LA
MUERTE DEL HIJO DE "ROCKY". Y ESO, CON LAS DROGAS PROHIBIDAS. DEJEN
QUE LAS LEGALICEN Y VEREMOS CANELA FINA.
La
campaña de legalización de las drogas está en auge.
Y
encuentra sesudos abogados. Y otros no tan sesudos, por razones obvias.
El
asunto son las consecuencias de esa basura.
Y la
edad de enganche.
Las
drogas, estemos claros, son un recurso político tolerado por su conveniencia,
por los Estados. Una manera de tener gente dócil, "colocada", bajo
control.
Mejor
drogados que pensando.
Mejor
volando alto que protestando.
Mejor
con los sesos vuelto una porquería que rebeldes y cuestionando.
Y la
tal "guerra contra el narcotráfico" no ha pasado de ser una comedia
en que se penaliza al que no paga peaje, al que no cotiza.
Y de
vez de cuando se dan tumbes. Y se participa en guerra de cárteles.
Pero
aquí los puntos de droga abundan y pagan impuesto a cuarteles para operar sin
problemas. Eso es público. A las claras.
El
asunto, de nuevo, es cómo se piensa impedir que se sigan enganchando
preadolescentes de 11 a 16 años al infame vicio, que es la edad en que son
envueltos los futuros tecatos en las drogas.
El otro
asunto tiene que ver con el umbral de tolerancia, que hace que se necesite una
mayor cantidad para volver a vivir la falsa euforia, y lleva a
"inventar", "probar" y arriesgar más.
Y de
cuando en vez, de vez en cuando, pasa lo que siempre pasa.
Le tocó
el turno al hijo de Sylvester Stallone.
Ni
Rambo pudo salvarlo. Y miren que ese Rambo es una máquina de guerra dura de
matar.
¿Fue
una decisión personal del infeliz Rambito? No se piensa, ni se decide, ni se
actúa en libertad cuando usted es un esclavo de un vicio como las drogas.
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