influidos por la publicidad, repitiendo lo que vieron comprar en sus hogares y atados a marcas, sin evaluar el costo por uso, sino dejándose engañar por los supuestos precios bajos y las ofertas.
La publicidad, el merchandising, el mercadeo, la promoción de ventas y otros recursos comerciales se esmeran en influir sobre los ciudadanos para llevarlos a gastar en provecho de las industrias y comercios los salarios que les fueron pagados. Así se mueve la economía.

¿QUIÉN DEFIENDE AL CONSUMIDOR?

Al no ser educado para proteger su dinero, cuidar lo que consume, evitar químicos tóxicos, descartar productos dañinos a la salud familiar o el medio ambiente, etc., el consumidor tradicional o común queda a expensa de la buena fe de comerciantes, fabricantes, gobiernos y burócratas.
Pero eso es muy riesgoso.
Hay muchos comerciantes y fabricantes inescrupulosos, gobiernos irresponsables y burócratas venales.
Pero la ignorancia, el descuido y la indolencia, los tres azotes que golpean al consumidor tradicional, esquilman su bolsillo, destruyen su salud, agrietan su economía y dañan el medio ambiente.
Sólo un consumidor informado, educado, consciente y activo podrá evitar el tremendo saqueo de su dinero que se protagoniza una y otra vez en perjuicio propio.
Al consumidor sólo lo puede defender él mismo.
Y la única manera de hacerlo es a través de la educación.
Necesita convertirse en un consumidor inteligente de manera urgente.

¿CÓMO ACTÚA UN CONSUMIDOR INTELIGENTE?

Un consumidor inteligente sabe que comerciantes, fabricantes y hasta el propio gobierno mediante los impuestos, buscan apoderarse del dinero de su salario dándole el menor valor posible.
Así que su tarea es defender el poder de compra de su salario.
Para defender el poder de compra de su salario, el consumidor inteligente se ocupa de evaluar con la mayor conciencia posible los 7 criterios de decisión que revisa antes de seleccionar una marca. Esos criterios son:
1.       Costo por uso
2.      Duración
3.      Calidad / desempeño
4.      Ingredientes
5.      Garantía
6.      Riesgo por uso
7.      Inocuidad

Veámoslos uno por uno.

COSTO POR USO: El precio es una engañifa, una trampa para bobos. El verdadero costo de un producto se obtiene dividiendo su precio entre el número de usos que proporciona. Un lapicero que nos cuesta $60 pesos, pero sólo nos permite usarlo 20 veces moderadamente pues se tranca y deja de funcionar, tiene un costo por uso de RD$3 pesos, resultado de dividir los $60 pesos entre los 20 usos. Otro lapicero que nos cuesta $90 pesos pero que nos permite usarlo moderadamente 130 veces tiene un costo por uso de $0.69 centavos que es significativamente más económico que el lapicero de $60 pesos. Al evaluar de esta manera los productos nos daremos cuenta cómo nos despluman de nuestro dinero con productos aparentemente “baratos” pero en realidad carísimos porque tiene un costo por uso alto con respecto a otros. Piense esto, en lo que se consumiría un solo lapicero de $90 pesos se comprarían 4 lapiceros de $60 pesos, es decir, se gastarían $240 pesos donde otro sólo gasta $90 pesos.
Esto no se nos enseña porque a la industria y al comercio no les conviene que lo sepamos, sino que sigamos cayendo en la superstición del precio barato.

DURACIÓN: Los productos han sido diseñados para que se requiera una mayor cantidad de los mismos para obtener un resultado mínimamente satisfactorio, de manera que se gasten rápido y obliguen a una pronta reposición. La gente va dos y tres veces a la semana al supermercado y lo ve como normal, porque cuando no se acaba un producto se acaba el otro, y de paso se hacen compras impulsivas no previstas. Hay un costo de tiempo, combustible, desgaste de vehículo, etc., que comprar productos que duren 3, 4 y hasta 6 meses o más, dependiendo del número de familiares en un hogar, economizan. Los productos de mayor duración ahorran no sólo dinero. Nos sacan de esas visitas inducidas a los supermercados a comprar productos para reponer porque se acaban casi al abrirlos.

CALIDAD / DESEMPEÑO: La calidad de un producto tiene que ver con qué tan eficiente el producto hace lo que se supone que debe hacer, aquello para lo cual se fabricó y para la tarea que lo compramos. La calidad tiene que ver con factores como ingredientes adecuados, tecnología de fabricación, estándares de calidad, envase apropiado, fórmulas exclusivas, cantidad de producto requerido para lograr el resultado, peligro de uso, cuidado a los utensilios o artículos sobre los que se usa el producto, etc. La calidad y el desempeño se entienden mejor cuando se comparan unas marcas con otras en función de costo/beneficio y se observan los resultados directos e indirectos de su uso. No nos entrenan para prestar atención a la calidad y el desempeño, pero son vitales en la protección de nuestro poder de compra.

INGREDIENTES: Muy vinculado a la calidad y el desempeño están los ingredientes y las fórmulas exclusivas, las patentes y otros factores de producción. Los ingredientes pueden ser tóxicos o inocuos para la salud, corrosivos o inofensivos, agresivos o amigables a los usuarios, las personas y el medioambiente. Los fabricantes y comerciantes quieren que nos dejemos embobar por las marcas, la publicidad, el diseño, las frases simpáticas o sagaces,  los colores, etc., y no reparemos en sus ingredientes, fórmulas y niveles de riesgo por uso. El asunto es que la salud personal es afectada por los ingredientes y que ni las marcas, ni la publicidad, ni el diseño, ni las frases simpáticas o sagaces ni los colores son antídotos ni sirven para nada en restaurarnos del daño que los ingredientes tóxicos, agresivos y dañinos nos pueden provocar. Hay que leer los ingredientes y buscar información sobre ellos. Podemos estar envenenándonos sin que nos demos cuenta por descuidados.

GARANTÍA: ¿Qué garantías nos dan el comercio o el fabricante de que su producto cumple la función para la cual lo adquirimos, que está vigente y que nos reembolsará el dinero si está vencido o no funciona para lo que lo compramos? En el comercio tradicional poca o ninguna. La gran ventaja de las compañías de nueva economía es que respaldan sus productos con una garantía total, al 100% , por seis meses, 180 dís, incluso si el producto está usado o abierto.
Nadie, salvo empresas de la nueva economía, que saben la calidad y el desempeño de sus productos, es capaz de brindar ese grado de garantía. Son las marcas que más defienden el dinero del comprador.

RIESGO POR USO: Muchas personas están empleando productos con ingredientes que de forma taimada y sutil van deteriorándoles la salud y dañando sus órganos. Y no advierten a los usuarios de los riesgos por exposición, manejo o contacto prolongado con sustancias que pueden penetrar al cuerpo por inhalación, a través de la piel o por la boca. Tomen por ejemplo el cloro, un cancerígeno. El cloro es un gas, no un líquido. Cuando nos da “olor a cloro” en realidad estamos inhalando cloro. Como es muy agresivo, se deben proteger las mucosas y la piel del contacto con el cloro. Pero aquí se trapea con cloro, se usa cloro para “lavar” vegetales e incluso hay quienes lo usan para fregar, no digamos su uso tradicional como blanqueador de ropa blanca al lavar. ¿Resultado? Una altísima exposición  al cloro y mucho perjuicio para la salud de las que no son conscientes las que usan y abusan esa sustancia dañina como la que más.

INOCUIDAD: ¿Qué tan inocuo es para las personas, las plantas, los animales, la vida silvestre, la atmósfera, los ríos y mares y la tierra un producto? El grado de inocuidad es importante. Un consumidor inteligente es un consumidor responsable frente a sus hijos, su familia, sus congéneres y la sociedad. Sabe que los químicos tóxicos, agresivos y dañinos no sólo afectan la salud propia y familiar: también envenenan la vida silvestre, perjudican a la flora, la fauna, dañan los ríos, manantiales y mares, al igual que dañan la atmósfera o la calidad de la tierra. Un consumidor inteligente no participa del suicidio medioambiental en que se involucra inconscientemente el consumidor comercial tradicional. Velar por productos inocuos, amigables al medioambiente y a la ecología es otra cualidad de un consumidor inteligente.

Si repasamos esos 7 criterios de decisión que permiten a un consumidor inteligente actuar con conciencia en vez de actuar manipulado a control remoto por intereses non sanctos a través de las técnicas de influencia comercial como la publicidad, el merchandising, el diseño, la promoción de ventas, el packaging, etc., vemos que hay grandes beneficios en convertirse en un consumidor inteligente.

Es una diferencia que puede hacer la gran diferencia en nuestra salud, nuestra calidad de vida y nuestras familias y la sociedad.

jueves, 23 de enero de 2014

UNA CLASECITA DE CÓMO FUNCIONA LA ECONOMÍA, EN NEPTUNO´S EL DÍA DE HOY:
O POR QUÉ UNOS GANAN Y OTROS NO

Por
AQUILES JULIÁN,
Especialista en redes de negocio de la nueva economía / 829-766-6156
Email: triunfar.org@gmail.com

Hoy, 21 de enero, Día de la Altagracia, los líderes de EVOLUTION GLOBAL TEAM, la organización a la que pertenezco, nos fuimos a NEPTUNO´S, en Boca Chica, con la Diamante de Colombia Diane Mendivelso.
Normalmente nos gusta venir los lunes, día de trabajo, a pasarla rico acá, porque nos recordamos que antes éramos esclavos del horario y las agendas y ya nos liberamos de eso; además, el restaurante es prácticamente solo para nosotros.
Hoy, no, como es día feriado, hay mucho público, aunque a nosotros siempre nos reservan el lugar que nos gusta con el jacuzzi y la escalera al mar.
Estamos compartiendo, disfrutando, conversando, celebrándole el cumpleaños a Yris, platino del equipo, y de repente vi la economía en movimiento.
¿Quiénes llenaban Neptuno´s este día? La clase media.
No eran los ricos, claro.
Aquí no estaban ni los Corripio, ni los Vicini, ni los Barleta, ni los Armenteros... las fortunas más grandes del país.
Tampoco algunas fortunas menores como los Grullón.
Estaban posiblemente sus empleados: gerentes, ejecutivos, también medianos empresarios y negociantes, profesionales independientes y su variopinta compañía, burócratas del Estado que gastan con cargo al presupuesto público, al igual que algunos turistas apertrechados de sus damas de compañía... Esa era la clientela que burbujeaba en el lugar.
¿Quiénes más estaban en Neptuno´s? Los pobres. Sí, los pobres, representados en esos empleados que servían, cocinaban, preparaban tragos, iban de aquí para allá, tomaban órdenes, sonreían obsequiosos y se afanaban para ganarse la propina y preservar el empleo.
¿Preferían ellos estar allí, trabajando en un día feriado a irse también de playa y de asueto? Claro que no, pero no tenían opción.
O trabajaban o perdían el empleo.
Por otro lado, ¿con qué dinero se irían de playa? Los pobres, cuyos ingresos apenas les permite sobrevivir con dificultad extrema, no pueden nunca venir a un restaurante como Neptuno´s cuyos precios son altos precisamente para alejarlos del lugar.
Sólo pueden venir como lo hacen las damas de compañía si otro les paga la cuenta.
Así que hoy, en Neptuno´s estaban las dos clases que sustentan la economía: la clase pobre, trabajando, y la clase media, gastando y sintiéndose "rica", en capacidad de hacer un pequeño desarreglo atento a la tarjeta de crédito.
Supongo que en algún lugar podía estar representada la clase rica, en la persona del dueño o dueña del lugar.
Él, el dueño, hizo una inversión: obtuvo el permiso, adquirió el terreno, construyó aquel restaurante precioso, lo amobló, lo equipo, lo surtió, contrató al personal y lo abrió para que esa clase media que le encanta presumir de que puede se gaste el dinero y viva la fantasía de sentirse tener más de lo que tiene.
Neptuno´s es un lugar precioso, como todas las trampas para desplumarnos del dinero.
Al final del día, la clase media, que fue oportunamente achispada por las cervezas, el vino o el wisky y se excedió en lo que pensaba gastar: comió de más, bebió de más... pagará y luego se quejará del precio; los pobres terminarán cansados, con sus propinas y la seguridad de que preservaron su empleo. Y el rico pasará balance y verá cuánto le queda limpio del día de hoy.
Hoy, Día de la Altagracia, en Neptuno´s sólo uno terminará el día con buen dinero en su haber: el dueño, el rico.
El pobre con lo poco que pudo arañar y el cansancio, sabiendo que mañana le espera la misma pela.
Y la clase media con la hartura, el mareo de la bebida y la deuda del tarjetazo. Así funciona la economía.
Todos jugamos nuestro rol.
Y yo me reí porque sé adónde me encamino, de qué salí y por qué.


 EXPLÍQUESELO USTED MISMO:
¿Cuántos estaban trabajando como empleados ese día en Neptuno´s? Esa es la CLASE POBRE, tiene que trabajar por un salario para sobrevivir y los días de fiesta son apetecidos porque reciben un pago extra.
 Necesitan el dinero.
Así que los pobres trabajan duro por un salario que nunca es suficiente porque la tasa de desempleo mantiene los salarios deprimidos.
A los pobres también pertenecen los desempleados y muchos chiriperos y trabajadores a destajo.
Su precariedad financiera los mantiene siempre agobiado por deudas y necesidades qué cubrir.
¿Quiénes estaban gastando ese día en Neptuno´s?
La CLASE MEDIA: ejecutivos, funcionarios, burócratas, medianos y pequeños empresarios, profesionales independientes, turistas, etc., que aprovechaban el día de asueto para presumir, exhibir su poder de gastar y pagar precios caros (aunque la vista y el lugar bien lo valen) y sentirse "ricos" por un momento de sus vidas.
Allí fueron atendidos por los pobres: camareros, bartenders, cocineros, personal de servicio, que obsequiosos satisfacían sus caprichos, le servían los alimentos, las entradas, los postres, las bebidas...
Así que los pobres trabajaban y la clase media gastaba.
¿Quién se lucró ese día de lo que se produjo?
Quien hizo la inversión y asumió el riesgo al contratar ese personal (que tenía que pagar como quiera), lo surtió con productos que podían dañarse y apostó por el éxito: el dueño.
Al final del día él tuvo utilidades, los pobres su salario y la clase media la cuenta a pagar. ¿Nos sorprende entonces que el 1% de la población sea la propietaria y beneficiaria de más de la mitad de la renta global?http://www.mundiario.com/.../20140121165945014320.html
https://fbexternal-a.akamaihd.net/safe_image.php?d=AQDgZYn25dl0Mkiw&w=154&h=154&url=http%3A%2F%2Fwww.mundiario.com%2Fmedia%2Fmundiario%2Fimages%2F2013%2F11%2F09%2F2013110921453099476.jpg

Con carácter previo a la celebración de la Asamblea Anual del Foro Económico Mundial, Oxfam recuerda que la mitad de la riqueza del mundo pertenece al 1% de la población.
¿Por qué  el Con Quién es importante para el éxito?
La relevancia del mentor y el Equipo de Apoyo

Por
AQUILES JULIÁN,
Especialista en redes de negocio de la nueva economía / 829-766-6156

Email: triunfar.org@gmail.com

Una idea, una iniciativa, un emprendimiento es algo importante.
El mundo se mueve con la energía, la pasión, la decisión, el empuje y la iniciativa de los emprendedores y empresarios que impulsan la economía.
Sin embargo, para el éxito es clave con quién esa persona se asocia, quién le da mentoría, con quién hace equipo.
Es tan simple como que en un deporte no quieres jugadores torpes y menos jugadores que parezcan jugar en favor del equipo contrario, porque tus posibilidades de ganar el juego serán prácticamente nulas.
Lo mismo sucede en todo.
En el matrimonio, por ejemplo, la selección adecuada de la pareja es clave, para que la relación sea bendición y no maldición.
En la amistad, lo mismo. Hay amigos que son verdaderas bendiciones en nuestras vidas y hay otros que lamentaremos toda la vida el haberlos conocidos y tratados.
La elección es de uno, así que uno siempre es quien tiene el control, la responsabilidad y la última decisión.

CINCO CRITERIOS PARA ELEGIR UN EQUIPO AL CUAL PERTENECER

En la NUEVA ECONOMÍA, que como hemos dicho es la ECONOMÍA DE LAS REDES SOCIALES DE CONSUMO Y DISTRIBUCIÓN no basta con APALANCARSE de una CORPORACIÓN BILLONARIA que nos garantice una PLATAFORMA DE NEGOCIO impresionante y de clase mundial.
Debido a que el MODELO DE REDES SOCIALES DE CONSUMO Y DISTRIBUCIÓN es un modelo que descansa en la ASOCIACIÓN y en HACER EQUIPO, con quién nos asociamos y en qué equipo participamos es de vital importancia.
¿CUÁLES CRITERIOS DEBEN SERVIRNOS PARA ELEGIR UN EQUIPO CON EL CUAL PARTICIPAR?
1. Que esté corriendo una META ambiciosa, porque eso significa que hay energía, entusiasmo, retos a vencer y esa energía potenciará tu negocio.
2. Que tenga un VISIÓN clara de crecimiento, expansión y desarrollo, porque al unirte y compartir esa Visión tu negocio por igual crecerá, se expandirá y se desarrollará.
3. Que tenga LÍDERES con integridad, capacidad de servicio y experiencia, ya que esos valores, conocimientos y competencias serán de grandísima utilidad para ti.
4. Que tenga ESTRATEGIAS propias que te permitan diferenciación y preferencia frente a otras personas que ofrezcan lo mismo o algo parecido, ya que agregar valor es el camino a la retención de clientes.
5. Que te brinde VENTAJAS COMPETITIVAS que favorezcan tu desarrollo como empresario de la nueva economía.

No resulta tan bueno vincularse a equipo cuyos líderes estén en su zona de confort, sin una visión de crecimiento, con problemas de integridad o sin mayor experiencia, sin estrategias diferenciales propias o sin mayores ventajas competitivas.
Todo el mundo puede querer que tú te asocies a ellos, el asunto es ¿qué representan ellos en posibilidades reales de éxito para ti?
Uno no se asocia para desarrollar un negocio con "mi amigo" o "mi primo", porque no es una relación filial ni un club social, uno se asocia con empresarios que saben cómo alcanzar el éxito, lo han logrado y pueden enseñarnos y ayudarnos a que nosotros lo logremos también.
¿Quién puede asesorarte sobre este modelo de negocio? Quien ya tiene resultados en él.
¿Con quién conviene asociarte? Con quien está corriendo una meta, tiene resultados y, como eres parte de su meta, se va a fajar para ayudarte a alcanzar la tuya.
¿Qué organización yo recomiendo? La mejor que conozco: EVOLUTION GLOBAL TEAM. ¿Por qué? Porque cumple y excede esos cinco criterios de selección.
¿Qué prueba eso que digo? Que es una organización en que TODOS LOS MESES HAY NUEVOS LÍDERES CALIFICANDO y que tiene una meta para el 2014 de 150 nuevos directos, o sea, que está en plena efervescencia para lograr un hito en el crecimiento de este modelo de negocio en República Dominicana.
Ahí está la energía.
Ahí está el entusiasmo.
Ahí está el empoderamiento.
Y ese combustible es necesario para despegar en este modelo de negocio con altísimas posibilidades de éxito en menor plazo que una organización más acomodada, relajada y pasiva.