Sobre la economía de mercado
Por Aquiles Julián
¿QUÉ ES
LO OPUESTO A LA ECONOMÍA DE MERCADO? LA ECONOMÍA DE BURRÓCRATAS QUE ALGUNOS
ASPIRAN A IMPONERNOS
El
hablar sin analizar es común por estos predios. Y el hablar de lo que se
desconoce, aún más.
Por
ejemplo, hay personas que hablan contra la "economía de mercado".
Pero, ¿qué significa economía de mercado? Simple, que usted y yo podemos
adquirir lo que queremos y nos conviene, en función de nuestros deseos,
necesidades y recursos.
Que se
produce para nuestra satisfacción.
Que
usted y yo podemos elegir y decidir.
¿Qué es
lo opuesto a la economía de mercado? La economía burocrática, en que unos
señores se arrogan el derecho de decidir por usted y por mí lo que debemos
consumir, usar, ver, leer, tener y dónde podemos vivir, en qué podemos
trabajar, etc.
Eso es
lo opuesto a la economía de mercado: la economía totalitaria.
No
existe un "tercer modelo económico". La economía o es regida por el
mercado y su ley de la oferta y la demanda, o es regida por burócratas que
sustituyen a la sociedad y se imponen sobre ella.
El
modelo económico burocrático ha fracasado una y otra vez, lo que no es
obstáculo para que lo intenten implementar una y otra vez.
Hay
personas que aspiran a mandar sobre otras, a determinar sobre otras y a
imponerles a otras sus criterios y gustos.
Son las
que despotrican contra el "mercado".
Pero
resulta que "mercado" es un término técnico para hablar de
"compradores", es decir, de usted y de mí.
Quien
habla contra el "mercado" está negándole a usted y negándome a mí el
derecho de elegir y decidir. Quiere ser él o ella quien elija por nosotros.
Nos
reduce a la condición de imbéciles, de menores de edad, de ineptos para escoger
lo mejor según nuestro propio criterio.
Es una
aspiración estalinista y totalitaria, típica de ciertas mentalidades
arbitrarias y amigas de patear traseros ajenos.
La
libertad de elegir, de producir y de comprar y vender, está en la base de
cualquier otra libertad posible.
De
hecho, lo primero que hacen los tiranos es eliminar o perjudicar la libertad de
empresa para someter, vía el empleo, a los ciudadanos.
Vean
las acciones de Chávez, en Venezuela. O de Correa, en Ecuador. O de la viuda
Kirschner, en Argentina. Esto, para no hablar del ejemplo obvio: la tiranía
marxana de los Castro.
Sin
independencia económica no hay independencia de ideas ni ninguna otra
independencia posible. Callamos por una hogaza de pan que tememos perder. El
estado, cuando es el empleador, es una fuente de sumisión.
¿No
sabemos aquí de eso?
Frente
a la economía de mercado y frente al mercado, es decir, a nosotros como
consumidores, la gente desnuda su real catadura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario