ESTA SOPA ES MALA PARA EL ALMA... Y PARA LA LIBERTAD

ESTA SOPA ES MALA PARA EL ALMA... Y PARA LA LIBERTAD
Si algo aman los gobiernos, los fanáticos del poder, los que adoran imponerse a otros, es controlar el contenido y la difusión de información.
Todo político, en su alma, tiene vocación totalitaria: el poder absoluto, incuestionable, incontrolable, a su libre albedrío.
Las sociedades, que no podemos prescindir de esa plaga, por lo menos tenemos que imponer normas, reglamentos, medios de atenuar sus calamidades y restringir su vocación a límites tolerables.
La vertiginosa expansión de la Internet tiene locos a muchos políticos.
Sobre todo, porque han visto en la Primavera Árabe sus resultados: regímenes aliados de añales caídos por la acción concertada de anónimos ciudadanos que despiertan a sus derechos y responsabilidades.
Y lo han visto también en las filtraciones de Wikileaks.
Y en los movimientos de ciudadanos indignados por la estafa multibillonaria a sus ahorros y esperanzas.
Y, con el apoyo de las corporaciones mediáticas, de Hollywood, de editoriales, etc., están presionando para que se apruebe una Ley Mordaza, con la excusa que es para evitar "la piratería".
Y eso en los Estados Unidos, porque allí están viviendo también el efecto de una ciudadanía que puede expresarse por la red escapando al férreo control de los medios masivos que responden, como siempre, al interés de poderosas corporaciones y no al interés de los ciudadanos comunes y corrientes.
Así que nos quieren dar a beber una SOPA inmunda y tóxica para el alma... Y para la libertad.
Un intento parafascista de controlar la libertad de expresión y de intercambio.
Una negación de derechos fundamentales.
Y un arma para que corporaciones y abogados se den al terror y a la persecusión que terminarían por destruir el más formidable factor de comunicación, cultura, expresión y amistad creado por el hombre en toda su historia: la Internet.
Unámonos para reclamar que esa SOPA sea echada a la basura.
STOP SOPA. FREE INTERNET.