domingo, 30 de octubre de 2011

DIEZ RECURSOS PARA EL CAMBIO PERSONAL Y PARA MEJORAR NUESTRAS RELACIONES


Diez recursos para el cambio personal y para mejorar nuestras relaciones.

Por Aquiles Julián



“Denme seis horas para cortar un árbol y

emplearé las primeras cuatro en afilar el

hacha.”

Abraham Lincoln


El éxito, la realización personal, el marcar una diferencia relevante o trascendental en nuestras propias vidas, la de nuestra familia o en las vidas de otros, depende en mucho de nuestras habilidades relacionales, nuestras habilidades interpersonales.

Somos seres sociales que dependemos tremendamente de la cooperación, del hacer equipo, de interactuar con otros.

Sin embargo, las habilidades interpersonales no se enseñan ni se promueven de manera masiva. No son una materia en los estudios escolares. De hecho, los medios de comunicación (cine, TV, prensa, radio) insisten en promover y difundir modelos patológicos de conductas, destacándolos, y envenenándonos con ellos. Los comportamientos aberrantes inundan las pantallas y las primeras planas. ¿Dónde, entonces, encontrar referencias útiles para enrumbar nuestra conducta a modelos eficientes de relación?

Hay, para mí, un recurso inestimable: La Biblia. Allí hay un arsenal de guías, todas de incalculable valor. Pero vivimos tiempos en que los padres no tienen tiempo de educar en el temor de Dios a sus hijos y se promueve la disolución familiar, el ateísmo y el relativismo moral.

Quiero compartir diez recursos útiles para una vida llena de satisfacciones y logros, para que los evalúes, compruebes y aproveches.

No los leas, practícalos. Verifícalos. Incorpóralos a tu vida como una herramienta de construcción de éxito. Y sácales el jugo.

Empecemos por un par de aportes de uno de los cocreadores de la Programación Neuro-lingüística, PNL, el Dr. Richard Bandler.

FLEXIBILIDAD O LA ACTITUD DE ÉXITO

¿Es posible que las ratas muestren más inteligencia que las personas? Parece que sí. La flexibilidad se asocia a la actitud de éxito. Y las ratas son más flexibles que los seres humanos, que preferimos persistir en conductas fallidas, antes que ensayar nuevas opciones. Incluso hemos creado proverbios para justificarlo: “Más vale malo conocido, que bueno por conocer”. Ese proverbio, ¿tiene alguna sabiduría o muestra algún grado de inteligencia?

La psicóloga cognitiva Carol Dweck, de la universidad de Standford, realizó varias investigaciones sobre la mentalidad humana y la facilidad o dificultad de modificar las creencias de las personas. Encontró dos estilos de pensamiento: uno que sería cerrado o fijo y otro abierto y flexible. Y definió a los de mente abierta y flexible como los poseedores de la mentalidad que conduce al éxito.

En su libro Guide to Trance-formation, el Dr. Bandler escribe: “Durante años, los psicólogos han torturado ratas haciendo que corran por laberintos para obtener un trozo de queso. Lo interesante de estos experimentos es que, cuando los científicos cambian la posición del queso, las ratas sólo tratan de alcanzarlo de la misma manera durante las próximas tres o cuatro veces, antes de comenzar a explorar otras posibles rutas. Cuando los seres humanos sustituyen a las ratas, sin embargo, ellos siguen y siguen y siguen, en la esperanza de que si repiten lo mismo con la suficiente frecuencia conseguirán el resultado deseado.

Aparte de demostrar que las ratas son más inteligentes que las personas, estos

experimentos nos muestran que la gente a menudo se aferran a sus hábitos

hasta que se ve obligada a cambiar ... o a morir para evitar que el cambio suceda.”

Vivimos en una realidad en que lo único que permanece es el cambio constante. Cambiamos permanentemente. Somos cada día un día más maduros, más viejos, con mayor cúmulo de experiencia y, esperamos, conocimientos. Sin embargo, el miedo a intentar vías nuevas nos hace incurrir en los mismos comportamientos fracasados, que producen resultados distintos a los esperados. Nos aferramos a patrones disfuncionales de conducta. Repetimos comportamientos que son inútiles para procurar nuestra felicidad y realización. Pero preferimos al "malo conocido". No es esa una forma de actuar inteligente ni sensata.

Escogemos seguir repitiendo lo que no funciona, pero es lo que vemos hacer a otros y parece el comportamiento "natural", a arriesgarnos a encontrar una conducta que sí funcione y produzca los resultados previstos. Tememos apartarnos de la manada, y nos arrojamos al abismo… como el resto de la manada.

LOS TRES PASOS NECESARIOS PARA EL CAMBIO PERDURABLE

Si todo cambia, si nosotros mismos cambiamos de forma continua, el cambio es la condición natural de la vida. Y nos toca cambiar.

Aprender, crecer y cambiar es nuestro destino. Sin embargo, muchos pretenden que todo permanezca estático, inmutable. Y esa es una pretensión imposible.

Bandler nos recuerda las tres condiciones para que se produzca un cambio perdurable en una persona:

"A mi modo de ver, hay tres pasos para hacer un cambio perdurable:

1. La persona debe estar tan harta del problema que decida que realmente quiere cambiar.

2. Tiene que ser capaz de ver de alguna manera el problema desde una nueva perspectiva o bajo una nueva luz.

3. Nuevas y atrayentes opciones deben ser encontradas o creadas, y perseguidas.

Como Virginia Satir también dijo, si la gente tiene más de una opción, elegirán hacer aquella que consideren la mejor. El problema es que muchas veces creen que no tienen opciones."

El problema mayor es que casi todas las personas se han acostumbrado tanto a convivir con sus limitaciones, problemas, inconductas, vicios, malos hábitos, etc., que aunque se quejan de las consecuencias que cosechan, no se sienten tan desesperadas como para iniciar un proceso de cambio. Quieren otros resultados haciendo lo mismo, repitiendo las mismas viejas e ineficientes conductas que generan los mismos indeseados resultados. Y para cambiar los resultados hay que cambiar las conductas. Y para cambiar las conductas necesitamos cambiar nuestra percepción, nuestro entendimiento, nuestra conciencia. Pero tememos más equivocarnos al escoger un curso de acción distinto y dar un giro a nuestras vidas, que a seguir cosechando los mismos malos resultados (lo que es un disparate, porque lo que debemos temer es seguir en la equivocación en que estamos atrapados).

De ahí que nos empecinamos en hacer lo mismo esperando resultados distintos. Y cuando se repiten los mismos resultados de siempre, intensificamos nuestra queja... pero no cambiamos en nada nuestra acción. ¡Y después nos autocalificamos como seres "inteligentes"!

CÓMO INFLUIR POSITIVAMENTE EN LAS PERSONAS

Dale Carnegie publicó hacia 1936, durante la Gran Depresión, un clásico de las relaciones humanas: Cómo ganar amigos e influir en las personas. Ese libro sigue manteniendo una vigencia relevante. Y creo que la mantendrá mientras existamos seres humanos. Sus verdades permanecen.

Como parece que necesitamos que nos repitan y refresquen los mismos principios hasta que los asimilemos, aprendamos y pongamos en práctica, periódicamente hay autores que amplían, refrescan o afianzan los principios que permiten a los seres humanos actuar con mayor eficiente al relacionarse con otras personas, ganarse su aprecio y obtener su colaboración.

Es importante destacar lo siguiente: podemos conocer estos principios, podemos estar convencidos de su eficacia, podemos racionalizarlos y predicarlos, pero sólo serán útiles y sensatos si los aplicamos y aprovechamos sus beneficios. Veremos algunos principios de manos de otros tres autores, Laurie Puhn, Tim Milburn y Kerry Shean-Dewey. Empezaremos con ellos. Y esperamos seguir con otros, animándote a verificar en la práctica la utilidad de estas guías.

GOLPEAR CON UNA SONRISA

Laurie Puhn escribió un excelente libro de técnicas interpersonales: Instant Persuasion. ¿Su primera recomendación? Aprender a “golpear con una sonrisa” y eso significa aprender a emplear la crítica de manera positiva y constructiva.

Puhn recomenda elogiar primero de manera sincera antes de hacer cualquier crítica. Y luego de hacerla, volver a elogiar. Esa técnica se conoce como la Técnica del sándwich.

Es un error centrarse sólo en lo que alguien hizo mal. Si incurrimos en el error, podemos vaciar nuestra crítica, pero la persona no nos prestará atención ni estará receptiva a nuestra opinión.

Además, al iniciar reconociendo una cualidad, conducta o capacidad elogiable de la otra persona, la colocamos en una posición de receptividad.

Es muy útil que en vez de centrarnos en lo negativo (que es el pasado y ya sucedió, no podemos volver atrás), planteemos la crítica en términos positivos, de cara al futuro, formulándola de manera positiva: "Creo que, cuando vuelva a suceder un caso similar a... (el anterior), tendrías mayor resultado si....", y ahí hacemos nuestra recomendación.

Lo importante de una crítica no es hacerla, sino la respuesta que obtengamos.

Si no hay un cambio en el comportamiento del otro perdimos el tiempo. Peor aún, pudimos agriar la relación y afianzarle la conducta que queríamos mejorar.

Solemos ser torpes porque usamos la crítica para exponer nuestro malestar y desfogarnos, en vez de emplearla como una herramienta para el crecimiento y la mejoría mutuos.

Todo el mundo se equivoca. No podemos usar los errores, fallos y equivocaciones del otro para castigarlo o hacerlo sentir mal, sino como aprendizaje y medio de superación.

Esta técnica también te permite comprobar qué calidad y tipo de personas te rodea. Si cuando haces un comentario positivo y destacas a alguien, una persona reacciona rebajándola, añadiendo comentarios negativos o descalificadores, etc., ahí tienes a una persona dañina, envidiosa y resentida, que se siente afrentada porque otras personas brillen y sean apreciadas. Y esa reacción no se limita al tercero de quien hablan, porque tú serás el tercero una vez se hayan separado y será sobre ti sobre el que se solace acabando contigo y denigrándote.

Así que evalúa las respuestas de las personas y en función de ellas selecciona de quienes seguirás cultivando su amistad y de quienes pondrás discretamente distancia. Recuerda esto: las víboras pican a los que están cerca de ellas. Pon distancia entre tú y las víboras humanas. Salúdalas cuando las veas, pero aléjateles. Mientras más cerca estés de ese tipo de persona, más daño te harán, porque ellas suelen cebarse sobre las personas cercanas, a las que critican, rebajan y calumnian a gusto.

ESPARCIR "CHISMES" POSITIVOS

Otra recomendación que nos hace Laurie Puhn es difundir rumores positivos. Enseña que hacerlo sobre otra persona toma un minuto, pero atrae hacia ti el aprecio de dicha persona. Diles a otros lo que admiras, aprecias, estimas, respetas y quieres a esa persona, destaca sus mejores rasgos, y ellas harán por ti el trabajo de transmitirlo. Nunca cometas el error de hablar negativamente de una persona con terceros. Al hacerlo, no sólo te ganas un enemigo de gratis, sino que te desacreditas antes quienes haces los comentarios, porque esas personas de quien piensan mal es... ¡de ti!

"De lo que hay en el corazón habla la boca". Al referirte a una persona, hablas menos de ella que de ti mismo. Las personas te evalúan por cómo te refieras a las demás.

Todo el mundo tiene defectos. Pero al enfocarte en el defecto ajeno, enseñas a los demás a enfocarse en los defectos tuyos.

Es más inteligente que te enfoques en las cualidades ajenas, pues, por igual, estarás enseñando a tus interlocutores a enfocarse en las cualidades tuyas.

La crítica negativa, la descalificación, el rebajar a otros, a nadie beneficia y a todos perjudica.

Por eso, sé inteligente, usa el “chisme” en tu propio provecho.

Haz comentarios que reconozcan, edifiquen, destaquen, resalten y distingan a las personas.

Aunque no lo creas, estarás hablando más bien de ti mismo que de los demás.

Dirás qué calidad de persona eres, qué hay en tu corazón.

Es un error no comunicar a otros las cosas positivas que ves y sientes sobre una persona.

Así que, ¡a chismear positivamente!

EN VEZ DE QUEJARTE, APORTA SOLUCIONES

Laurie Puhn escribe en Instant Persuasion: ¿Por qué una persona se queja? Porque quiere algo que no tiene. Se queja porque ve un problema y quiere que lo arreglen. ¿Qué le suele suceder al quejoso? Cuando una persona adquiere la reputación de ser un "quejica", por lo general lo que hace es lograr que los demás lo ignoren, se disgusten de oírlo y lo eviten por sentir que molesta.

Entonces, ¿cómo manejar una situación en que sea oportuno y necesario señalar un problema y expresa tu opinión? Hay dos formas de manejar este tipo de situación: 1. La equivocada: te comportas como un "quejica" y, al hacer, provoca que las personas se sientan incómodas contigo y te ignoren o eviten. 2. La correcta: actúas como un solucionador de problemas, que persuades a la gente a cooperar contigo.

Lo asombroso es que una vez que reconoces la diferencia entre un "quejica" y un solucionador de problemas, tú puedes fácilmente transformarte en un solucionador de problemas y aumentar tus posibilidades de conseguir lo que quieres.

Y destaca la autora: Es un error quien se queja de algo sin ofrecer o recomendar una solución. Y señala qué es lo que funciona: Cada vez que te refieras a un problema, no lo enfoques directamente, sino diciendo que crees que podría ser mejor o podría lograrse un mayor resultado... Y ahí propón tu solución. Y si es posible da varias opciones y recomienda de ellas la que consideres más pertinente. Eso transmitirás que has pensado en el asunto, evaluado opciones y te ganas más respeto de tu interlocutor.

Es también inteligente al plantear la solución no referirse al problema, sino a una manera en que el asunto puede mejorarse.

Si decimos yo pienso, yo creo, me parece (es decir, comparto una opinión personal) que si hacemos, que si se... (Aquí aportas tu recomendación) lograríamos que... (Planteas el resultado o beneficio) creas un espacio de receptividad a tus ideas. Como las personas están conscientes de que todo puede ser mejorable, son receptivas. Sin embargo, si nos referimos al problema podemos: 1. Herir susceptibilidades; 2. Hacer sentir a alguien atacado; 3. Provocar actitudes defensivas; 4. Entrar en un tema espinoso; 5. Meterte en una área conflictiva.

Enfócate, por eso, no en el problema, sino en la oportunidad de mejorar o la solución que propones. Eso logra más.

LOS PRIMEROS 30 SEGUNDOS

Cuando te encuentras a alguien por primera vez o por la vez un millón ¡siempre es positivo halagar y hacer sentir bien a esa persona al inicio de la conversación! Hazlo en los primeros 30 segundos. Ten en cuenta que si haces sentir bien a esa persona y lo halagas o le reconoces un logro reciente que ella haya obtenido, las personas se sentirán más receptivas hacia ti. La gente siempre está en busca y a la espera de aceptación. Hazlas sentir aprobadas, apreciadas, admiradas, respetadas y queridas. Y que tu expresión, tus palabras y tu emoción sean honestas, sinceras y desinteresadas.

Toda conversación, todo intercambio, tiene un propósito. Y ese propósito depende de la receptividad y actitud de colaboración que seas capaz de lograr en tu interlocutor.

De ahí que halagar y reconocer a la otra persona con la que conversas en los primeros 30 segundos sea inteligente: provoca una mayor apertura hacia ti, transmite que no representas un peligro ni te propones que la interacción sea desagradable, genera una predisposición positiva hacia ti.

PREGUNTA SOBRE LAS TRES ÁREAS CLAVE.

Comenzar una conversación con una expresión como: "Valoro y respeto mucho tu opinión acerca de ___________ (pasión, proyecto o valor del otro) y estoy pensando en participar también. ¿Podrías compartirme tus pensamientos sobre ella conmigo?", es una manera positiva de hacer que alguien sienta que tú tienes su opinión en alta estima. Como la pregunta es abierta, puedes aprender mucho sobre un tema de interés para ambos, así como mucho sobre la forma de pensar y lo que valora la otra persona.

Si uno conecta con lo que enciende el corazón de la otra persona: sus intereses, sus valores, sus pasiones, sus proyectos, obtendrá su total atención y su simpatía. Busquemos entender, más que se entendido. Comprender, más que ser comprendidos. Oír, más que ser escuchados. Centrémonos en hacer sentir a la otra persona importante, valiosa, aceptada y querida. Ese es el camino al corazón de la otra persona.

RECONOCER A ALGUIEN FRENTE A OTRA PERSONA.

Reconócele algo positivo, agradable y cierto a una persona frente a otra u otras. Eso es algo que esa persona te agradecerá. Puede ser un reconocimiento relativo a sus capacidades y talentos, actuaciones, conductas o cualquier otro aspecto que ponga de relieve un rasgo, comportamiento, conocimiento o acción positiva de esa persona que le granjee respeto y admiración.

Conviértete en alguien que da a conocer, reconoce y propaga lo mejor de cada persona con la que te encuentras. Ellas harán eso mismo por ti (ley de la reciprocidad).

Proponte colocar en el pecho de cada personal una medalla moral mediante un reconocimiento público frente a terceros.

¿Quieres que la gente hable bien de ti? Dedícate a hablar bien de los demás, a destacar sus logros, sus conductas, sus habilidades y competencias. Transfórmate en el relacionista público de las personas que te rodean. Hazlas sentir importantes, reconocidas, apreciadas y queridas, respetadas y admiradas. Ten siempre una frase amable, de elogio y aprecio por cada persona y, sobre todo, empléala frente a terceros.

COMPARTE INFORMACIÓN VALIOSA PARA EL OTRO.

Hazles sentir a las personas que las tienes en cuenta y que te ocupas de todo lo que les pueda ser útil, remitiéndoles de manera periódica artículos, entradas de blogs, enlaces y cualquier material que creas que es relevante, importante e interesante para ellas. Haz que les llegue con una nota personal tuya explicándoles qué siente que podrán encontrar allí, por qué lo considera útil y valioso para ellas y expresándoles el aprecio y admiración que tienes por ellas y por lo que hacen.

Servir, ser útil, aportar, contribuir son el camino a crear relaciones de amistad y aprecio sólidas. Tenemos que dar si queremos recibir. Al contribuir, aportar y servir expresamos tanto el valor que concedemos a esa persona como el hecho de que nuestro acercamiento no es parasitario o depredador, sino enriquecedor y beneficioso. Si no nos cansamos de servir, ser útil, aportar y contribuir, seremos progresivamente receptores de múltiples beneficios, ya que la ley de la reciprocidad hará que seamos igualmente quienes recibamos esas mismas cosas de las demás.

LLAMA A LAS PERSONAS CON UN APELATIVO POSITIVO

Usa palabras que distinguen, edifican y califican positivamente como apelativos para dirigirte a las personas, tales como “Campeón”, “Líder”, “Titán”, “Mi héroe” y frases por el estilo.

Para empezar, verás que esas personas quedarán sorprendidas cuando te refieras a ellas en términos elogiosos. Segundo, les agradarás y estarán receptivas. Tercero, se dirigirán a ti con los mismos términos con los que te diriges a ellas.

Si los repites una y otra vez terminarán por hacerse automáticos, con lo cual habrás creado una personalidad edificadora.

Te sorprenderás cómo muchas personas a las que te dirijas con apelativos constructivos como esos y otros que puedas encontrar, propios de tu cultura específica, se sentirán distinguidas, valoradas, reconocidas, honradas, por ti y eso te creará una receptividad especial.

En un mundo en que insistimos (y de hecho nos programan y entrenan a través de los seriales de TV y el cine) en degradar, rebajar, cualquierizar, atacar, burlarnos y disminuir a los demás con palabras agrias, hirientes y soeces, enaltecer y elevar a otros marcará una diferencia significativa en tu favor.

USA LOS RECURSOS Y SÁCALES PROVECHO

Ahí tienes un puñado de recursos. Ponlos en acción. Empléalos. Comprueba su utilidad. Incorpóralos a tu arsenal de medios de interacción social. Benefíciate de ellos y conviértelos en respuestas automáticas frente a tus interlocutores.

De nada sirve conocerlos sino los practicamos. Es como sabernos una receta de memoria y nunca preparar dicho plato.

La información (el conocimiento de la receta) que no se pone en práctica (se prepara y degusta) es una forma de la necedad.

Si en algo esto te es útil, si contribuye en algo a tu éxito, me sentiré más que bendecido.

Ponlos en acción y, si está a tu alcance, coméntame tus resultados a biblioteca.digital.aj@gmail.com Será de gran satisfacción para mí saberlos.

martes, 25 de octubre de 2011

¿POR QUÉ UN NEGOCIO AMWAY ES UNA EXCELENTE OPORTUNIDAD?


¿Por qué un negocio AMWAY es una excelente Oportunidad de Negocio? 25 Puntos que sería importante que evalúes y consideres.

Hay 25 puntos que sería importante que razonaras, que te permiten discernir si esta oportunidad es realmente una excelente oportunidad para ti y tu familia.

Evalúa lo siguiente:

1. Al montar un negocio propio tradicional, de cualquier tipo, tienes primero que hacer una fuerte inversión financiera para montar la plataforma de servicio (local, luz, teléfono, agua, acondicionamiento del lugar, equipos, materias primas (si es fabricación, o surtido, si es comercialización), empleados, etc.

2. Inmediatamente incurres en costos fijos (alquiler, facturas luz, agua, teléfono, impuestos, etc.), y todavía no has ganado un peso.

3. Entonces tienes que crear una clientela, hacer el punto como le llaman en la jerga comercial. Eso significa poner el negocio en operación y vender lo suficiente como para cubrir los costos y dejar beneficio.

4. Como vimos, montar un negocio propio tiene dos partes: la inversión (montar la plataforma de servicio para hacer negocio) y la operación (realizar las transacciones que generan ingresos)

5. Realmente, el negocio es la operación, pues es en el intercambio de productos o servicios por un pago donde se producen ingresos y se tiene la oportunidad de generar beneficios.

6. Muchas personas saben que como empleado (y un empleado es alguien que ayuda a un productor: recibe un salario para ayudar a un emprendedor a desarrollar su negocio) se vive limitado al salario y con el riesgo de ser despedido. Y se sabe que una mejor opción es desarrollar un negocio propio que nos da la opción de aumentar nuestros ingresos al ampliar la clientela y nos libra del riesgo de ser despedidos cuando menos lo esperemos.

7. Saben también que un empleo no da ningún tipo de seguridad y sí muchísimo riesgo: si al negocio le va bien, sólo le va bien al dueño, el emprendedor, porque el empleado está limitado a su salario; y si al negocio le va mal, el emprendedor reduce sus empleados porque lo que nunca verás es que el dueño se despida él y deje en el empleo a sus empleados. Además, al final de la vida, el negocio lo heredan los hijos del dueño y no los empleados que ayudaron a levantarlo y sus hijos, lo que significa que los empleados invierten su tiempo de vida (energías, talentos, capacidades y experiencia) en construir la prosperidad de la familia del dueño del negocio a cambio de un salario que apenas da para vivir. Deja en la total indefensión a sus hijos para dejar ricos y prósperos a los hijos de su empleador, porque serán aquellos los que reciban el negocio en herencia, no los suyos.

8. ¿Por qué, entonces, muchas personas, el 60% de la población económicamente activa, sigue languideciendo en empleos que apenas dan para sobrevivir? Normalmente carecen de dos cosas: 1. Suficiente dinero como para montar una infraestructura de servicio (que erróneamente aquí llamamos montar un negocio, porque negocio en realidad, es la relación de intercambio, no la plataforma de servicio: un salón de belleza, que es una plataforma de servicio, si no los brinda, no hace negocio, aunque los equipos estén allí. Sólo cuando hay intercambio del servicio por el pago, se está haciendo negocio), y 2. Una clientela que soporte los costos y permita generar beneficios.

9. Al carecer de capital para invertir y de clientela, las personas inteligentes que saben que como empleados no van para parte, siempre sueñan con que “algún día tendrán su propio negocio”, pero sienten que ese día nunca llega.

10. Y aquí es que entra AMWAY. La Corporación AMWAY fue fundada por dos emprendedores norteamericanos para respaldar y facilitar a personas con aspiraciones de tener su propio negocio el que puedan realizar esa meta con el mínimo de riesgos.

11. El emprendedor, sin renunciar a su empleo o trabajo, se asocia a AMWAY en una relación altamente beneficiosa para él o ella: el emprendedor. AMWAY asume toda la parte que genera costos: fabricar, almacenar, sacar permisos y autorizaciones, negociar con otras Corporaciones, montar plataformas de servicio en más de 80 países, etc., librando de esa presión al emprendedor; y el emprendedor asume la parte que genera ingresos: la comercialización y la creación de redes de comercializadores (socios).

12. Los emprendedores reciben excelentes garantías para arrancar su negocio:

a. Pueden trabajar una o dos horas diarias, adicionales a su trabajo o empleo, para desarrollar la Oportunidad AMWAY

b. No tienen cuotas ni obligaciones mínimas

c. El emprendedor empieza a beneficiarse de su consumo, sus relaciones y su tiempo libre, los que puede transformar en fuentes de ingresos adicionales para sí y su familia.

d. Al utilizar los productos de su negocio AMWAY el emprendedor ahorra un montón de dinero en sus gastos que antes se perdía en los supermercados y tiendas, a la vez que mejora su calidad de vida y protege la salud propia y la de su familia.

e. No tienen que almacenar productos, ya que AMWAY los almacena y sólo hay que adquirirlos cuando se tienen prevendidos (alguien solicitó el producto al emprendedor)

f. El nuevo empresario (el emprendedor) tiene de entrada cuatro maneras de ganar dinero: 1. El margen de comercialización, un 35%; el Bono Personal por los puntos acumulados, a partir de 100 puntos; el Bono de Equipo, al sumarse los puntos de las personas que son asociadas al negocio por el emprendedor; y el Programa de Incentivos, a partir de 150 puntos personales, y puede beneficiarse de las cuatro al mismo tiempo.

13. El nuevo empresario tiene 90 días para probar el negocio y renunciar si no se siente a gusto, con 100% devolución del dinero invertido en afiliarse.

14. Todos los socios de AMWAY tienen 180 días (seis meses) de garantía de los productos, los cuales pueden ser devueltos incluso usados (ya destapados e incompletos) y AMWAY les devuelve íntegro el dinero pagado.

15. La Corporación AMWAY entrena y capacita a sus empresarios asociados a través de cursos impartidos en sus Centros de Servicio así como a través de cursos impartidos online en su página virtual en la Internet.

16. Tienes, además, al entrar a AMWAY la asesoría de un Equipo de Apoyo, que empieza por la persona que te auspicia y sigue con los distintos empresarios AMWAY que ya han alcanzado niveles de desarrollo importantes en este modelo de negocio: el Platino, el Zafiro, el Esmeralda y el Diamante, que aportan sus experiencias, técnicas y apoyos para evitarte errores por desconocimiento y acelerar tu éxito.

17. AMWAY te permite crear redes de empresarios y beneficiarte del volumen total de productos que cada una de esas redes mueva, con lo cual no sólo puedes alcanzar independencia financiera (no tener que trabajar para un empleador), sino también libertad financiera (tener no sólo dinero, sino también tiempo para disfrutarlo), y elevar tu calidad de vida.

18. El negocio AMWAY es heredable, por lo que es un ingreso que puedes dejar a tus hijos y nietos, lo que no sucede con un título universitario, que es intransferible.

19. Como puedes crear redes y expandir tu negocio a más de 80 países, sea por vía directa tuya, auspiciando personas en esos países, o indirecta, a través de socios tuyos que auspicien personas en esos países, tienes un negocio que no se estanca, que no se limita a tus posibilidades, que tiene un potencial de crecimiento altísimo.

20. AMWAY, además, es la única oportunidad de negocio, que yo conozco, que te repone a través de su Programa de Incentivos el dinero invertido en afiliarte y que además, mediante ese mismo programa, te facilita, sólo por hacer el esfuerzo apropiado (afiliar a tres personas y ayudarlas a ser productivas y ganar dinero con este negocio moviendo productos), también poseer un capital de trabajo básico.

21. Los productos, de una calidad impresionante, ahorran un montón de dinero a quien los usa, sea distribuidor o sea cliente. Puede ahorrar, como cliente, entre RD$30 mil y RD$70 mil pesos al año, sustituyendo productos comerciales diseñados para hacernos gastar dinero, por productos diseñados para ayudarnos a ahorrar dinero.

22. Todos los productos AMWAY, además, protegen el medio ambiente, son biodegradables y contribuyen a cuidar la flora y la fauna. No introducen tóxicos agresivos en el hogar, perjudiciales a niños y adultos, como sucede con muchos productos comerciales (y téngase en cuenta que uno de cada diez cánceres, según los expertos, es provocado por químicos que forman parte de productos de uso en el hogar).

23. Los que participan en un negocio AMWAY también se benefician de un Sistema de Capacitación que los entrena y forma para cambiar la mentalidad de empleados en la que fuimos formados, centradas en un empleo, un sueldo y en consumir, por una mentalidad de empresarios, centrada en desarrollar un negocio propio, crear clientela, expandir el negocio asociando a otros distribuidores y producir. Además, el Sistema de Capacitación nos forma en habilidades y destrezas básicas de comunicación, liderazgo, inteligencia emocional, trabajo en equipo, actitud mental positiva, manejo de la frustración, construcción de un carácter de triunfador, persistencia, propósito, sueños y aspiraciones y mentalidad de éxito, haciéndonos progresivamente mejores padres, pareja, hijos, hermanos, vecinos y ciudadanos.

24. El único prerrequisito que AMWAY tiene para cualquier persona es que quiera emprender su propio negocio. No discrimina ni excluye por raza, sexo, edad, apellido, origen social, pasado, preparación académica, etc. Tampoco le niega la oportunidad a quien lo intenta, deserta y luego retorna. Siempre tiene los brazos abiertos para aquellos que quieren volver.

25. ¿Qué negocio puedes emprender en que alguien se haga cargo de los costos y te deje a ti la parte que genera ingresos? ¿Qué no te imponga cuotas ni obligaciones mínimas? ¿Qué te dé cuatro maneras concurrentes de beneficiarte y ganar dinero? ¿Qué te ponga una plataforma de servicio en más de 80 países y territorios para que puedas expandir directa o indirectamente tu negocio? ¿Qué sea heredable a tus hijos y nietos? ¿Qué no te exija dejar de hacer lo que haces para beneficiarte de ella? Que te permita sacar beneficio de tus gastos, tus relaciones y tu tiempo libre? ¿Qué te dé una garantía de 90 días por si te arrepientes y desistes, de devolución 100% de tu inversión de afiliación? ¿Qué te dé una garantía de 6 meses (180 días) de todos sus productos, los que puedes devolver incluso usados y te devuelven el 100% del dinero invertido? ¿Qué te entrene y capacite? ¿Qué te dé la asesoría, experiencia, conocimientos y apoyo de una red de personas con mayor experiencia y éxito para que te guíen y orienten? ¿Qué no te cargue con costos fijos? ¿Qué tenga paciencia contigo mientras aprendes a hacerlo y desarrollas tus redes y clientela? ¿Qué te reconozca y promueva por tus méritos, sin ningún tipo de favoritismo? ¿Qué te dé la Oportunidad sin ningún tipo de discriminación o sesgo?

Evalúa estos 25 puntos, razónalos, y toma tu decisión basado en hechos incontrovertibles y reales. Si mi esposa y yo pudimos, si tantas personas han podido, tú también puedes prosperar y crear un espacio de bienestar, seguridad y calidad de vida para ti y tu familia a través de desarrollar un negocio propio respaldado por AMWAY.

Y si necesitas mayor asesoría, aclaración o alguien que te sirva de mentor, mi esposa y yo estamos dispuestos a apoyarte. Llámame al 829-592-9497 y con gusto te apoyaremos en tu decisión.

Dios te bendiga.

Aquiles Julián

miércoles, 28 de septiembre de 2011

El negocio del siglo 21: la opinión de Robert Kiyosaki


El negocio del siglo 21: la opinión de Robert Kiyosaki

Por Aquiles Julián

“Las personas algunas veces me preguntan: “¿Por qué usted

recomienda la distribución en red a las personas como una vía por

la que ellas pueden construir su riqueza, cuando usted no se hizo

rico de esa manera?”

Esto se debe a que, al no ganar mi fortuna a través del mercadeo

en red, puedo ser un poco más objetivo acerca de esa industria. Yo

aprecio este negocio como un observador externo, y sólo después

de que yo hube construido mi propia riqueza y establecido mi

propia libertad financiera.

Por lo mismo, si yo tuviera que hacerlo todo de nuevo hoy y

recomenzar desde el inicio, en vez de construir mi fortuna en un

negocio al viejo estilo, lo comenzaría por vía de construir un negocio

de distribución en red”.

Robert Kiyosaki

The Business of the 21th Century, Pág. 35

Para los que hemos leído y releído, es mi caso, a Robert Kiyosaki, el educador y especialista en finanzas personales, durante años, su último libro:The Business of the 21th Century(El negocio del siglo 21), es, simultáneamente, un reencuentro con muchos de sus conceptos tanto esenciales como ancilares, como con una nueva revisión por su parte de un modelo de negocio cuyo crecimiento exponencial y su éxito en medio de los turbulentos tiempos en que vivimos, son ambos extraordinarios.

Ya previamente Kiyosaki dedicó un brillante libro a la industria de la distribución en redes: “Escuela de Negocios, en que dejó clara su opinión sobre lo que el modelo de mercadeo en redes significaba para él: la mejor, la más útil y la más eficiente vía que cualquier persona puede tener para aprender y desarrollar las habilidades claves de negocio, independientemente de que se proponga desarrollar esta opción como su actividad económica principal, como una actividad de ingresos complementaria o como una actividad transitoria y previa a lo que sería para esa persona su meta principal de realización financiera.

NUESTRO CEREBRO ES HOY UN ACTIVO

Como bien ha descrito Kiyosaki en distintos libros, tema al que vuelve con persistencia una y otra vez, buscando por vía de la repetición, una de las herramientas fundamentales de la educación efectiva, que la información penetre, se asiente y cobre sentido en el intelecto del receptor, vivimos la transición de la sociedad industrial o capitalista a una nueva era o sociedad: la era o sociedad de la información, también llamada sociedad postcapitalista, y en esta era o sociedad el mayor activo es el conocimiento y nuestro mayor recurso es nuestro cerebro.

Este hecho abre una fabulosa oportunidad al 95% de la humanidad, al cual el modelo de la sociedad industrial asignaba un papel que les condenaba a perder de antemano: trabajar y producir para consumir, sea como empleados o como autoempleados (dueños de pequeños negocios, profesionales independientes, consultores, técnicos, etc.).

En tanto la información fluye en forma inagotable (enmarañada, aceptemos, con mucha seudoinformación, con desinformación, con bulos y disparates que no resisten el mínimo análisis) y su acceso es cada vez más fácil, y en tanto todos tenemos cerebro e inteligencia normales (salvo penosos casos de deficientes mentales), y podemos entrenar nuestros cerebros para ser más competentes y aptos y pulir nuestras destrezas de aprendizaje y discernimiento, somos beneficiarios de un entorno de crecimiento y prosperidad inédito para generaciones anteriores.

A esas, los modelos sociales (la sociedad esclavista, basada en la propiedad de etnias sometidas, tierras y poder; la sociedad agraria, basada en la propiedad de la tierra y los siervos de la gleba; la sociedad industrial, basada en la propiedad del capital y la esclavitud asalariada) que imperaban negaban toda posibilidad de prosperar, salvo honrosísimas y escasas excepciones.

UNA OPORTUNIDAD DISPONIBLE PARA CUALQUIER PERSONA

Es obvio que esa nueva condición tampoco se aprovecharía sin esfuerzo alguno: hay que activamente disponerse a apropiarse del conocimiento y las habilidades necesarias para adueñarse de las posibilidades que el nuevo entorno de la sociedad de la información nos provee. Ahora bien, eso no estaba disponible antes. En mi infancia, en mi adolescencia, los inmensos recursos que la Internet, la informática y las redes sociales ponen en las manos de millones de individuos de distintas edades, simplemente no existían. Vivíamos en sociedades restringidas en casi todos los sentidos, aisladas y desvinculadas. Hoy vivimos en sociedades intercomunicadas, con un amplio acceso a la información y donde podemos desarrollar a través de las redes sociales amistades con personas de los más remotos parajes y lugares del mundo. Hoy sólo el idioma se transforma en una barrera a la interacción con personas de otras latitudes y culturas.

Lo significativo, lo relevante, lo trascendental es que esa posibilidad está disponible para cualquier persona normal, común y corriente, que se pellizque y esté dispuesto a aprovecharla. Y entender eso es fundamental.

Esa es la razón por la que este libro de Robert Kiyosaki y todos sus libros, desde “Padre Rico, Padre Pobre, su éxito de ventas, merecen un destaque especial. Todos nos educan, inducen y estimulan a hacer nuestra la tremenda oportunidad que la era de la información nos provee, ya que poseemos las condiciones básicas: nuestros cerebros, nuestras mentes, para beneficiarnos de ella. Este beneficio no es por omisión, sin que nos interese producirlo; por el contrario, demanda un esfuerzo personal, un aprendizaje, una dedicación, pero es posible y casi inevitable si persistimos en aprender y mejorar.

UNA CRISIS DEL EMPLEO A ESCALA PLANETARIA

Hay dos hechos que Kiyosaki pone de relevancia: el número de personas viviendo oficialmente por debajo de la línea de pobreza está creciendo rápidamente. El número de personas que están trabajando por encima de la edad de 65 años se está incrementando. La crisis del modelo de la sociedad industrial, con sus empleos, sus salarios, sus prestaciones laborales, la estabilidad laboral y los sistemas de pensiones y seguridad social no sólo es crisis abierta, está en franca disolución.

La indignación de amplios segmentos de la sociedad ante los eventos y ajustes que suponen el cambio de un modelo social al nuevo modelo, cuya efervescencia se siente de Grecia a España, de Francia a Inglaterra, de Italia a Noruega, de Israel a los Estados Unidos, no impide el darnos cuenta de que es imposible retroceder e involucionar. Habrá sufrimientos por la resistencia al cambio, pero es imposible detener el proceso.

Lo que Jeremy Rifkin llamó “El fin del trabajo” y que la francesa Viviane Forrester llamó “El horror económico” en sendos libros alcanza hoy escala planetaria. Y abre una solución a vastas masas de individuos: desarrollarse como empresarios independientes de la distribución en red o network marketing.

ALGUNAS DESTREZAS CRÍTICAS

Kiyosaki describe en su libre ocho activos creadores de riqueza que caracterizan a la distribución en red y que constituyen el corazón de su nuevo libro.

El primero de esos activos es que la distribución en red provee al participante de una educación en negocios práctica, real y efectiva. No es una educación académica, es una educación experiencial, construida en el fragor del día a día, en el proceso de construir estructuras rentables de clientes y socios.

Esa educación es invaluable. Las destrezas, habilidades y competencias relacionales, de liderazgo, de comunicación, de trabajo en equipo, de empatía, de carisma, de inteligencia emocional, de resilencia; los valores, principios y el carácter que se pulen y perfeccionan en este modelo de negocio construyen a un ser humano apto para destacar y triunfar en cualquier entorno. Ningún otro modelo provee tal activo.

Algunos de las destrezas críticas que enseña el network marketing o distribución en red, y que John Fleming, coautor del libro junto a Kim Kiyosaki y su esposo, resalta son:

· Una actitud focalizada en el éxito

· Vestir y arreglarse para el éxito

· Superar miedos, dudas y la falta de autoconfianza

· Superar el medio al rechazo

· Destrezas de comunicación

· Destrezas en el trato con otras personas

· Manejo del tiempo

· Destrezas de control financiero

· Establecimiento de metas alcanzables

· Destrezas en la administración del dinero

· Destrezas al invertir

LOS OCHO ACTIVOS

El segundo activo es que la distribución en red proporciona una vía redituable de desarrollo personal. Todos nosotros tenemos dentro a un ganador y a un perdedor. Ambos luchan por controlar nuestros pensamientos, nuestras actitudes, nuestras expectativas, nuestras conductas, nuestros resultados y, en total, nuestras vidas.

Incrementar la autoestima, la autoconfianza, enfrentar y superar los miedos y dudas personales, despertar y poner en control de la propia vida al ganador que vive dentro de uno es algo que no tiene precio. Y aquí cuentas con un ambiente, un apoyo emocional, una mentoría que te desafían a crecer. Y fortalecen tu sed de logros.

El tercer activo que diferencia al mercadeo en red de los negocios tradicionales, es que en este modelo creas y mantienes un círculo de amigos que comparten tus sueños y tus valores. Son una familia elegida con las que compartes momentos de altísimo impacto emocional y de cambio personal.

Muchos circunscriben la distribución en red a una operación de simple ganancia económica e ignoran la solidaridad, el apoyo, la comprensión, el amor que se crea entre los equipos, la lealtad, el aprecio, la confianza y el cariño: gente que está ahí, junto a ti, en todos tus momentos, los duros y los maravillosos, compartiéndolos y en plena sintonía contigo.

EL PODER DE CREAR REDES

El cuarto activo deriva del poder que te da crear tus redes. Cada red empieza con una persona a la que afilias, un frontal. A partir de esa persona o esa pareja, en caso de ser casados, se va creando una organización. Y cada organización es un negocio independiente que se genera ingresos.

Como puedes tener todos los negocios que quieras, vas a tener organizaciones en distintos niveles de desarrollo, pero todas generándote ingresos. Y la suma de tus ingresos deriva de la suma de ingresos producidos por las distintas organizaciones que vas ayudando a crear a tus frontales.

El quinto activo es que se trata de un negocio 100% duplicable, que puede ser enseñado y reproducido por cualquier persona que desee aprenderlo y ponerlo en práctica. Y que puede llevarse al más alto nivel.

El sexto activo deriva de las incomparables destrezas de liderazgo que este negocio te permite aprender, aplicar, desarrollar y descubrir en ti. El network marketing o distribución en red tiende a desarrollar un tipo de líder que influencia a otros a ser un gran educador, enseñando a otros a alcanzar los sueños de su vida mediante el proceso de educar a que otros vayan por sus sueños.

VALORES DIFERENCIADORES

El séptimo activo proviene de que la creación de redes de distribución constituye un mecanismo de genuina creación de riqueza. Este modelo añade un valor al facilitar la adquisición de productos de altísima calidad y economía, junto a valores añadidos como garantía, calidad excepcional, información y entrenamiento en el uso, educación, servicio personalizado y otros beneficios por el estilo.

Estos valores agregados son diferenciadores que el cliente o prospecto toma en cuenta para seleccionar un proveedor o suplidor. Simplemente, al comparar lo que puede recibir de un distribuidor independiente cotejándolo con un suplidor tradicional, por mucho se ve que es de mayor conveniencia un suplidor que provenga de la distribución en red pues proporciona ahorros, entrenamiento, información, servicio, garantía, calidad y apoyos superiores.

El octavo activo es el de desarrollar la poder de tener grandes sueños o aspiraciones y la capacidad de vivirlos y hacerlos realidad. Realizamos nuestras expectativas. Si son mediocres, limitadas, así mismas será la realidad que crearemos, pues lo que creemos se ajustará a lo que esperamos o deseamos crear.

Si nuestra expectativa es la de producir RD$10,000 pesos, inmediatamente nos acerquemos a esa expectativa iremos bajando la guardia, reduciendo la energía invertida. Y cuando alcancemos la meta encontraremos mil y una razón para no proseguir. Podríamos producir no $10,000 sino RD$30,000 ó RD$50,ooo; el asunto es que ya llenamos nuestra expectativa ¿para qué entonces intensificar o continuar el esfuerzo?

NADA NOS IMPIDE LOGRAR NUESTRAS METAS

Todo lo que existe, si existe, existe para nosotros. Podemos disfrutarlo. Todo también, tiene un precio. Aún el aire, que nos circunda, sólo lo podemos aprovechar si hacemos el esfuerzo de respirar. No nos entra sin esfuerzo.

Ahora bien, el precio que todo tiene es un monto X de dinero. Si aportamos el precio, adquirimos el bien o servicio. No se nos discrimina ni por sexo, ni por edad, ni por educación, ni por raza, ni por belleza ni por ningún otro aspecto. Si pagamos la cifra, adquirimos el bien o el servicio.

Si es así (y es así) sólo tenemos que producir el suficiente dinero para cubrir el precio pedido. Y el dinero está en la calle. Sólo hay que salir a producirlo, exigiéndonos un determinado esfuerzo diario y una meta diaria a producir.

Si lo queremos, en verdad (y esa verdad se refleja en el esfuerzo y la determinación que pongamos en lograrlo), será nuestro. Tomará un tiempo, un esfuerzo, un sacrificio, pero lo alcanzaremos. Nada ni nadie se interpone entre nosotros y nuestro sueño salvo nuestra falta de fe, nuestra inconsistencia, nuestra falta de carácter o nuestro desertar y abandonar. Somos nuestro propio obstáculo. No existe otro.

LO QUE SE REQUIERE Y LO QUE NO SE REQUIERE

En el capítulo 19, Robert Kiyosaki enumera los requisitos y los no requisitos de la creación de redes de distribución. Y comienza por los no requisitos.

· No requiere una Maestría o Especialidad en Negocios

· No requiere abandonar el empleo o la ocupación actual

· No requiere ser rico, grandes inversiones o hipotecar tu casa

· No requiere ser un genio en negociación o un genio de las matemáticas

Lo que requiere es:

· Ser honesto con uno mismo

· Tener la actitud correcta

· Crecimiento personal

· Estar dispuesto a persistir por el tiempo suficiente

· Aplicar un plan a cinco años

· Estar dispuesto a desaprender

· Tomar acción

Hay personas con serias deficiencias físicas que son exitosos líderes de organizaciones de distribución en red. Personas que aprendieron a leer y escribir luego de alcanzar niveles notorios de éxito en este modelo de negocio. Personas que hoy viven en cómodos residenciales, pero provenían de cañadas y tugurios. Personas a las que la sociedad parecía condenarlas a la peor de las existencias y que encontraron aquí una puerta por la que construyeron prosperidad para sí mismas, sus familias y su descendencia.

LOS TRES TIPOS DE PERSONAS QUE NO DESARROLLAN ESTE NEGOCIO

Cualquier persona, de cualquier edad, sexo, condición social, nivel educativo y raza puede prosperar en el entorno económico de la sociedad del conocimiento. También puede no hacerlo. Es su elección.

Lo importante es que seamos conscientes de que tenemos la opción disponible y la libertad de tomarla o no.

Hoy mismo le dije a una socia de nuestra organización que sólo existen tres tipos de personas que no están desarrollando un modelo de negocio de distribución en red:

· Las que ignoran este tipo de modelo

· Las que tienen información incorrecta sobre él

· Las que no quieren cambiar su situación

A las primeras hay que informarla de que esta oportunidad existe. A las segundas hay que proporcionarle información correcta que desmantele los prejuicios y falsas creencias.

A las terceras hay que respetarles su elección. Y punto.

EL IMPACTO PREVISIBLE DE ESTE LIBRO

El impacto que “The business of the 21st Century” tendrá en el desarrollo del network marketing y su popularización será significativo. Robert Kiyosaki es suficientemente apreciado y estimado por personas que quedarán impactadas por este segundo libro que dedica a esta industria. Sus afirmaciones serán fértiles semillas en las mentes y corazones de muchos que buscan ansiosos una oportunidad que les permita navegar con éxito en las turbulentas de una economía sometida a fuertes vendavales.

Nuestra apertura, flexibilidad y capacidad de adaptación están sometidas a prueba. m décadas de los 50, 60 y 70 del siglo pasado. Se asustan del presente y temen al futuro.

Aquí, sin embargo, se nos abre a millones de individuos una puerta de prosperidad y de abundancia única. Y los que tomen la decisión de entrar por ella y aprovecharla serán los nuevos millonarios de este siglo.