Las infamias de Angelita Trujillo
Por Aquiles Julián
“Los enemigos políticos de mi padre han querido satanizar su nombre, pero nosotros, conocedores de la verdad, nadie nos puede confundir”.
Angelita Trujillo
Tragarse una entrevista a Angelita Trujillo es tarea ingrata, pero necesaria. Sus “verdades” acomodaticias y su amnesia selectiva sorprenden. Y conviene ponerlas en evidencia.
En la entrevista que el director del Listín Diario le hace, la “soberana” se despacha con una serie de opiniones insultantes y engañosas: repite el cúmulo de calumnias puestas a circular por el trujillismo para desdorar la acción viril, responsable y justiciera más importante ocurrida en el país en todo el siglo XX: el ajusticiamiento del monstruo; por cierto, su padre.
No es ni tan angélica ni tan inocente esta vividora; por el contrario, es pérfida, maligna y tiene bajo sus uñas un plan satánico contra el país: endosarnos al petimetre de su hijo, un sirveparanada, con el fin de restaurar la “monarquía” trujillista. Y sería un descuido penoso dejarle pasar sus infamias.
TRUJILLO NUNCA FUE PRESIDENTE ELECTO DEL PAÍS
Lo primero es dejar claro que Trujillo no fue nunca presidente electo del país. Fue un asaltante que, mediante el terror y el crimen descarado, dirigió una asociación de malhechores que secuestraron el poder en 1930 y durante 31 ominosos años empleó el crimen, el soborno y el terror para someter a los dominicanos.
Si sus cómplices, o los descendientes de sus cómplices, que son muchos, quieren tildarlo de presidente, de “Benefactor” o de lo que les dé la gana, allá ellos. No lo fue. No ganó ninguna elección. Fue un maleante que se adueñó por la fuerza de nuestras endebles instituciones y lo pervirtió todo. No más.
Trujillo, su padre, fue un sicópata: simulador (le decía “papá” a Horacio Vásquez, y “mamá” a doña Trina de Moya, la esposa, mismos a los que traicionó cuando se sintió con fuerzas para ello); avieso, dado a todo tipo de delincuencia (secuestró, estafó, chantajeó, despojó e hizo todo tipo de abuso amparado en sus servicios a la soldadesca yanqui durante la primera intervención norteamericana que concluyó en 1924: así hizo fortuna), medró al amparo de Horacio Vásquez, el cándido mocano que alimentó aquella serpiente que terminó por morderle el calcañar. Era un violador contumaz, desde siempre; oportunista y trepador. Ególatra consumado y criminal que no se paraba ante nada.
Ese y no otro es el perfil moral y mental de aquella fiera. Y esa es la sangre que lleva en la sangre Angelita junto a la otra, a la sangre prostituida de “la españolita” que vivía de amantes. ¿Y es esa damisela la que habla de “moralistas sin moral”? Inmoral ella misma que toda su vida ha vivido de lo robado a este país ¿o ha sido de su trabajo?
MUCHO MENOS FUE ESTADISTA NI CIVILIZADOR
Algo que Trujillo y los trujillistas siempre pretendieron fue vender la idea de que este país era una selva previo al 1930 y que fue Trujillo que lo “civilizó”. Y aparece más de un trujillista disimulado que repite y airea esa falsedad. Y no faltará quien endose a Trujillo la construcción de la Catedral Primada y hasta el Alcázar de Colón. El servilismo da para todo.
Pero cualquier dominicano sólo tiene que caminar por Gazcue para saber cuál fue el máximo nivel que produjo el trujillismo. Bien, Gazcue es el monumento al desarrollo urbano trujillista. Compárenlo con otras urbanizaciones y zonas residenciales de clase media alta y alta y verán si hemos avanzado o no.
Los 31 años trujillistas fueron de retroceso en todos los órdenes para el país. Las obras públicas hechas por el tirano se hacían como negocio para él: esta era su finca, su propiedad. Y todos los dominicanos siervos de la gleba de este señor feudal anacrónico.
Al frustrar el desarrollo de un empresariado nacional, vía el crimen, el despojo y el abuso, nuestro país, comparado con Cuba, por ejemplo, que exhibía en el mismo período impresionantes niveles de desarrollo, era de un atraso espantoso, pese al maquillaje que las obras trujillistas querían disimular.
No sólo un dañino retroceso en lo económico, en lo político todavía es el tiempo en que padecemos las secuelas de aquel régimen: el caudillo que se entroniza en el poder y no respeta Constitución ni leyes; el tráfico de influencias; la carencia de marcos legales verídicos a los que los ciudadanos, empresarios y trabajadores puedan acogerse; la prevaricación y el dolo; la corrupción; el sicariato (iniciado por Trujillo cuando mandó a matar al poeta y político Virgilio Martínez Reyna y con la letal “42”), los abusos de poder, la impunidad y otras prácticas derivadas de la Era infame de Angelita I.
¿Y el daño moral? La sumisión rastrera, el clientelismo, el soborno, el chantaje, la moral de María Gargajos, el maipiolaje, el lambonismo, el caliesaje y las exaltaciones delirantes ¿no son todavía inconductas que se viven en todas las formaciones políticas y que asquean en todos los gobiernos?
¡Y viene esta pérfida señora a vendérsenos como inocente víctima de la ingratitud de los dominicanos! ¡La hija del “Benefactor”, como ella misma persiste en llamarlo!
LAS MOTIVACIONES DE LOS HÉROES DEL 30 DE MAYO
¿Dónde se pone en evidencia su verdadero propósito? En la respuesta que da a varias preguntas que le hace el director del Listín Diario a las “motivaciones” de los héroes del 30 de Mayo.
Siempre es sospechoso discutir sobre motivaciones, porque lo que cuenta es el impacto positivo o no de los hechos. Las intenciones son subjetivas y cada quien las pinta a su conveniencia. Para la hija del delincuente infame, la motivación de los héroes del 30 de Mayo era “la ambición”.
Ellos eran los ambiciosos. Ahora bien, ¿basado en qué lo dice? ¿Qué documento o conversación recoge la división de bienes que los conjurados hicieron previo a la comisión del acto justiciero? ¿Cuáles empresas eran para la familia Díaz? ¿Cuáles otras para la familia De la Maza o la Báez? ¿Qué finca tocaría a Amado García Guerrero? ¿Qué otras tocarían a los Tejada o a los Cedeño?
Porque la ambición (el propósito de eliminar a Trujillo para apoderarse de sus bienes), tendría que haber originado una repartición previa para que, muerto el tirano, cada quien corriera a adueñarse de la parte del despojo que le tocaba.
Nunca hubo tal acuerdo, ni tal motivación, ni conversación alguna sobre el tema. Se trata de una vulgar calumnia propia de una calumniadora contumaz, empecinada en retorcer los hechos para exculparse de la impía sangre que le fluye por las venas.
Y como buena calumniadora que es, sigue acusando sin proporcionar prueba alguna: “se demostró a través de los años”, los que quedaron vivos “fueron muy favorecidos”. ¿Y por qué no nos dice qué propiedades del Estado o bienes de los Trujillo usufructúan los Amiama Tio, los Imbert Barrera, los Báez Perelló, los Cedeño, los Díaz Quezada, los De la Maza, los García Guerrero, los Cáceres, los Tejada, etc., incluyendo a los vinculados a la trama y que sobrevivieron como los Reid Cabral, los Vicini, los Cabral, etc.?
No es haciendo alusiones improbadas que se esclarecen las cosas.
Angelita, que ha sobornado a funcionarios públicos y se ha apropiado de documentos y propiedades del Estado dominicano, incluyendo los videos y películas de Radiotelevisión Dominicana y archivos del propio Palacio Nacional, cuestión admitida por su propio esposo, el desertor y delincuente Luis José Domínguez, tiene suficiente material para probar el origen de fortunas y propiedades, además de la colaboración de funestos cortesanos del trujillismo que mantienen en el país posiciones de poder.
¿Por qué no denuncia con pelos y señales los desmanes y la apropiación indebida de bienes del Estado y de las empresas de los Trujillo? Primero, porque no hubo tales “favorecimientos”. Segundo, porque tanto durante los siete meses del gobierno de Juan Bosch en 1963, como desde el 1966 en que han gobernado los partidos Reformista, Revolucionario Dominicano y de la Liberación Dominicana, los trujillistas han cogobernado el país desde esos mismos partidos o desde sus aliados. Y si algunos han depredado el Estado y se han enriquecido con el patrimonio incautado a Trujillo fueron ellos, no los antitrujillistas y menos los que cumplieron la digna tarea de librarnos del monstruo que nos desangraba.
¿DÓNDE APARECE QUE ANGELITA ADMITIÓ LOS “EXCESOS”?
No leí en ninguna de las respuestas que la infame hija de Chapita admitiera “algunos excesos” de su padre. Por el contrario, justifica sus prácticas. Es más, muchas de lo que se cuenta y ha documentado de torturas, crímenes, vejaciones, despojos, etc., no son más que el resultado de “fantasías” inventadas por personas “para hacerse mártires y héroes ante los demás y ante la opinión pública”.
Eso, claro, debe incluir los fotomontajes o las manipulaciones vía photoshop (aunque no existía para la época), de la foto de José Messón en la silla eléctrica y otras por el estilo. Ya sabemos que Messón lo que quería era hacerse el mártir y el héroe ante los demás ¿verdad, Angelita?
Y por si acaso usted o alguien no lo sabía, el crimen del administrador del Banco de Reservas, muerto por haber entregado a Fulgencio Batista los millones de dólares depositados por aquel en su cuenta, fue el producto de que aquel infeliz burócrata bancario estaba involucrado en un complot para asesinar a Trujillo. ¡Habrase visto tales disparates!
Uno tiene que aguantarse las náuseas para navegar por estas retahílas de infamias, sueltas sin escrúpulo ni decoro alguno. ¿Su meta? Engañar al país, prostituir su memoria histórica, desinformar y pervertir.
UNA ÚLTIMA MENTIRA ENTRE TANTAS DICHAS
Despidámonos con otra mentira más, el cuento de la Fundación “Rafael Leónidas Trujillo”. El libro, extenso y rico en información, “Los Estados Unidos y Trujillo 1960-1961. Los días finales”, del escritor y economista Bernardo Vega, recoge y documenta las presiones que el gobierno norteamericano hizo a los Trujillo, en particular a Ramfis Trujillo, el trastornado hijo del sátrapa, para traspasar al Estado dominicano las propiedades que figuraban como patrimonio del tirano.
¿Por qué Ramfis cedió? Porque buscaba desesperadamente que le levantaran las sanciones económicas y diplomáticas al país y el Estado norteamericano desembolsara varios millones de dólares de la venta de azúcar, retenidos al país.
¿Dónde está el desprendimiento generoso y desinteresado? ¡No hubo ninguno! Ramfis lo que pretendía era apropiarse de aquellos millones de dólares y alzar vuelo, tal como hizo luego de la masacre de Hacienda María: el asesinato cobarde de un puñado de héroes que, de seguro, querían “hacerse mártires y héroes ante los demás y ante la opinión pública”.
Pero donde la bota es cuando dice, con toda esa candidez fingida, que “ninguno de nosotros tenía dinero fuera del país” y que “ninguno de nosotros recibíamos asignaciones del gobierno, ni contratas”. Y luego a continuación informa que “Ramfis creó algunas industrias como la Chocolatera, la fábrica de pinturas, los Molinos Dominicanos y nosotros éramos accionistas” (¿Y con qué dinero se montaron esas industrias y se adquirieron esas acciones? ¡Con papeletas de Monopolio, de seguro!). Todo, “asistido de la generosidad de mi padre”, que era quien sacaba el dinero del Estado dominicano, esquilmado a su gusto.
Y aquí es donde llega al colmo: “…pero mi mamá, cuando nosotros éramos pequeños, sacó una cuenta para cada uno de nosotros, para mi hijo menor, Rafael Leónidas Trujillo Martínez, y ahí estuvo poniendo dinero todos los años y logró sacar esas cuentas y de esas cuentas es que nosotros hemos vivido toda la vida”. ¿Ven? No tenían “dinero fuera del país”, sino unas cuentecitas donde se depositaba dinero año tras año, tan pródigas que de ellas “nosotros hemos vivido toda la vida”. ¡Vividora de lo ajeno! ¡Parásita del expolio al pueblo dominicano! ¡Y a una cosa así le dedican páginas los periódicos dominicanos! ¿No hay víctimas a las que entrevistar?
Que verguenza, tener que seguir escuchando en nuestra patria a esta gentuza (Los Trujillos), cuando debieramos estar educando a nuestra juventud con nuestra historia reciente para evitar que se repita y asi emulemos el patriotismo que demostraron Los Heroes del 30 de Mayo.
ResponderEliminarFelicidades Aquiles
Miguel de Moya de la Maza
Nieto de Ernesto de la Maza( Heroe Nacional )
Señor Julián, mis congratulaciones por tan atinados comentarios. Jamás debemos aceptar en nuestro país la reentronización de la ideología trujillista ni dejarnos engañar por esa sediciosa familia. Loor eterno a los justicieros héroes del 30 de mayo.
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