miércoles, 27 de junio de 2012

BALAGUER Y LA TRATA DE BLANCAS


BALAGUER Y LA TRATA DE BLANCAS

El artículo del Listín Diario de hoy miércoles 27 de junio que firma César Medina es una clara acusación al expresidente Joaquín Balaguer de beneficiarse y propiciar la trata de blancas.
El artículo es en sí mismo una prueba de delito.
Balaguer, ciertamente, ya murió. Eso no es obstáculo para que una de sus peores inconductas, el fomentar y favorecer el “maipiolaje”, quede evidenciada.
Ciertamente, es práctica vieja.
Trujillo tenía basuras como “Moyita” que les buscaba mujeres. Y no era el único.
Y muchos sacrificaron la honra de hijas y esposas tras beneficios y prebendas, repitiendo el derecho de pernada medieval en provecho de aquel delincuente mayor que era “Chapitas”.
Me parece que las prácticas de maipiolaje se redujeron durante el Consejo de Estado, el breve gobierno de Juan Bosch y durante el Triunvirato. Pero, cuando “los trajes blancos” volvieron, en 1966, volvieron las viejas prácticas indignas. Y maipiolos y maipiolas retornaron a sus viejos oficios.
Ginette Bournigal, la esposa de Chío Jiménez Messón, me contó en 1998 que a ella le ofrecieron intercambiar la gobernación de Puerto Plata por una de sus hijas para satisfacer la lascivia de Balaguer.
Ella se negó en redondo.
La gobernación, entonces, recayó en otras manos.
Dos hechos destacan en el artículo de César Medina.
Uno, cuando escribe: “Al Palacio se las llevaban de todos los colores, de todos los tamaños, de todas las razas, de todas las nacionalidades. Y cuando ya viejo y ciego dejó de verlas, se las narraban, se las describían, les hablaba, las tocaba enteras...”, lo que indica que era propiciador y beneficiario de un sistema de trata de blancas, intercambiando favores sexuales por prebendas del Estado, lo cual es también otro delito pues el Estado, pese a que Balaguer siempre opinó lo contrario, no era ni nunca fue de su propiedad.
El segundo hecho es que aquel delito lo cometía, para mayor afrenta, en pleno Palacio Nacional, al decir de César Medina que cita a R.A. Font Bernard, lo que se refleja en el siguiente párrafo: “Ay... si las paredes de ese Palacio Nacional hablaran...”, me dijo una vez en una desenfadada entrevista de televisión su amigo y colaborador de 100 años, Ramón Font Bernard.”
Que un vejete mantenga un aparato de reclutarle y proporcionarle muchachas para satisfacer su libidinosidad a cambio de favores otorgados con fondos públicos, es nauseabundo.
Imagínenlo, sintiéndose un trujillito más, gozándose las inmundicias a que Trujillo sometió a muchas dominicanas. Eso lo retrata.
Tal cuadro muestra los niveles de abyección y desvergüenza a que los dominicanos hemos permitido que nos rebajen. Muchas veces, es oportuno decir, con nuestro aplauso y nuestra aprobación.
¿Y qué nos dicen los videos porno de Figueroa Agosto que se vendieron públicamente en las esquinas dominicanas?
Balaguer fue un padre degenerado e irresponsable. Un individuo lleno de dobleces, tortuosidades y claroscuros. Que hizo cosas positivas, pero que, por igual,  se implicó, fue cómplice, permitió y propició aberraciones de todo tipo, incluyendo crímenes, abusos y expoliaciones.
Este artículo es útil. De seguro no fue la intención de César Medina poner al descubierto el papel de Balaguer en un tinglado de trata de blancas.
Ese tipo de situación de tan común aparenta ser normal.
Niñas son secuestradas en el Sur y aparecen esclavizadas en un prostíbulo de Santiago o Puerto Plata.
Y se sabe que hay altos militares y gente de poder en esas prácticas.
Hace muchos años, en uno de esos gobiernos de Balaguer, un periodista de El Nacional fue entregado por un compañero de oficio y recibió tal paliza que se fue para nunca volver, simplemente por tocar el tema de los prostíbulos, que son sitios en donde se viven situación de esclavitud todavía hoy.
No era tal picaflor. Menos delicado o galante. Era un abusador.
Nunca fue otra cosa.

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