sábado, 24 de diciembre de 2011

CHEO TEJEDA, PUERTO RICO Y EL TRATO A LOS HAITIANOS EN REP. DOMINICANA


CHEO TEJEDA, PUERTO RICO Y EL TRATO A LOS HAITIANOS EN REP. DOMINICANA.

Jose Tejada Gomez

En Puerto Rico hay sectores que tratan al dominicano como los hay en Dominicana que tratan al haitiano.

Aquiles Julián

Evidentemente, querido Cheo, no te has podido zafar del estalinismo. De seguro me podrás probar la tesis que suscribes, al igual que aquel izquierdista disfrazado de periodista, Juan Bolívar Díaz, un político con cobertura de prensa, al igual que gran parte de los "periodistas" dominicanos que, como sabes, eran militantes de izquierda y respondían no a la profesionalidad sino a la línea de Partido, que aquí estamos cometiendo un "genocidio" civil con los haitianos, término empleado para consumo en Europa, como sabes mejor que yo. Aquí supongo que habrá de todo, al igual que en Puerto Rico. Tengo añales que no voy, desde 1993. Pero aquí los inmigrantes haitianos viven mejor que en su propio país. Trabajan en toda clase de quehaceres, según su capacidad y las posibilidades que el país ofrece. No creo que eso suceda en PR. Ojalá. Aquí son catedráticos universitarios, profesores, médicos, estudiantes, fabricantes, comerciantes formales e informales, vendedores de todo tipo de cosas en las esquinas, pregoneros, tricicleros, serenos, domésticas, jornaleros, obreros de la construcción... Mi hijo mayor, el de Elsa, a quien conoces, se casó con una profesora puertorriqueña y mi nieta nació allá, así que tengo una nieta puertorriqueña. Nunca he sentido maltrato hacia mí. No soy blanco. No soy de tez clara. Y mi hijo, como sabes, viene de una familia materna con un peso alto de sangre negra. Como se deduces de lo que dices, en PR estarán también cometiendo un "genocidio" civil con los dominicanos. ¿Me puedes decir dónde están los haitianos masacrados por tal genocidio? Evidentemente, eres de los que promueven que se cedule y dé derecho de elegir a nuestras autoridades a la masa de haitianos que viven en nuestro país, de forma que se facilite la fusión que los Clinton y Kennedy propician para nuestras dos repúblicas, sobre todo desde que en el 2004 han prácticamente desmantelado la nación haitiana y la mantienen intervenida abusivamente. Y sólo necesitan que el descrédito de nuestro sistema y autoridades conlleve la suficiente repulsión social como para que la gente acepte lo que sea. Y para eso se trabaja activamente. Pasarse la vida denunciando al imperialismo para terminar sirviendo a un plan antinacional no es la mejor manera de concluir los años de vida. El Plan Clinton, si pasa, va a pasar sobre la sangre y la vida de muchos, por ejemplo la mía, porque no es verdad que me voy a quedar quieto y tampoco me voy a ir de mi patria. Así que habrá genocidio, pero no de haitianos, sino de dominicanos que nos negamos a dejar de serlo. Me apena que no hayas aprendido nada durante estos años, campeón. Censuraste mis artículos porque no estabas de acuerdo con ellos y nunca los publicaste, pero sí la infamia de Juan Bolívar Díaz para consumo europeo y para postrar a nuestro país. Luego hablamos de libertad de prensa y de pluralidad, ¿verdad? Definitivamente, el estalinismo es una enfermedad mental. Te dejo con las palabras de Stalin cuando brindaba con Ribentropp el Pacto Hitler-Stalin que produjo la 2da. Guerra Mundial (inmediatamente después Stalin y Hitler se repartieron Polonia y Stalin se anexó por la fuerza los países bálticos): "Desde hace años nos hemos lanzado mutuamente los peores insultos, pero eso no debe impedirnos llegar a un entendimiento". Y fíjate en este brindis del Padrecito de los Pueblos: "Stalin abrió la interminable serie de brindis, sin consideración alguna para la úlcera de duodeno del ministro alemán. "Yo sé bien cómo quiere el pueblo alemán a su Führer: ¡Bebo a su salud!" Ese es ese Stalin cuyas maneras dominan a nuestros periodistas y a todo ese aparato de "compañeros de ruta" que están facilitándoles las cosas a los Clinton y los Kennedy, y a sus sostenedores: EE.UU., Francia y Canadá. Y es que, como explicó Stalin, los insultos no deben impedir el entendimiento, sobre todo cuando está generosamente subvencionado por dólares que fluyen a través de las ONGs. Bendiciones para ti. Yo seguiré siendo dominicano.

Jose Tejada Gomez

Primero, mi estimado amigo, nunca he sido stalinista, pero el punto de partida mi no es ideológico ni político, sino humano. Creo que en Puerto Rico hay sectores que tratan al dominicano con el mismo esquema que lo hacen aquí sectores dominicanos. La migración haitiana es un problema, pero me he dado cuenta que hay sectores que la combaten al tiempo que se benefician de ella. Son los sectores que no se interesan por regularizar esa migración. La quieren ilegal para descreditarla y aprovecharse de mano de obra barata. Le quieren ilegal para hacer su negocio en la frontera, como hemos publicado. El dominicano en Puerto Rico se dedica a labores que ya el boricua desecha, e igual ocurre aquí en muchos casos. El problema nuestro se agrava por esa falta de institucionalidad,por la ausencia de controles y la corrupción en la frontera. Como ambos somos amigos, podríamos buscar espacio para discutir este tema. Pero te observo lo siguiente, tu y muchos lucharemos en contra de esa migración haitiana, pero al mismo tiempo veremos lo poco que hace el Estado. Sencillamente por ella beneficia a grupos económicos que ven en esa mano de obra la vía de amasar ganancias, y esa gente, y tu lo sabe, no saborea el patriotismo, lo de ellos es el dinero, y ellos son los que mandan. o no?

Aquiles Julián

Eres el primer caso de un militante de un partido estalinista que nunca lo fue, pero te lo acepto. He defendido que los haitianos aquí se les regularice su estatus migratorio, se impida cualquier abuso y se les proteja, como a cualquier extranjero, como a todo ser humano. El asunto es el Plan Clinton y el contribuir a que crean que aquí, el lugar donde mejor se les trata a los haitianos, incluyendo mejor que en su propio país, estamos cometiendo en palabras del señor Juan Bolívar Díaz, miembro de una institución financiada con fondos norteamericanos, por cierto, un "genocidio civil", palabras escogidas maliciosamente para asustar a los europeos, que sí saben lo que es un genocidio. He dicho que Haití puede ser ayudado de dos maneras: una, dándole el estatus de nación más favorecida, mismo que le concedieron los norteamericanos a los camaradas chinos y que provocó el "milagro chino" cuando el gran líder Deng Xiao Ping, aunque todo comenzó con el Timón Proletario Mao Tse Tung y la diplomacia del ping pong, cosa que tú recuerdas claramente, porque bien maoístas que ambos éramos (y por cierto, si eras maoísta eras estalinista, de paso). Si a Haití le dan el estatus de nación más favorecida, se estimulará la inversión de capitales en Haití, dada su cercanía con La Florida. Si, de paso, se establece una gracia de un 15% de exoneración impositiva a las empresas que inviertan en Haití al otro día nuestros vecinos se convertirán en un lugar lleno de inversiones. ¿Por qué Obama no toma esas decisiones que sí son humanitarias, en beneficio de los haitianos? Si quieren asimilarlos a otra nación, fusionarlos, entonces propongo que lo conviertan en el Estado 54 de la Unión, que los hagan norteamericanos. ¡Eso sí es justicia! De un tercer mundo lleno de precariedad al primer mundo de un salto. Como los Estados Unidos, a diferencia nuestra, no son un país racista y allá sí que no se produce el genocidio civil que tenemos los dominicanos en la opinión de esa cumbre del periodismo independiente e imparcial, el maestro Juan Bolívar, a quien le explotaron unas bombas que transportaba en su cepillo y dijo que fue un atentado (vieja maña del izquierdismo: cuando les explotaron en varias oportunidades las fábricas de bombas en la UASD, por cierto la última vez que le explotó a los Línea Roja fue en 1990 ó 1991, por cierto) y puso pie en polvorosa para evitar tener que dar explicaciones (y bien sabes que en el gobierno de Balaguer las bombas las poníamos nosotros, pues ellos te pegaban un balazo y san se acabó), pues ese ejemplo de carencia total de profesionalidad y de prestarse a planes antinacionales, de seguro estará de acuerdo que, en vez de asimilarlos y condenarlos al tercermundismo de hambre y discriminación que vivimos los dominicanos, se les eleva a la condición de ciudadanos del primer mundo, dándoles la ciudadanía norteamericana. ¿Qué ganan con ser dominicanos? Nada. ¿Y con ser norteamericanos? Oh, eso sí es un gran beneficio. Pero veo mucha gente que vive en Estados Unidos que quieren que los haitianos sean dominicanos. ¿Por qué no son misericordiosos y exigen que los lleven a vivir donde ellos viven, que es en el primer mundo, y los quieren condenar a la pobreza del tercer mundo?

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