jueves, 23 de agosto de 2012

EL 90% DE LOS UNIVERSITARIOS DOMINICANOS NO TERMINAN SU CARRERA. ¿PARA QUÉ SIRVEN, ENTONCES, LAS UNIVERSIDADES?


TRÁGICO: EL 90% DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS NO TERMINA SU CARRERA. ¿NO ES ESTO PARA ALARMARSE?

El modelo educativo dominicano es perverso. No nos enseña a aprender, pensar y desarrollar competencias, sino a repetir sin entender, lo que lleva a una deformación más que a una formación.
Todo comienza en la primaria, donde pasar es más importante que saber y se premia la docilidad, no la curiosidad.
Allí los niños son sometidos, estandarizados, reprimidos y adocenados.
Y de allí, el modelo sigue pervirtiendo y dañando a los jóvenes, provocando una amplia deserción escolar.
Se les inoculan falsos valores, mentiras y disparates.
No se les estimula a indagar, contrastar, evaluar, discriminar; es decir, las destrezas del pensar.
Y son víctimas de los egos desproporcionados de seudoprofesores que se ensañan con quienes muestran pensar con cabeza propia y cuestionan lo que escuchan.
Además, es una seudo educación pasiva, audiovisual, sin que involucre la experiencia, la acción, el cuerpo.
Y todo aprendizaje o es corporal o no es nada.
Sólo la experiencia autentifica el conocimiento. Lo otro es información vacía.
Así, los estudiantes desarrollan todas las malas artes posibles para pasar sin ocuparse de aprender.
El chivo, la compra de exámenes y hasta el sexo por la calificación se dan en los centros educativos ante la vista gorda de las autoridades.
Y cuando llegamos a las universidades la cosa se hace más triste.
Profesores de folletitos, que hacen negocio vendiendo sus apuntes en combinación con negocios de fotocopiadoras, en vez de inducir al estudiante a investigar y contrastar varias fuentes; presiones por favores sexuales; docentes que van a hacer chistes o que no importante la materia y luego pasan a los estudiantes... Toda una serie de inconductas, incluso en profesiones como la medicina, por ejemplo, que egresan profesionales con grandísimas deficiencias y lagunas.
Súmele a ese cuadro tétrico esta información que aparece hoy en El Nacional: el 90% de los más de 400,000 estudiantes universitarios, es decir, 360,000 mínimo, nunca terminarán sus carreras.
Apenas el 10% las concluye.
¿Cuál es el sentido, entonces, del sistema escolar? ¿De tantas universidades? ¿De todo el modelo vigente?
Además de sangrar a los padres y ser una fuente de lucro ¿sirve para algo?
¿Se hará en la Educación lo que nunca se ha hecho?


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