La recomendación del FMI y el futuro de usted y el mío.
Por Aquiles Julián
“Sólo cuando baja la marea se sabe quién nadaba desnudo.”
Warren Buffett
El Fondo Monetario Internacional, FMI, acaba de preparar una serie de medidas para que los gobiernos las implementen que tienen implicaciones graves para el futuro de usted y para el mío.
¿Las conoce?
Un grupo de trabajo, encabezado por Erik Oppers, economista del FMI, quien presentó las conclusiones del “estudio” que hicieron a la prensa, recomendó a los gobiernos y naciones un conjunto de medidas para hacer “sostenible” el sistema de pensiones.
Las medidas recomendadas son, en sí, una estafa disfrazada en nuestro perjuicio. Y de seguro empezarán a maquillarlas para colarlas discretamente. Y nos distraerán para la ocasión.
LO QUE EL ESTUDIO DICE Y LO QUE NO DICE
El FMI informa que el aumento de la expectativa de vida de la población coloca a los sistemas de pensiones en una crisis, pues no pueden responder a las obligaciones contraídas con los cotizantes en las condiciones vigentes hasta el momento.
De ahí que recomienden combinar el “aumento en la edad de jubilación y de las contribuciones a los planes de pensiones con recortes de las prestaciones futuras”.
Eso significa, para los ciudadanos contribuyentes:
· Poner edades de jubilación tan altas, 70 a 75 años de edad, para ver si antes de alcanzarlas las personas mueren y no hay que pensionarlas.
· Incrementar el monto de las cotizaciones, con los que reducirán de hecho los sueldos y salarios de los trabajadores y la clase media
· Reducir la cantidad a pagar por jubilación a quienes lleguen a la edad provecta y, de manera terca, insistan en vivir y jubilarse, lo que hará que sus últimos años estén llenos de precariedad e insuficiencia.
Si vemos las propuestas, se trata de depredar aún más el magro ingreso de los trabajadores y de la clase media, buscando, por otro lado, elevar la edad de retiro lo suficiente como para que la gran mayoría no pueda llegar a ella.
Eso es lo que dicen las recomendaciones.
Lo que no dicen es que los fondos de pensiones de todos los países desarrollados están quebrados porque invirtieron sus recursos en las hipotecas subprime y son las víctimas de la burbuja hipotecaria que estalló en los Estados Unidos y arrastró en una debacle financiera a las economías del mundo.
De ahí que el organismo termine por declarar: “Hoy ningún activo puede considerarse totalmente seguro”. Sobre todo cuando se especula y se inventa con ellos (http://www.eleconomista.es/economia/noticias/3886868/04/12/FMI-Los-costes-del-envejecimiento-podrian-crecer-un-50-por-ciento-antes-de-2050.html).
DESPOJAR A LOS DESCENDIENTES DEL HOGAR DE SUS PADRES.
Las recomendaciones del FMI dan a los políticos, que no necesitan mucha asesoría para ello, ideas para incautarles a los jubilados sus hogares.
Junto al plan de subir la edad de retiro, aumentar el monto de las cotizaciones y reducir el monto de las pensiones, debido a lo que denominan “riesgo de longevidad” (sobre todo ahora, que empieza el período de jubilación de los babyboomers en los Estados Unidos, país endeudado si es que hay), los economistas del FMI también recomiendan otra “idea brillante”: apropiarse con astucia de las viviendas de los jubilados y despojar de ellas a las familias, una vez fallecida la persona.
El concepto creado es la llamada “hipoteca inversa”. Mediante ella los jubilados, a los que previamente se les han recordado los montos de pensiones previstos, recibirán un complemento adicional a cambio de que, al fallecer, las viviendas pasen al Estado o a manos de la institución suplidora, lo que dejaría a las familias sin uno de los escasos bienes heredables que la mayoría de las personas alcanzan a dejar a sus descendientes.
Como cualquier persona sabe, al jubilarse no sólo se recortan los ingresos, sino que los gastos médicos por achaques de la edad, enfermedades crónicas y degenerativas, se aumenta, mientras se dificulta la cobertura de los seguros de salud.
Eso, ligado a la reducción del monto a pagar por jubilación, obligará a muchos jubilados a caer en la trampa de suscribir esas “hipotecas inversas”, sobre todo cuando se les asegure de que continuarán viviendo en el inmueble hasta el día de su deceso y, mientras tanto, recibirán un estipendio adicional que les aumentará la cantidad de dinero recibida. Es, como vemos, un caramelo bien envenado. (http://economia.elpais.com/economia/2012/04/11/actualidad/1334133453_457282.html)
¿A QUIÉN PROTEGE EL FMI?
El FMI no tiene para nada cuidado en proteger a la población. Es un organismo para proteger los intereses de las grandes corporaciones y de los grandes bancos. Los mismos que, en sus manejos especulativos, desataron la feroz crisis financiera que hoy pagan los trabajadores y la clase media, víctimas de la misma.
Un ejemplo de eso es el siguiente hecho: Warren Buffett, el presidente y CEO de Berkshire Hathaway, y a quien se le reputa como el inversionista más agudo y perspicaz del mundo, un genio de las finanzas, es el principal accionista de la agencia calificadora de riesgo Moody´s.
Moody´s y la Standard & Poors, otra calificadora de riesgo, fueron las que dieron a las hipotecas subprime la calificación AAA, la máxima en rentabilidad y confiabilidad, que llevó a los fondos de pensiones, cajas de ahorros y otras instituciones, del mismo Estados Unidos, pero sobre todo de Europa, a adquirir aquellos activos tóxicos y destruir los ahorros y las esperanzas de millones de personas.
Buffet, con fuertes inversiones en Wells Fargo, American Express, Procter and Gamble, IBM, Wal-Mart, BNI Burlington Northen Santa Fe Corp., Kraft Foods y Coca-Cola, y una fortuna personal estimada en US$52,o00,000,000.00 (cincuenta y dos mil millones de dólares), fue de los que recibió billones de dólares del gobierno norteamericano en la operación de rescate financiero realizada por el presidente de los EE.UU., Barack Obama, ante la crisis provocada por la burbuja hipotecaria de las hipotecas subprime y el descalabro financiero consecuente.
Fue un gran beneficiario de la crisis financiera, a costillas de los contribuyentes norteamericanos.
Y pese a que es prácticamente el dueño real de la Moody´s, el mismo Buffett señala que: “… que no se basa en las calificaciones de crédito cuando se toman decisiones de inversión. Él hace sus propios juicios sobre las empresas. “Lo que esperamos es mala calificación crediticia, ya que nos daría la oportunidad de obtener un beneficio, si no estamos de acuerdo con las agencias de calificación” (http://www.huffingtonpost.com/2010/06/02/warren-buffett-moodys-fcic_n_597239.html)
Él no se basa en las calificaciones de la Moody´s, pero sí se hizo de la vista gorda cuando la Moody´s recomendaba invertir en las hipotecas subprime, provocando la burbuja inmobiliaria que terminó por provocar la crisis que desde el 2007 vive la economía mundial.
¿No es irónico que en Estados Unidos Berkshire Hathaway es la empresa más admirada por los ciudadanos?
¿QUÉ FUTURO NOS ESPERA?
Si usted entiende lo que el FMI ha planteado, tiene que tener una idea de qué futuro ellos han diseñado para usted y para mí.
Es un futuro en que nos exprimirán más los bolsillos, alejarán lo más posible la edad de retiro, darán menos dinero a los que logren llegar a ella y jubilarse y buscarán, mediante el ardid de las hipotecas inversas, quedarse con las viviendas de los jubilados y dejar a sus familias a la intemperie.
Y el FMI, a partir de ahora, comenzará a presionar a los políticos y a los gobiernos para que pongan en ejecución esas directivas.
Cuentan con las secuelas de una crisis financiera de las que nadie sabe cómo salir, que mantiene masas imponentes de ciudadanos protestando inútilmente en todo el mundo: los llamados “indignados”.
Muchos añoran los buenos viejos tiempos de la sociedad industrial, con sus empleos estables y sus planes de jubilación.
Pero las industrias migraron hacia China.
Y ya incluso, debido la mejoría de las condiciones de los trabajadores en China, migran hacia países más depauperados dispuestos hacer la misma tarea por menor pago.
Sin industrias, lo que quedan son las empresas de servicio: preparar hamburgers y hotdogs y empleos por el estilo.
Y fuera de las fábricas ya no se puede hacer huelga.
De hecho, están penalizando y criminalizando las protestas.
Han hecho un diseño en que a usted y a mí parece que lo que nos toca es perder.
TENEMOS QUE ENCONTRAR UNA OPCIÓN DE FUTURO
Mientras, el aparato mediático nos entretiene con el deporte, los chismes, la farándula, el esoterismo, las frivolidades, la política y todo lo que nos ocupe la mente para que no nos demos cuenta de que nos llevan al matadero.
El alcohol, las drogas, los partidos deportivos, los eventos y temporadas comerciales, la farándula y sus chismes, todo se emplea para mantenernos distraídos y que no nos demos cuenta de hacia dónde nos llevan.
Y de hecho, las personas vivimos sin preocuparnos por ello, convencidos de que los políticos, los gobiernos, la suerte, Dios, los hijos o la profecía maya nos salvará del desastre y al final encontraremos un medio de escapar al destino que nos han diseñado.
Pero la responsabilidad por nuestro futuro es nuestra. De nadie más.
No podemos delegarla.
De ahí que tenemos que escoger entre empezar hoy a construir activos que nos libren de un futuro de precariedad o indigencia, o dejar que “la vida” decida por nosotros.
Tenemos que empezar a desarrollar inteligencia financiera para escapar al destino programado por los grandes beneficiarios de nuestros gastos, para los que sólo somos una fuente de enriquecimiento reemplazable, no seres humanos dignos de mejor suerte.
Por desgracia, nada de eso lo enseñan en las escuelas.
Recibimos educación académica y educación profesional, pero no recibimos educación financiera, por lo que carecemos de conocimientos y experiencias apropiados. Tenemos que hacernos de esa educación ahora, porque ya incluso es tarde para muchos de nosotros.
APRENDER A CREAR ACTIVOS, NO PASIVOS
Y eso significa aprender a crear activos, no pasivos.
Un activo es una fuente de ingresos, que crea flujo de efectivo hacia nuestros bolsillos.
Un pasivo, por el contrario, drena de efectivo nuestros bolsillos, aunque muchos nos lo quieren vender como “activos”.
Sólo existen cinco tipos de activos:
1. Los bienes raíces que se rentan
2. Los papeles de valor: bonos, obligaciones, acciones, etc.
3. Empresas con sistemas, de más de 500 empleados
4. Comercializar con commodities
5. Organizaciones de redes de mercadeo
Las cuatro primeras son excelentes opciones de activos, sólo que requieren poseer de entrada recursos para invertir en ellas, además, lógicamente, del necesario conocimiento y la experiencia.
El mismo Robert Kiyosaki, que hizo su fortuna en el negocio de los bienes raíces, señala que le toma ver más de 100 propiedades y analizarlas antes de encontrar una buena inversión en bienes raíces.
No existen otros tipos de activos, así que podemos entenderlo o no, pero esas son nuestras opciones.
Lo otro es el empleo y el autoempleo que aquí llamamos tener “mi negocio propio”, y que no nos hace dueños de un negocio, sino de un empleo, porque el negocio depende de nosotros y sin nosotros se cae, lo que nos esclaviza a él.
Son nociones nuevas que aprender. Que contradecirán muchas ideas preconcebidas.
Que desmantelarán muchos prejuicios y falsos “conocimientos”.
Que nos pondrán cara a cara, a veces de manera cruda, con nuestra realidad.
Pero que nos harán reaccionar.
Y actuar antes de que, como dice mi mentor, Theo Galán, “lo inevitable” llegue.
Porque no sabemos cuándo, cómo, dónde y qué, pero sabemos que lo inevitable vendrá.
Sólo podemos elegir cómo queremos que nos encuentre cuando llegue.
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