LOS
CRIMINALES NAZI DEBEN SER LOCALIZADOS, ENJUICIADOS Y PENALIZADOS POR SUS
HORRENDAS PRÁCTICAS Y SUS CRÍMENES, SIN NINGÚN TIPO DE CONDESCENDENCIA.
Y lo
mismo con los criminales que amparados en tiranías de derecha o de izquierda,
incurrieron en todo tipo de vesanías y sevicias contra sus poblaciones, se
abrogaron el derecho a matar y a torturar, masacraron impunemente a ciudadanos.
Bestias
sedientas de sangre, ávidas de pisotear y ensañarse sobre otros, merecen ser
castigados no importa el tiempo que tome localizarlos y llevarlos a juicio.
Los hay
de todos los sabores y colores.
Y todos
merecen nuestro repudio, nuestra condena, nuestro rechazo.
El
conflicto con los árabes y los palestinos es realmente complejo y merece
estudiarse con detenimiento. No es sencillo. Hay involucrados asuntos
culturales, religiosos y de poder. La negación por parte de las naciones árabes
y los palestinos de que Israel exista como Estado: han hecho tres guerras de
exterminio, buscando arrasar el Estado israelí y masacrar a toda su población,
ha sido respondida con excesos e intolerancia de parte de los israelíes, que
tienen por igual sectores altamente intolerantes y radicales. Han existido
excesos de ambos lados, todos horrendos e inaceptables. Ahora bien, que allí se
cometan crímenes, abusos y masacres no tiene nada que ver con que se persiga y
se castigue a criminales de guerra nazis, como, por igual, soy partidario de
que se castiguen a los criminales de guerra comunistas, norteamericanos,
derechistas y a cualquier persona que se crea autorizada a eliminar a otra por
su nacionalidad, raza, cultura, condición social, religión, ideología o
preferencia sexual. La protección a criminales nazis la empezaron los propios
aliados y los rusos, cuando reclutaron a los nazis para sus organizaciones. Las
dos Alemanias se organizaron con miembros del partido Nazi, porque tal vez el
90% de los alemanes se involucró con creencia o cobardía u oportunismo con los
nazis. Pero hablamos de los ejecutores, los que se aplicaron a las tareas de
exterminio, los agentes activos. Estos fueron protegidos y se organizaron rutas
de escape a la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay..., donde se
establecieron y donde mantienen organizaciones secretas de protección, apoyo y
promoción del nazismo. Hace unos años, cuando Tony Raful era secretario de
Cultura, en una Feria del Libro, vino una editorial colombiana nazi con sus
libros de exaltación del nazismo, negación del holocausto y promoción de los
antivalores nazis. Aquello me chocó. La exaltación del crimen, del exterminio
de razas, de la intolerancia, de la limpieza étnica, allí, empañando una fiesta
de la cultura. Si esa editorial existe en Colombia significa que en Colombia
existen estructuras nazis operando. Somos pueblos mestizos, todos. No hay en
América pueblo alguno que sea racialmente "puro". Pero tenemos minorías,
como la supremacía blanca, el KKK y otros, creyentes de que ellos tienen algún
tipo de superioridad sobre otros, por su "raza", su
"origen", etc., y partidarios de imponerse a sangre y fuego para
tiranizar a los "inferiores". Como pertenezco, obviamente, a los
"inferiores" racialmente, pues soy un mulato en que confluyen todas
las razas que existen en el mundo, en mi caso la negra, la blanca, la asiática,
la cobriza, hacia allí van mis simpatías: hacia mis iguales. Por igual, como
Fifo, creo que hay que mostrar cómo fueron perseguidos y exterminados los
gitanos, pueblo errante al que ninguna etnia dominante quería en su territorio.
Hay que evidenciar los niveles de criminalidad e intolerancia, y las ideologías
que sustentan esas prácticas.
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