sábado, 21 de agosto de 2010

¿POR QUÉ NO SE LE DIO A CHÁVEZ SU GUERRITA?


¿Qué impidió a Chávez desatar su guerrita en agosto del 2010?

Por Aquiles Julián

Esta vez no se le dio. Y eso, que venía preparando las condiciones para ello. Los reportajes, artículos, entrevistas e informaciones recopiladas en este libro digital señalan claramente, en particular aquellos que aparecen en el apartado sobre el lumpen en armas, los antecedentes del incidente que recién vivimos. Hubo incluso ejercicios en el 2005 con el personal de PDVSA para prepararlos para la guerrita asimétrica chavista ¿o deschavetada?

Hugo Chávez Frías, militar mediocre (sólo hay que ver la chapuza que fue su intento de golpe de Estado), golpista, mentiroso, locuaz, dueño de un histrionismo barato, irresponsable y demagogo, está hundiendo a Venezuela. Y en sus delirios, quiere provocar un baño de sangre que le propulse a la historia, como aquel Eróstrato que incendió el templo de Artemisa en Éfeso, Chávez quiere incendiar América del Sur: él quiere ser la chispa que le dé fuego a la pradera.

¿Sus objetivos? Aprovechar la imponer la Ley Marcial, asumir poderes extraordinarios, suspender los derechos civiles y arrojar a Venezuela a la dictadura totalitaria.

Un reportaje aparecido en www.semana.com el sábado 28 de noviembre del 2009 habla del Plan Santiago diseñado por los cubanos. ¿Su objetivo? “Profundizar la crisis de inseguridad en Zulia y Táchira, que le son adversos políticamente (a Chávez), para decretar un estado de excepción, militarizar y quitarles a los gobernadores opositores el manejo del orden público. Todo con miras a las elecciones de 2010, que son cruciales para Chávez y que no está dispuesto a perder” (léalo en la Pág. 168).

Es evidente que se pensó que ¿por qué no extender el Plan Santiago a todo el país, vincularlo a la “guerra asimétrica”, agitar un espantapájaros de la “inminente invasión del imperialismo norteamericano” a Venezuela, utilizando las “siete bases que Estados Unidos tiene instaladas en Colombia” (todo un invento chavista), y dar el zarpazo?

Los cálculos fueron hechos. Más la guerrita se les aguó a los Castro y a Chávez.

¿Qué pudo impedirles la puesta en marcha, a escala continental, del siniestro plan Santiago diseñado por los tutores cubanos para destruir la libertad en Venezuela?

La ecuanimidad, la entereza, la moderación y la firmeza del entonces presidente colombiano, don Álvaro Uribe Vélez, que actuó apegado a normas y principios de derecho internacional, no respondió a insultos, calumnias y desmadres, al igual que sus ministros y representantes, pese al aluvión de inmundicias con que los bañaron, buscando sacarlos de sus casillas, fue un factor de indudable peso.

Colombia mantuvo la calma pese al movimiento de tropas, las diatribas, la agitación del vicepresidente venezolano Elías Jaua en la frontera, las provocaciones de las FARC y otras acciones por el estilo.

La contundencia de las pruebas presentadas por Colombia de la connivencia entre el gobierno venezolano y las FARC, respaldadas por las pruebas que en la Asamblea Nacional de España se proporcionaron de la vinculación entre ETA y las FARC prohijadas por Chávez y su gobierno; el cúmulo incriminante de trasiego de armas y complicidades entre las FAN y las FARC que emergió de los discos duros de las laptops del líder de la narcoguerrilla alias “Raúl Reyes”, información avalada por la INTERPOL, también cumplieron su papel.

La actitud de gobiernos como el mexicano, el chileno, el francés, el español, el peruano y el norteamericano, entre otros, que hicieron sentir su total incredulidad ante las delirantes acusaciones de Chávez.

El rechazo de la mayoría del pueblo venezolano al intento guerrerista del gobierno. Y muy posiblemente, pese a las declaraciones estentóreas del ministro de Defensa venezolano, la renuencias de las FAN a involucrarse en una guerra diseñada para hacerlas desaparecer y sustituirlas por el “ejército popular” que Chávez está armando y adiestrando con instructores cubanos y de las FARC.

Así las cosas, no pudo prosperar el plan. Llegan a las elecciones de septiembre en total descrédito. Tuvo que darle la mano y llegar a acuerdos con la misma persona a la que injurió, calumnió y maltrató y con la que llegó a decir que nunca dialogaría.

¿Se resignarán a ver cómo se les desmorona el mamotreto socialista que han armado y que está llevando al colapso a Venezuela? Lo dudo. Intentarán, desesperados, cualquier iniciativa para llevar a cabo su jugarreta antidemocrática y antivenezolana.

Sólo resta permanecer alerta. Y alertar. Y entender siempre que se trata de criminales dispuestos a todo. Y a los que no se les puede permitir su plan.

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