miércoles, 6 de junio de 2012

RESPUESTA A VLADIMIR TATIS


Respuesta a Vladimir Tatis

Por Aquiles Julián


Apreciado Vladimir

Voy a ir comentando tu escrito, parte por parte.
Empecemos.

Solo hablas de dictaduras de izquierda olvidándote que en la derecha también hay dictadura y que también en la derecha hay abusos de poder. Para mi las dos opciones son totalitarias.

Como estamos en junio del 2012, y hablé del presente ¿me podrías decir cuáles “dictaduras de derecha” existen ahora mismo en América Latina? Actualmente tenemos gobiernos autoritarios en Venezuela, Nicaragua y Ecuador, pero no dictaduras. Ahora bien, hay una tiranía. Adivina, adivinador…
Hablo de lo que existe, no de lo que existió. Al igual que tú, estoy contra toda tiranía, contra toda dictadura, contra todo totalitarismo. No creo en “izquierda y derecha”: creo en tiranía versus democracia; en gobierno de fuerza versus gobierno elegido por la mayoría; en derechos civiles versus carecer de derechos; entre leyes y constitución versus arbitrariedad y abuso medalaganario.
Y, por cierto, tengo muchísimos escritos que así lo confirman. Para no hablar de mi vida, en que he vivido coherentemente. Y lo digo desde 58 años de existencia, así que eso me da cierto nivel de credibilidad.
Pensar en términos de “izquierda y derecha” es desfasado. Hitler y Stalin pactaron en 1939 para enseñarnos que no hay diferencias mayores entre criminales. Ambos, por cierto, se oponían rabiosamente a la democracia liberal, que es mi opción.
Cuando tengamos por acá “dictaduras de derecha” me oirás escribir y activar contra ellas. He escrito contra Pinochet, contra los militares argentinos, contra el peronismo (que, por cierto, fue el creador de la Triple A y del secuestro, tortura y asesinato de izquierdistas en Argentina, incluyendo a la izquierda peronista: los Montoneros), contra el trujillismo, contra el duvalierismo, contra las masacres de indígenas en Guatemala, contra Ríos Montt, pero tú sólo lees, parece, lo que escribo contra el castrismo. ¿No crees que te conviene leer todo, no sólo la parte que no te conviene?

Y yo te pregunto: ¿No ha fracasado también el sistema de mercado que tenemos? Chequea la crisis mundial y responde. No es más justo que se distribuyan las riquezas de otras formas, más justo.

En Europa imperaba, al igual que en los Estados Unidos, un sistema socialistoide, el llamado Estado de Bienestar, no un sistema de libre mercado.
En ese Estado, los gobiernos daban a los ciudadanos una serie de beneficios para mantenerlos calmados, bajo control.
Y los ciudadanos, como explicó el señor Juan Roig en la entrevista que reproduje, se habituaron a niveles de vida subsidiados. En Estados Unidos está el Welfare, en Europa tienen otros nombres. En todos, beneficios por hacer poco o nada.
El asunto es que antes, los Estados eran ricos, tenían industrias, exportaban, creaban riquezas. Pero a partir de que Nixon y Kissinger en los años ´70 implementaron la diplomacia del ping pong e hicieron un acuerdo con Mao Zedong y, luego, con Den Xiaoping, dándole a China el status de “nación más favorecida”, las factorías e industrias emigraron a China tras mano de obra barata.
Los Europeos, los norteamericanos, todos siguieron viviendo como pueblos ricos, que producían bienes y servicios, pero esos bienes y servicios ahora venían con etiqueta “Made in China”, o “Made in Corea”, como antes venían con etiquetas “Made in Japan” o “Made in Taiwan”.
¿Cómo entonces vivían tan boyantes? Ah, porque los gobiernos empezaron a endeudarse, para ocultarles a sus votantes que ellos habían dejado de ser productivos y se habían transformado en comunidades parásitas.
Como China presume ser “comunista” ¿crees que los chinos estarán dispuestos a producir esa “distribución de las riquezas de otras formas”, “más justas”? Bueno, en mi opinión, no lo creo.
Hasta donde sé los jerarcas chinos son incluso peores en sus tratos y mayores buscadores de ventajas que los más despiadados empresarios del capitalismo.
¿Qué sería, para ti, eso que llama “más justo”? ¿Seguir subsidiando un estilo de vida que, como reconoce el señor Roig, está por encima del nivel de productividad? ¿O él miente?
Millones de puestos de trabajo emigraron de Europa y Estados Unidos y América Latina hacia la China y la India. ¿Cómo se debe distribuir las riquezas que ese trabajo produce, en tu opinión? Has visto el sorprendente y acelerado desarrollo económico de China, el llamado “milagro chino”. ¿No es esa una demostración de una “distribución de las riquezas de otras formas”?
Creo que no estás analizando ni evaluando los hechos, sino reaccionando emotivamente a las consecuencias que constata del abandono Europeo y norteamericano de la producción industrial.
Revisa, te animo, las etiquetas de origen de la mayoría de los productos disponibles en tiendas, supermercados, ferreterías, etc., y luego dime cómo se deben distribuir las riquezas. Porque, lo justo es que las riquezas lleguen a quienes las producen. Por eso se van a la India y a China, y los europeos y norteamericanos tienen que sostener con deudas estilos de vida que no están respaldados en productividad.

Yo prefiero soñar que en cualquiera de los sistemas políticos y/o económicos la gente que trabaja tenga una oportunidad para vivir según su fuerza de trabajo y su esfuerzo.

En todos los sistemas de libre empresa, no así en los dictatoriales, la gente que trabaja tienen “una oportunidad para vivir según su fuerza de trabajo y su esfuerzo”. ¿No es así en España? Es así aquí.
Ahora bien, lo primero que tiene que hacer es eso: trabajar.
Lo que dice el señor Roig es que "a los españoles lo que nos falta es ponernos las pilas y ponernos a trabajar. A nivel global creo que ésa es la causa por la cual España está como está", y te lo cito textualmente.
El trabajo, por otra parte, Vladimir, no está determinado por lo que a ti te gusta o te agradaría hacer: eso se llama hobbie. El trabajo está determinado por aquella acción que genera un resultado que otra persona está dispuesta a comprar o a pagar por ella.
El trabajo es todo lo que genera una transacción, un intercambio.
¿A quién le quitan la oportunidad de trabajar? A nadie. Puede que se reduzcan los empleos, pero no las oportunidades de trabajar.
El empleo lo que significa es que alguien, un emprendedor, requiere adquirir la ayuda de otras personas, los empleados, para ampliar su productividad.
El trabajo no depende de que existan o no empleos.
Lo que sucede es que si lo que queremos es que nos empleen, entonces confundimos empleo y trabajo. Son dos cosas distintas.
Pero para que alguien quiera adquirir el fruto de nuestro trabajo, tenemos que agregar un valor que lo haga lo suficientemente atractivo.
Y esto es así, porque nuestro trabajo sale al mercado de trabajo (a la oferta), junto a todos los demás, y los compradores (la demanda) sólo querrá aquellos que les representen mayor valor en comparación al precio pagado.
Ahora bien, si quieres que te paguen por hacer lo que te dé la gana o que te paguen lo que te dé la gana, piensa si tú, que eres también un comprador de bienes y servicios, compra lo que al otro le da la gana o pagas lo que el otro le da la gana de cobrar, al margen de si a ti te parece justo.
Si analizas tu conducta de compra entenderás la economía. La gente es como tú. Busca ventajas, beneficios. Quiere lo mejor. Trata de pagar lo menos posible. Quiere valor.
Si así es que compras (y así es que lo haces, porque no hacerlo así es estúpido), entonces ¿esperas que los demás no hagan lo mismo?

Y también sé que tú sabes que cuando nos referimos al mercado, estamos hablando de sistema económico implantado, ese mismo que quiebra bancos, que cierra empresas, que saca y mete un dinero virtual para tumbar gobiernos, incluso uniones de estados, que deja a la gente sin sus casas, sin educación, sin sanidad, sin trabajo, sin comida, sin vergüenza.

Mercado, o economía de mercado, no significa lo que tú quieras entender, significa lo que es: consumidores. Economía de mercado significa economía regida por la demanda, donde los compradores disponen qué productos comprar y en cuánto lo quieren pagar.
Todos los días tú, con tus elecciones y decisiones, mandas a quebrar empresas y mandas a prosperar a otras. Lo que sucede, Vladimir, es que tu conducta tiene un pequeñísimo impacto, casi no se siente. Al igual que la mía. Pero, ¿qué sucede cuando esa conducta se transforma en la tendencia, en una corriente, cuando es asumida por una multitud?
¿Es la economía de mercado la que quiebra bancos? No, son los manejos fraudulentos de los banqueros, con la complicidad de los políticos, como sucedió con Bankia, que declaró 42 millones de euros de beneficios en el 2011 cuando tenía un hoyo financiero de más de 40 mil millones de euros.
Es un fraude de todo el tamaño, lo mismo que sucedió aquí con el BANINTER y el Banco Mercantil y el Bancrédito, en el 2003.
¿Dónde estaba la fiscalización estatal que permitió tal desafuero que tendrán que pagar todos los españoles?
No es la economía de mercado la que quiebra bandos ni la que cierra empresas. Son las malas gestiones, la carencia de competitividad, el no ser capaces de ganar y retener clientes con rentabilidad. No se puede obligar a la gente a que pague por productos de baja calidad, o que compre marcas por obligación, o que adquiera a precios más caros productos teniendo opciones más económicas.
Eso sólo lo imponen los regímenes totalitarios.
Tú haces todos los días elecciones en función de lo que crees conveniente para ti. Tú mandas unas empresas a subsistir y otras a desaparecer. Porque tú eres el mercado, Vladimir. Y yo. Y tu vecino. Y el tipo de enfrente. Y todos los días tomamos decisiones de compra y consumo que afectan a unos  en bien y a otros en mal.
¿Debe el gobierno español dictar una ley por la que imponga cuotas o “libretas de racionamiento” en beneficio de empresas, para que no cierren? ¿Cómo reaccionarían los españoles?

Que pretende que trabajemos todo el puto día por unos míseros centavos mientras ellos se dan la gran vida con mucho menos esfuerzo, que nos dan la oportunidad de comprar, consumir, pero no nos dejan tiempo para disfrutar lo que le compramos…

Esa es la vida del empleado. Y esa vida la denuncio de manera continua, diciéndoles a las personas que hay una mejor manera de vivir. Así es, y así se mantendrá, porque, recuerda, el empleado es un ayudante de un productor, su empleador. El empleado no genera riquezas, la riqueza la genera el emprendedor, el empleador. El empleado es simplemente un colaborador del emprendedor en su tarea de crear un valor mercadeable (es decir, comprable, vendible).
¿Están las personas obligadas a trabajar “todo el puto día por unos míseros centavos”? No, en modo alguno. Pueden aprender a ser productivos, a emprender, a crear riquezas. Ah, pero es más cómodo ser empleado, aunque se rabie por trabajar “todo el puto día por unos míseros centavos”. ¿No clamaban por “empleos” los “indignados”? Es decir, clamaban por trabajar “todo el puto día por unos míseros centavos” y por terminar sin “tiempo para disfrutar lo que le compramos”.
Ahora bien, hoy es martes 5 de junio, son las 11:30 a.m., y yo estoy en la sala de mi casa respondiéndote, lo que significa que yo salí de esa prisión que Marx llamó, por cierto, la “esclavitud asalariada”.
Hay otra forma de vivir, pero hay que pagar el precio de aprenderla y emprenderla.
Si no, tú mismo te autocondenas a trabajar “todo el puto día por unos míseros centavos” y sin “tiempo para disfrutar”.
No te quejes de tus elecciones. No es decente contigo mismo.

Es mentira que en la economía del mercado tenemos derechos y libertad a elegir, a tener, a comprar, a vender… gran mentira.

Será mentira para ti, no para mí. ¿Quién elige por ti? ¿Quién te impide vender algo? La única limitación que tienes para comprar es la cantidad de dinero de que dispongas. Y el dinero siempre lo puedes producir.
La gente, a tu alrededor, vive consumiendo. No puede hacer otra cosa.
En Madrid, que creo que es donde vives, no se produce comida: ella es acarreada desde los campos a las ciudades, empaquetada y colocada de forma asequible para que tú vayas a adquirirla.
¿Cuántas personas han puesto su trabajo para que tú comas algo? ¡Muchísima! Una verdadera muchedumbre ha coordinado sus trabajos, han invertido tiempo de sus vidas, para traer hasta tu mesa un producto o un servicio. ¿Has pensado en eso?
Cuando pagas el precio de un producto, está pagando por el trabajo añadido de miles de personas involucradas en la producción de ese bien o servicio.
Hay un verdadero flujo de dinero alrededor tuyo, porque sin que ese dinero se mueva no podría la población madrileña subsistir, ya que allí, en Madrid, que yo sepa no se cultiva nada así en escala industrial (no dudo que hayan pequeños huertos).
Así que no es que tienen derecho y libertad de elegir, tener, comprar y vender… Es que si no lo hicieran ¡morirían! ¿Cómo se alimentarían? ¿Crees que los huevos, la leche, los embutidos y fiambres, las carnes, los vinos, los vegetales, las frutas, los alimentos empacados, etc., llegan a los comercios de Madrid por arte de magia? ¿Pueden los madrileños vivir sin comprar esos bienes y servicios?
De nuevo, te llamo a reflexionar en tu conducta de consumo para que entiendas en qué mundo vives. En ese mismo mundo se vive en China, en la India, en Japón y en Mandagascar.
Es el mundo del intercambio. Es el mundo del mercado.
No existe otro.

Ve a los barrios. Donde montones de jóvenes se han creído ese cuento y tú lo ves matando y atracando para poder conseguir eso que le dicen que tienen derecho.

La delincuencia no es de ahora. Los bandidos y atracadores han existido desde el comienzo de la humanidad.
Hay sólo tres maneras de obtener dinero: 1. Por la fuerza, el atraco, el despojo, como hacía Gengis Kang, como hacían los vikingos, como hacían los cruzados, como se ha hecho desde que el mundo es mundo. 2. Por la caridad, la mendicidad, y hay en España toda una picaresca que toma estos temas, como el Lazarillo. 3. Por el trabajo, creando un valor e ntercambiándolo, sea mediante trueque o por dinero.
Esos “montones de jóvenes” no han creído “el cuento” de trabajar y crear valor, porque no es trabajando ni creando valor, sino delinquiendo, como quieren obtener dinero para comprar. Ahora bien, no es tener dinero lo importante, es aprender a producirlo.
Cualquier persona puede tener dinero: sea por herencia, por un premio, por corrupción, por un golpe de suerte, por la razón que sea. El asunto es que, si no sabe producir dinero, lo más probable es que en corto o mediano plazo termine sin dinero. Si no me crees, pregúntale a Dennis Rodman o a Mike Tyson, para no hablar de muchos peloteros y artistas que dilapidaron fortunas.
Ninguna riqueza sostenible se forja “matando y atracando”, sino creando valor y comercializando. Así lo han hecho las personas más ricas del mundo, empezando por Carlos Slims o por Bill Gates o por Steve Jobs o por cualquier otro.
¿Serías capaz de acusarlos de “atracadores” o “asesinos”? Sé que no. Ellos son los que deben servirte de referentes, así como deben servir de referentes a esos loquitos que en los barrios andan delinquiendo. No he visto el primer dominicano de Dominican Don´t Play en España que pueda ser para mí un ejemplo.
Aquí, por el contrario, te digo que pienses en Oscar de la Renta, o en Juan Luis Guerra, o en tantísimos dominicanos que honran al país.  Si hay “montones de jóvenes” “matando y atracando” es porque no quieren aprender  a crear valor. La prosperidad requiere pagar un precio.

O nosotros los que trabajamos horas y horas para no llegar ni a mitad de mes.

De nuevo, lo que haces tiene un precio en el mercado de trabajo.
La vida no te paga según tu necesidad o tus deseos, te paga según tu capacidad.
Eso, aunque no lo creas, es lo justo.
Un gerente y un guardia de seguridad que trabajan en una misma empresa tienen distinta remuneración según el valor social de su trabajo, independientemente de que el gerente cobre y se vaya a un casino a jugarse el salario, y el guardia no le alcance para alimentar a los diez hijos que tiene.
Esos diez hijos son su responsabilidad, no la responsabilidad de la sociedad.
Si lo que hace no te da lo suficiente, aprende a hacer otra cosa. Punto.
Fue lo que yo hice.
No espere que la vida cambie. Eso no está bajo tu control.
Cambia tú, que eso sí está bajo tu control y posibilidad.
Puedes quitarles a las personas más ricas todo su dinero y dárselo a las personas más pobres y en pocos años aquellas volverán a ser igual o más ricas y las pobres serán aún más pobres ¿Por qué?
Porque las personas que han aprendido a producir dinero recuperarán lo perdido, pero las pobres se echarán a la espera de que les vuelvan a dar.
Eso es lo que sucede en nuestros barrios, que se han acostumbrado al clientelismo político, a la fundita y otras miserias.
Es más, aquí hay comunidades enteras de gente en plena molicie, sin cultivar la tierra ni dar el más mínimo golpe, a la espera de que le llegue el envío de dinero desde España y Estados Unidos.
Estamos construyendo sociedades parásitas.

Aquiles, tú mismo planteas con los productos amway un sistema económico diferente. Y lo propone criticando a la economía del mercado.

Y es inexacto eso que dices. No es criticando la economía de mercado, sino criticando el modelo industrial centrado en el empleo.
Ese viejo modelo, centrado en el sueldo  y la subordinación, está en bancarrota. Cada vez habrá menor “curro”, para decirlo en la jerga madrileña. Y no sólo menor, sino peor, pues será en actividades de servicio de bajísimo valor agregado.
Frente al capitalismo competitivo existe otro modelo, el capitalismo solidario, centrado en hacer equipo y en servir a la sociedad y a nuestra comunidad.
Por eso, si lo notas, hoy estamos celebrando el Día del Medioambiente, porque representamos productos 100% biodegradables por más de 53 años. No como moda, ni siquiera como tendencia, sino como filosofía de vida.

Tengo claro que no te gusta el comunismo, pero creo que debemos ser justos planteando también los defectos de un puto sistema que nos tiene jodido a todos. Porque ya el comunismo fracasó y creo que vamos también al fracaso de este. Porque al final estamos jodidos los de siempre.

Y no sólo no me gusta el comunismo, tampoco el fascismo, el nazismo, el socialismo, los gobiernos totalitarios y los intervencionistas, el peronismo, el chavismo y las teocracias musulmanas.
Elijo para mí y los míos la democracia liberal, sistema que siempre hay que mejorar y perfeccionar, porque que es malo, sólo que los demás son infinitamente peores.
Vivo señalándole defectos. Y denunciando errores.
Ahora mismo denuncié el acto de terrorismo de quitarles cables al puente Duarte y otros puentes, así como el de derribar torres de transmisión eléctrica.
No le eche la culpa de lo que sucede en España ni en Europa a la economía de mercado.
En España, por cierto, gobernaba el PSOE, el partido de las chekas, con políticas de subsidios, dando a los españoles beneficios que la sociedad no producía, lo que llevó a España a la delicada situación económica de quiebra en que se encuentra.
Fue ese mismo partido, el PSOE, el cómplice en el fraude de Bankia.
No es un partido de la economía de mercado, Vladimir, sino del “socialismo”.
Aprende a ver el problema donde se encuentra.
Con cariño desde Rep. Dominicana,

Aquiles


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