¿HAY
QUE ESPERAR QUE EL CARDENAL RECLAME PARA PONER ORDEN EN LA ZONA COLONIAL?
La
permisividad y la impunidad son la mejor demostración de que tenemos gentes en
el gobierno que cobran sin trabajar y cobran también soborno por no hacer su
trabajo.
Hay
normas, reglas y leyes que condicionan la convivencia, de manera que unos no
perjudiquen a otros y viceversa.
Normas
sobre el escándalo público.
Sobre
las buenas maneras y contra riñas y alborotos.
Contra
los depredadores y ladronzuelos.
Y
contra el narcotráfico.
No es
prudente ni plausible una "zona de tolerancia" para el delito y el
desorden.
El
asunto es: ¿Por qué se ha llegado hasta aquí?
Estos
drug dealers apresados ¿no se conocían? Claro, y pagaban peaje para operar
impúnemente.
En unos
días, cuando baje la marea, volverán las oscuras golondrinas, y los veremos de
nuevo en lo suyo, previo cantearse con fiscales y jueces, pues la industria
mantiene a más de uno.
Ahora
se hacen "operativos", se intervienen "bares" y se detienen
"delincuentes" y "operadores de puntos de droga".
¿Y qué
hacían antes las autoridades, que cobran para que esas cosas no sucedan? Ah,
cobrando peaje para permitirlas.
Esa es
la real vagabundería que hay que denunciar y poner en evidencia.
La
complicidad, el entendimiento, la permisividad de gente que cobra de los
contribuyentes para reprimir y controlar lo que permiten y facilitan.
Son,
entonces, las autoridades civiles y militares, así como judiciales y
municipales, las responsables del estado de desorden, inmoralidad, degradación,
delincuencia e inseguridad de la zona colonial.
Y
aunque, como ahora, se intente hacer un amaraco de control, interviniendo
algunos lenocinios, apresando a algunos drug-dealers, sometiendo a algunos
ladronzuelos y "enfriándose" con el Cardenal, no se lleven a engaño:
son cómplices, se benefician directamente de esa situación y la volverán a
permitir más temprano que tarde, porque con ella "guisan".
Todo es
como aquella canción de La Lupe: Teatro, puro teatro
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