miércoles, 8 de mayo de 2013

LEGALIZAR EL CRIMEN DESDE EL ESTADO



LEGALIZAR EL CRIMEN DESDE EL ESTADO
Se empieza con reclamos que suenan razonables. Se pide el derecho al aborto dando razones que parecen sensatas, el riesgo de muerte de la madre, malformación genética, embarazo fruto de aborto, etc.
 Luego, se pide el derecho al aborto porque sí, porque las mujeres tienen derecho sobre su cuerpo (ignorando el derecho de la vida que incuban, porque un bebé “no es una persona” –por eso hacemos una acción de nominalización y le cambiamos el nombre: cigoto, feto, etc.).
Luego se llega a argumentar que un bebé incluso ya nacido todavía no alcanza el estatus de  persona y disponer de su vida se califica como un aborto postparto pefectamente legal.
Damos un paso más en la dirección errada y autorizamos "la muerte digna" consignándola como un derecho y se aprueba la eutanasia.
Ahora podemos contar con el auxilio legal del Estado para suicidarnos.
Y nos llega entonces la noticia de que el partamento belga discute una propuesta introducida por el senador Philippe Mahoux, del Partido Socialista valón, infeliz propulsor hace 10 años de la ley de eutanasia, para extender la misma a menores de edad “siempre que tengan capacidad de discernir” y a pacientes con enfermedades degenerativas como el Alzheimer ¿quién discernirá por ellos?
Y están a punto de aprobar esa medida que es típicamente nazi.
De ahí se irá un paso adelante a eliminar niños con síndrome de down, parálisis cerebral y otros problemas similares, garantizándoles una “muerte digna”.
Y habrá maneras de salir de ancianos y acelerar herencias con un diagnóstico oportuno. Los belgas, entendámoslo, no son más santos o más sanos que ninguna otra nacionalidad.
Terminaremos asesinando a los inválidos y  a cualquier persona que se considere una carga o se le considere con un defecto. Y no sería extraño que se concluya por eliminar a los presos, a los  desempleados o a los pobres.
La evolución europea anuncia un recrudecimiento del fascismo con nuevas modalidades.
El sueño de la raza perfecta no se ha abandonado. Bélgica, recordemos, estuvo bajo la férula nazi.
¿En qué momento se considerará al extranjero, al inmigrante, una carga social y se le ayudará también a tener una “muerte digna”?
Un día de estos ¿no se considerarán los hornos crematorios nazis como una recurso para una muerte digna para millones de judíos? ¿No es esa ley que promueve el crimen con asistencia del Estado con ciudadanos, aún sean estos mismos los que lo pidan, una especie de “solución final” en ciernes?
La involución y la destrucción de valores como el respeto a la vida se acentúan.
Y es que un paso en la dirección errónea nunca es inocente ni suficiente, siempre nos lanza en la peor dirección y nos sumerge en ella.
Hace 10 años, por inspiración de ese mismo senador belga, y del Partido Socialista valón, se aprobó la eutanasia. Y ahora buscan celebrar el crimen desde el Estado expandiéndola.
La sed de sangre no se sacia fácilmente.
Siempre habrá a quien más extenderle la “muerte digna” que ese senador y esos suciolistas no se aplican a sí mismos.

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