sábado, 14 de julio de 2012

LA FALSA SOLIDARIDAD PARA HAITÍ


¿POR QUÉ NO RECIBEN A LOS HAITIANOS?
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, llama la atención sobre el alto número de haitianos que están muriendo en alta mar, en su desesperado intento por alcanzar las costas norteamericanas.
Melissa Fleming denuncia que "todos los países que acogen haitianos están devolviendo contingentes a Haití", pero se cuida bien de mencionar a los Estados Unidos.
Eso es lo que hace que nos quieran endilgar el problema.
Nosotros, los dominicanos, hemos sido y seguimos siendo más que generosos con el pueblo haitiano.
Y acepto que buena parte de nuestra economía ya depende de la mano de obra haitiana, pues esa fue una situación que se nos fue imponiendo ladinamente, como hecho consumado.
Esa inmigración hay que documentarla como extranjeros (no como dominicanos, como también buscan imponernos) y garantizarles derechos y protección.
No es decente, ni humano, ni inteligente ni moral permitir que su situación de ilegalidad sea empleada para abusar de ellos, como sucede ahora.
Los dominicanos no hemos invadido Haití.
No hemos quitado presidentes.
No hemos destruido ese Estado vecino.
Hemos padecido las políticas erróneas y prepotentes que sobre Haití se han ejercido.
¿Por qué no los acogen, los entrenan y capacitan y los apoyan para que sean productivos y añadan valor?
Brasil, que se había negado a recibirlos, decidió acoger a un grupo de haitianos que permanecía en su frontera con Bolivia.
Los haitianos merecen no discursos, ni cónclaves, ni más comisiones, ni MINUSTAH que lleven el cólera: necesitan acciones reales de apoyo.
Recomiendo que se le dé a la Haití el estatus de Nación más Favorecida, mismo que se le dio a China.
Y se den estímulos fiscales para que las grandes corporaciones multinacionales instalen sus factorías en Haití.
Estados Unidos les debe a los haitianos esas dos medidas.
Lo invadieron varias veces en el siglo XX, las últimas para reponer a Aristide y luego para quitarlo y exiliarlo, esa última en pleno siglo XXI.
Y su engendro, la MINUSTAH, fue la responsable de traer a la isla el cólera que ha matado mal contado a más de 7,000 haitianos.
Si han sido responsables de tantos desaciertos y tantos males, que por lo menos hagan algo bueno.
Los haitianos no son menos entrenables y trabajadores que los campesinos chinos. Y merecen ayuda real. No declaraciones. No poses. No comilonas a sus costillas.
¿Entendido, Mr. Clinton?

No hay comentarios:

Publicar un comentario