martes, 31 de agosto de 2010

UN EX-CONMILITÓN SE SIENTE INCÓMODO CON LO QUE ESCRIBO, AUNQUE NO ME LEE MUY BIEN, SUPONGO QUE POR EL PIQUE


Me piden que me calle

Mi estimado Aquiles, hace años que aprendí a dejar pasar muchas bolas, pero esta que tú estás lanzando de vez en cuanto me agobian: en la vida hay una cosa muy importante, que es el respeto. Tienes el derecho de limpiar a Balaguer de todo, después de todo esa es tu opción. El problema es cuando limpias a Balaguer y embarras a muchísima gente, en este caso, a la izquierda. Tú y yo tenemos un pasado común: tuvimos en el PCD. Tú llegaste a ser hasta candidato a diputado, si mal no recuerdo. Viajaste, trabajaste en los sindicatos, etc. Un día saliste y entonces comenzaste una cruzada antipecedeísta. Ese también es tu derecho. Yo duré un buen tiempo peléandome en el PCD hasta que me di cuenta que no tenía sentido y me salí. Conservé algunas amistades, tanto de ahí como de mis antiguos partidos de izquierda. Ahora creo que la izquierda dominicana ha estado más perdida que Lindberg, etc. Creo que es un absurdo ser ahora un izquierda como se era en los 60 o 70 o en los 80. Sin embargo, creo que es más fácil limpiarse con los izquierdistas que enfrentar a los derechistas. Muchísimos izquierdistas fueron oportunistas y hasta peor que los derechistas, pero en sentido general hubo mucha lucha, sacrificios, muertes, y pienso que tú eres el menos indicado para arrogarte el derecho de borar de un sopetón todo eso y sacar tu cara de triunfo. Creo que no necesitas nada eso. Te recomendaría que comenzaras a sacar tus libros de cuentos, de teatro, de poesía, que en eso sí eres bueno, pero no como diría Balaguer -refiriéndose a Peña Gómez: "No te cages fuera del cajón". Un saludo cordial
Miguel

Y respondo con el bolero: ¿Por qué me he de callar?

Apreciado Miguel (y te recomiendo que añadas el apellido):

Pienso que debes leer con mayor cuidado lo que escribo. En ningún momento estoy limpiando a nadie. No lo necesito. Si lees mi artículo lo que digo es que el autor del libro quiere excluirse y excluir a su país de la política de Seguridad Nacional que patrocinaron y que condujo al terrorismo de Estado. Te cito en específico: "Y también lo es el querer ahora discretamente descargar sobre las fuerzas armadas dominicanas y el ex –presidente Balaguer toda la responsabilidad de la aplicación de la doctrina de Seguridad Nacional que se prohijó en la década del ´70. Ellos tendrán parte de la responsabilidad y la culpa, señor Bosch. Pero asuma la suya, la que le toca, y la de su país y su gobierno, en la bacanal sangrienta en que nos vimos inmerso. " Ahí dice bien claro que ellos: Balaguer y las Fuerzas Armadas, tienen su parte de responsabilidad y culpa en el terrorismo de Estado, pero no toda, porque el gobierno de los Estados Unidos prohijaba y casi imponía esa solución para la época. Te reto, ya que inventas una calumnia, a que me diga una sola acción, un sólo escrito, una sola prueba de que yo salí (por cierto, en 1983= y comencé "una cruzada antipecedeísta", porque nunca he escrito nada acerca del PCD ni en bien ni en mal. Lo que hice, lo hice, por una credulidad imbécil, pero nunca he dicho que no fui, ni que no participé. Como me reputas cobarde implícitamente, en tu expresión de que "es más fácil limpiarse con los izquierdistas que enfrentar a los derechistas", lo que indica que mentalmente sigues preso de categorías del siglo XVII, izquierda y derecha, cuando vivimos en el siglo XXI, te diré que tienes que prestar atención a mi artículo, pues en él señalo que las fuerzas armadas dominicanas tienen un origen espúreo, que han funcionado y siguen funcionando como un ejército de ocupación contra la sociedad, que en ella operan grupos de exterminio y otras expresiones que, en mi opinión, pocos aquí se atreven a sostener. Si ellas, en tu opinión, son parte de esa "izquierda" a la que aludes, entonces parece que sí, que me estoy limpiando en la izquierda. ¡Mi hermano, lea mejor! Sobre si soy o no "el menos indicado" para arrogarme el derecho a borrar de sopetón las "luchas, sacrificios, muertes" de la izquierda, te solicito que me digas por qué soy el menos indicado, así que te invito a que reveles, si es que conoces algún dato que me invalide, qué inconducta, acto delictivo, vergonzoso o inmoral, cobarde o traidor me signa y descalifica. Tengo todo el derecho del mundo a rectificar y cambiar mis opiniones y preferencias, a criticar y exponer mis ideas y a clarificar hechos y situaciones. Y si bien en el período de los 12 años se cometieron crímenes y abusos incalificables y asquerosos, como aquel asesinato múltiple del sargento Ráfaga en Barahona o el de los cinco clubistas del barrio 27 de Febrero, también es cierto, ¿lo puedes negar, Miguel? ¿Es falso lo que voy a afirmar a continuación?, que los grupos extremistas dominicanos querían imponer en el país una dictadura totalitaria, terror rojo incluido, y se comprometieron en acciones terroristas y delincuenciales, incluyendo secuestro, extorsiones, bombas, asaltos y atracos, asesinatos de humildes policías y soldados, cuando no de humildes billeteros y cambiacheques, así de personas sindicadas graciosamente como "calieses", cuando no se enzarzaron entre ellas mismas a tiro limpio. Y así dieron pie, con sus actuaciones violentas y delictivas, a justificar la persecusión en su contra. ¿Eran santos? ¿Les perseguían por sus ideas? No, eran violentos partidarios de la guerra y el arrancarle la cabeza a todo el que discrepara de ellos. ¿O no era así, Miguel? Si te molesta mi cara "de triunfo" lo lamento, pero la traje de fábrica. En los 12 años no fui del PCD: desde 1968 al 1976 fui del MPD y posteriormente tuve un ligero vínculo con un par de organizaciones, que no llegó a cuajar, entre otras cosas, porque una de ellas me pidió que me quedara en el MPD e hiciera labor de zapa y eso ni lo he hecho ni lo voy a hacer. De donde salgo, salgo solo. Como lo hice del MPD y como luego lo volví a hacer del PCD, renunciando incluso a continuar la amistad con personas de mi aprecio para evitar mal entendidos.

Para desgracia tuya, por lo que veo, pienso seguir ahondando en mi evaluación personal de una época en la que intervine, no con buen tino, lo admito, y que me concierne, porque es parte de mi historia personal. Y, de hecho, pienso compartir este email por mi blog: http://elblogdeaquilesjulian.blogspot.com, con mis lectores, porque es justo es conozcan tu opinión... y mi respuesta.

Te reitero el reto a que me pruebes cuándo, dónde, en qué desarrollé "una cruzada antipecedeísta", lo cual, te repito, es simple calumnia. Y qué hechos, en tu opinión, me hacen "el menos indicado" para juzgar la conducta de los grupos totalitarios en las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado.

Te aclaro, igualmente, que fui a un único viaje a Cuba en 1980. Fui candidato a diputado, electo por las bases de la organización, en las elecciones de 1982. Y fui parte del comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores, CUT, y el redactor principal del documento constitutivo de su congreso fundador... ¿Y?

Era lo que creía cándidamente en ese tiempo y fui coherente con lo que pensaba. Lo mismo hoy. No creo que exista la izquierda y la derecha: creo que existen los que son partidarios de las sociedades plurales, abiertas, democráticas y de libre empresa, con libertades civiles y ciudadanas, por un lado; y los partidarios de sociedades totalitarias, dictatoriales, cerradas, que niegan el derecho a la propiedad y por igual niegan los derechos civiles y ciudadanos. Y soy firme partidario y promotor de la primera, y enemigo jurado y crítico de la segunda.

Tú puedes elegir tu bando; no me niegues a mí el derecho de escoger el mío. Ni tampoco me mande callar, pues ni tengo nada de que avergonzarme, ni nada que ocultar, ni nada por lo que bajar la cabeza.

A pesar de mi paso por el MPD, nunca incurrí en ningún delito, que no fuera el alborotar y tirar un par de pedradas. No atraqué, no maté, no asalté, ni tiroteé, ni tampoco delaté, ni me acobardé ni he tenido ninguna conducta que me haga bajar la cabeza. Y si sabes alguna, dímela, y con las consiguientes pruebas, claro.

Así que, lo lamento. Seguiré escribiendo y diciendo mi verdad. Y si me escribes la tuya, la colocaré gustoso en mi blog para que se conozca y se escuche otra campana. Pero no es tiempo de silencio y complicidad, es tiempo de esclarecer y decir cada quien lo que tenga que decir.

Aquiles Julián

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