Respuesta a Vladimir Tatis
Por Aquiles Julián
Apreciado
Vladimir
Voy a
ir comentando tu escrito, parte por parte.
Empecemos.
Solo hablas de dictaduras de izquierda
olvidándote que en la derecha también hay dictadura y que también en la derecha
hay abusos de poder. Para mi las dos opciones son totalitarias.
Como
estamos en junio del 2012, y hablé del presente ¿me podrías decir cuáles
“dictaduras de derecha” existen ahora mismo en América Latina? Actualmente
tenemos gobiernos autoritarios en Venezuela, Nicaragua y Ecuador, pero no
dictaduras. Ahora bien, hay una tiranía. Adivina, adivinador…
Hablo
de lo que existe, no de lo que existió. Al igual que tú, estoy contra toda
tiranía, contra toda dictadura, contra todo totalitarismo. No creo en
“izquierda y derecha”: creo en tiranía versus democracia; en gobierno de fuerza
versus gobierno elegido por la mayoría; en derechos civiles versus carecer de
derechos; entre leyes y constitución versus arbitrariedad y abuso
medalaganario.
Y, por
cierto, tengo muchísimos escritos que así lo confirman. Para no hablar de mi
vida, en que he vivido coherentemente. Y lo digo desde 58 años de existencia,
así que eso me da cierto nivel de credibilidad.
Pensar
en términos de “izquierda y derecha” es desfasado. Hitler y Stalin pactaron en
1939 para enseñarnos que no hay diferencias mayores entre criminales. Ambos,
por cierto, se oponían rabiosamente a la democracia liberal, que es mi opción.
Cuando
tengamos por acá “dictaduras de derecha” me oirás escribir y activar contra
ellas. He escrito contra Pinochet, contra los militares argentinos, contra el
peronismo (que, por cierto, fue el creador de la Triple A y del secuestro,
tortura y asesinato de izquierdistas en Argentina, incluyendo a la izquierda
peronista: los Montoneros), contra el trujillismo, contra el duvalierismo,
contra las masacres de indígenas en Guatemala, contra Ríos Montt, pero tú sólo
lees, parece, lo que escribo contra el castrismo. ¿No crees que te conviene
leer todo, no sólo la parte que no te conviene?
Y yo te pregunto: ¿No ha fracasado también
el sistema de mercado que tenemos? Chequea la crisis mundial y responde. No es
más justo que se distribuyan las riquezas de otras formas, más justo.
En
Europa imperaba, al igual que en los Estados Unidos, un sistema socialistoide,
el llamado Estado de Bienestar, no un sistema de libre mercado.
En ese
Estado, los gobiernos daban a los ciudadanos una serie de beneficios para
mantenerlos calmados, bajo control.
Y los
ciudadanos, como explicó el señor Juan Roig en la entrevista que reproduje, se
habituaron a niveles de vida subsidiados. En Estados Unidos está el Welfare, en
Europa tienen otros nombres. En todos, beneficios por hacer poco o nada.
El
asunto es que antes, los Estados eran ricos, tenían industrias, exportaban,
creaban riquezas. Pero a partir de que Nixon y Kissinger en los años ´70
implementaron la diplomacia del ping pong e hicieron un acuerdo con Mao Zedong
y, luego, con Den Xiaoping, dándole a China el status de “nación más
favorecida”, las factorías e industrias emigraron a China tras mano de obra
barata.
Los
Europeos, los norteamericanos, todos siguieron viviendo como pueblos ricos, que
producían bienes y servicios, pero esos bienes y servicios ahora venían con
etiqueta “Made in China”, o “Made in Corea”, como antes venían con etiquetas
“Made in Japan” o “Made in Taiwan”.
¿Cómo
entonces vivían tan boyantes? Ah, porque los gobiernos empezaron a endeudarse,
para ocultarles a sus votantes que ellos habían dejado de ser productivos y se
habían transformado en comunidades parásitas.
Como
China presume ser “comunista” ¿crees que los chinos estarán dispuestos a
producir esa “distribución de las riquezas de otras formas”, “más justas”?
Bueno, en mi opinión, no lo creo.
Hasta
donde sé los jerarcas chinos son incluso peores en sus tratos y mayores
buscadores de ventajas que los más despiadados empresarios del capitalismo.
¿Qué
sería, para ti, eso que llama “más justo”? ¿Seguir subsidiando un estilo de
vida que, como reconoce el señor Roig, está por encima del nivel de
productividad? ¿O él miente?
Millones
de puestos de trabajo emigraron de Europa y Estados Unidos y América Latina
hacia la China y la India. ¿Cómo se debe distribuir las riquezas que ese
trabajo produce, en tu opinión? Has visto el sorprendente y acelerado
desarrollo económico de China, el llamado “milagro chino”. ¿No es esa una
demostración de una “distribución de las riquezas de otras formas”?
Creo
que no estás analizando ni evaluando los hechos, sino reaccionando emotivamente
a las consecuencias que constata del abandono Europeo y norteamericano de la
producción industrial.
Revisa,
te animo, las etiquetas de origen de la mayoría de los productos disponibles en
tiendas, supermercados, ferreterías, etc., y luego dime cómo se deben
distribuir las riquezas. Porque, lo justo es que las riquezas lleguen a quienes
las producen. Por eso se van a la India y a China, y los europeos y
norteamericanos tienen que sostener con deudas estilos de vida que no están
respaldados en productividad.
Yo prefiero soñar que en cualquiera de los
sistemas políticos y/o económicos la gente que trabaja tenga una oportunidad
para vivir según su fuerza de trabajo y su esfuerzo.
En
todos los sistemas de libre empresa, no así en los dictatoriales, la gente que
trabaja tienen “una oportunidad para
vivir según su fuerza de trabajo y su esfuerzo”. ¿No es así en España? Es
así aquí.
Ahora
bien, lo primero que tiene que hacer es eso: trabajar.
Lo que
dice el señor Roig es que "a los
españoles lo que nos falta es ponernos las pilas y ponernos a trabajar. A nivel
global creo que ésa es la causa por la cual España está como está", y
te lo cito textualmente.
El
trabajo, por otra parte, Vladimir, no está determinado por lo que a ti te gusta
o te agradaría hacer: eso se llama hobbie. El trabajo está determinado por
aquella acción que genera un resultado que otra persona está dispuesta a
comprar o a pagar por ella.
El
trabajo es todo lo que genera una transacción, un intercambio.
¿A
quién le quitan la oportunidad de trabajar? A nadie. Puede que se reduzcan los
empleos, pero no las oportunidades de trabajar.
El
empleo lo que significa es que alguien, un emprendedor, requiere adquirir la
ayuda de otras personas, los empleados, para ampliar su productividad.
El
trabajo no depende de que existan o no empleos.
Lo que
sucede es que si lo que queremos es que nos empleen, entonces confundimos
empleo y trabajo. Son dos cosas distintas.
Pero
para que alguien quiera adquirir el fruto de nuestro trabajo, tenemos que
agregar un valor que lo haga lo suficientemente atractivo.
Y esto
es así, porque nuestro trabajo sale al mercado de trabajo (a la oferta), junto
a todos los demás, y los compradores (la demanda) sólo querrá aquellos que les
representen mayor valor en comparación al precio pagado.
Ahora
bien, si quieres que te paguen por hacer lo que te dé la gana o que te paguen
lo que te dé la gana, piensa si tú, que eres también un comprador de bienes y
servicios, compra lo que al otro le da la gana o pagas lo que el otro le da la
gana de cobrar, al margen de si a ti te parece justo.
Si
analizas tu conducta de compra entenderás la economía. La gente es como tú.
Busca ventajas, beneficios. Quiere lo mejor. Trata de pagar lo menos posible.
Quiere valor.
Si así
es que compras (y así es que lo haces, porque no hacerlo así es estúpido),
entonces ¿esperas que los demás no hagan lo mismo?
Y también sé que tú sabes que cuando nos
referimos al mercado, estamos hablando de sistema económico implantado, ese
mismo que quiebra bancos, que cierra empresas, que saca y mete un dinero
virtual para tumbar gobiernos, incluso uniones de estados, que deja a la gente
sin sus casas, sin educación, sin sanidad, sin trabajo, sin comida, sin
vergüenza.
Mercado,
o economía de mercado, no significa lo que tú quieras entender, significa lo
que es: consumidores. Economía de mercado significa economía regida por la
demanda, donde los compradores disponen qué productos comprar y en cuánto lo
quieren pagar.
Todos
los días tú, con tus elecciones y decisiones, mandas a quebrar empresas y
mandas a prosperar a otras. Lo que sucede, Vladimir, es que tu conducta tiene
un pequeñísimo impacto, casi no se siente. Al igual que la mía. Pero, ¿qué
sucede cuando esa conducta se transforma en la tendencia, en una corriente,
cuando es asumida por una multitud?
¿Es la
economía de mercado la que quiebra bancos? No, son los manejos fraudulentos de
los banqueros, con la complicidad de los políticos, como sucedió con Bankia,
que declaró 42 millones de euros de beneficios en el 2011 cuando tenía un hoyo
financiero de más de 40 mil millones de euros.
Es un
fraude de todo el tamaño, lo mismo que sucedió aquí con el BANINTER y el Banco
Mercantil y el Bancrédito, en el 2003.
¿Dónde
estaba la fiscalización estatal que permitió tal desafuero que tendrán que
pagar todos los españoles?
No es
la economía de mercado la que quiebra bandos ni la que cierra empresas. Son las
malas gestiones, la carencia de competitividad, el no ser capaces de ganar y
retener clientes con rentabilidad. No se puede obligar a la gente a que pague
por productos de baja calidad, o que compre marcas por obligación, o que adquiera
a precios más caros productos teniendo opciones más económicas.
Eso
sólo lo imponen los regímenes totalitarios.
Tú
haces todos los días elecciones en función de lo que crees conveniente para ti.
Tú mandas unas empresas a subsistir y otras a desaparecer. Porque tú eres el
mercado, Vladimir. Y yo. Y tu vecino. Y el tipo de enfrente. Y todos los días
tomamos decisiones de compra y consumo que afectan a unos en bien y a otros en mal.
¿Debe
el gobierno español dictar una ley por la que imponga cuotas o “libretas de
racionamiento” en beneficio de empresas, para que no cierren? ¿Cómo
reaccionarían los españoles?
Que pretende que trabajemos todo el puto
día por unos míseros centavos mientras ellos se dan la gran vida con mucho
menos esfuerzo, que nos dan la oportunidad de comprar, consumir, pero no nos
dejan tiempo para disfrutar lo que le compramos…
Esa es
la vida del empleado. Y esa vida la denuncio de manera continua, diciéndoles a
las personas que hay una mejor manera de vivir. Así es, y así se mantendrá,
porque, recuerda, el empleado es un ayudante de un productor, su empleador. El
empleado no genera riquezas, la riqueza la genera el emprendedor, el empleador.
El empleado es simplemente un colaborador del emprendedor en su tarea de crear
un valor mercadeable (es decir, comprable, vendible).
¿Están
las personas obligadas a trabajar “todo el puto día por unos míseros centavos”?
No, en modo alguno. Pueden aprender a ser productivos, a emprender, a crear
riquezas. Ah, pero es más cómodo ser empleado, aunque se rabie por trabajar
“todo el puto día por unos míseros centavos”. ¿No clamaban por “empleos” los
“indignados”? Es decir, clamaban por trabajar “todo el puto día por unos
míseros centavos” y por terminar sin “tiempo para disfrutar lo que le
compramos”.
Ahora
bien, hoy es martes 5 de junio, son las 11:30 a.m., y yo estoy en la sala de mi
casa respondiéndote, lo que significa que yo salí de esa prisión que Marx
llamó, por cierto, la “esclavitud asalariada”.
Hay
otra forma de vivir, pero hay que pagar el precio de aprenderla y emprenderla.
Si no,
tú mismo te autocondenas a trabajar “todo el puto día por unos míseros
centavos” y sin “tiempo para disfrutar”.
No te
quejes de tus elecciones. No es decente contigo mismo.
Es mentira que en la economía del mercado
tenemos derechos y libertad a elegir, a tener, a comprar, a vender… gran
mentira.
Será
mentira para ti, no para mí. ¿Quién elige por ti? ¿Quién te impide vender algo?
La única limitación que tienes para comprar es la cantidad de dinero de que
dispongas. Y el dinero siempre lo puedes producir.
La
gente, a tu alrededor, vive consumiendo. No puede hacer otra cosa.
En
Madrid, que creo que es donde vives, no se produce comida: ella es acarreada
desde los campos a las ciudades, empaquetada y colocada de forma asequible para
que tú vayas a adquirirla.
¿Cuántas
personas han puesto su trabajo para que tú comas algo? ¡Muchísima! Una
verdadera muchedumbre ha coordinado sus trabajos, han invertido tiempo de sus
vidas, para traer hasta tu mesa un producto o un servicio. ¿Has pensado en eso?
Cuando
pagas el precio de un producto, está pagando por el trabajo añadido de miles de
personas involucradas en la producción de ese bien o servicio.
Hay un
verdadero flujo de dinero alrededor tuyo, porque sin que ese dinero se mueva no
podría la población madrileña subsistir, ya que allí, en Madrid, que yo sepa no
se cultiva nada así en escala industrial (no dudo que hayan pequeños huertos).
Así que
no es que tienen derecho y libertad de elegir, tener, comprar y vender… Es que
si no lo hicieran ¡morirían! ¿Cómo se alimentarían? ¿Crees que los huevos, la
leche, los embutidos y fiambres, las carnes, los vinos, los vegetales, las
frutas, los alimentos empacados, etc., llegan a los comercios de Madrid por
arte de magia? ¿Pueden los madrileños vivir sin comprar esos bienes y
servicios?
De
nuevo, te llamo a reflexionar en tu conducta de consumo para que entiendas en
qué mundo vives. En ese mismo mundo se vive en China, en la India, en Japón y
en Mandagascar.
Es el
mundo del intercambio. Es el mundo del mercado.
No
existe otro.
Ve a los barrios. Donde montones de jóvenes
se han creído ese cuento y tú lo ves matando y atracando para poder conseguir
eso que le dicen que tienen derecho.
La
delincuencia no es de ahora. Los bandidos y atracadores han existido desde el
comienzo de la humanidad.
Hay
sólo tres maneras de obtener dinero: 1. Por la fuerza, el atraco, el despojo,
como hacía Gengis Kang, como hacían los vikingos, como hacían los cruzados,
como se ha hecho desde que el mundo es mundo. 2. Por la caridad, la mendicidad,
y hay en España toda una picaresca que toma estos temas, como el Lazarillo. 3.
Por el trabajo, creando un valor e ntercambiándolo, sea mediante trueque o por
dinero.
Esos
“montones de jóvenes” no han creído “el cuento” de trabajar y crear valor,
porque no es trabajando ni creando valor, sino delinquiendo, como quieren
obtener dinero para comprar. Ahora bien, no es tener dinero lo importante, es
aprender a producirlo.
Cualquier
persona puede tener dinero: sea por herencia, por un premio, por corrupción,
por un golpe de suerte, por la razón que sea. El asunto es que, si no sabe
producir dinero, lo más probable es que en corto o mediano plazo termine sin
dinero. Si no me crees, pregúntale a Dennis Rodman o a Mike Tyson, para no
hablar de muchos peloteros y artistas que dilapidaron fortunas.
Ninguna
riqueza sostenible se forja “matando y atracando”, sino creando valor y
comercializando. Así lo han hecho las personas más ricas del mundo, empezando
por Carlos Slims o por Bill Gates o por Steve Jobs o por cualquier otro.
¿Serías
capaz de acusarlos de “atracadores” o “asesinos”? Sé que no. Ellos son los que
deben servirte de referentes, así como deben servir de referentes a esos
loquitos que en los barrios andan delinquiendo. No he visto el primer
dominicano de Dominican Don´t Play en España que pueda ser para mí un ejemplo.
Aquí,
por el contrario, te digo que pienses en Oscar de la Renta, o en Juan Luis
Guerra, o en tantísimos dominicanos que honran al país. Si hay “montones de jóvenes” “matando y
atracando” es porque no quieren aprender
a crear valor. La prosperidad requiere pagar un precio.
O nosotros los que trabajamos horas y horas
para no llegar ni a mitad de mes.
De
nuevo, lo que haces tiene un precio en el mercado de trabajo.
La vida
no te paga según tu necesidad o tus deseos, te paga según tu capacidad.
Eso,
aunque no lo creas, es lo justo.
Un
gerente y un guardia de seguridad que trabajan en una misma empresa tienen
distinta remuneración según el valor social de su trabajo, independientemente
de que el gerente cobre y se vaya a un casino a jugarse el salario, y el
guardia no le alcance para alimentar a los diez hijos que tiene.
Esos
diez hijos son su responsabilidad, no la responsabilidad de la sociedad.
Si lo
que hace no te da lo suficiente, aprende a hacer otra cosa. Punto.
Fue lo
que yo hice.
No
espere que la vida cambie. Eso no está bajo tu control.
Cambia
tú, que eso sí está bajo tu control y posibilidad.
Puedes
quitarles a las personas más ricas todo su dinero y dárselo a las personas más
pobres y en pocos años aquellas volverán a ser igual o más ricas y las pobres
serán aún más pobres ¿Por qué?
Porque
las personas que han aprendido a producir dinero recuperarán lo perdido, pero
las pobres se echarán a la espera de que les vuelvan a dar.
Eso es
lo que sucede en nuestros barrios, que se han acostumbrado al clientelismo
político, a la fundita y otras miserias.
Es más,
aquí hay comunidades enteras de gente en plena molicie, sin cultivar la tierra
ni dar el más mínimo golpe, a la espera de que le llegue el envío de dinero
desde España y Estados Unidos.
Estamos
construyendo sociedades parásitas.
Aquiles, tú mismo planteas con los
productos amway un sistema económico diferente. Y lo propone criticando a la
economía del mercado.
Y es
inexacto eso que dices. No es criticando la economía de mercado, sino
criticando el modelo industrial centrado en el empleo.
Ese
viejo modelo, centrado en el sueldo y la
subordinación, está en bancarrota. Cada vez habrá menor “curro”, para decirlo
en la jerga madrileña. Y no sólo menor, sino peor, pues será en actividades de
servicio de bajísimo valor agregado.
Frente
al capitalismo competitivo existe otro modelo, el capitalismo solidario,
centrado en hacer equipo y en servir a la sociedad y a nuestra comunidad.
Por
eso, si lo notas, hoy estamos celebrando el Día del Medioambiente, porque
representamos productos 100% biodegradables por más de 53 años. No como moda,
ni siquiera como tendencia, sino como filosofía de vida.
Tengo claro que no te gusta el comunismo,
pero creo que debemos ser justos planteando también los defectos de un puto
sistema que nos tiene jodido a todos. Porque ya el comunismo fracasó y creo que
vamos también al fracaso de este. Porque al final estamos jodidos los de
siempre.
Y no
sólo no me gusta el comunismo, tampoco el fascismo, el nazismo, el socialismo,
los gobiernos totalitarios y los intervencionistas, el peronismo, el chavismo y
las teocracias musulmanas.
Elijo
para mí y los míos la democracia liberal, sistema que siempre hay que mejorar y
perfeccionar, porque que es malo, sólo que los demás son infinitamente peores.
Vivo
señalándole defectos. Y denunciando errores.
Ahora
mismo denuncié el acto de terrorismo de quitarles cables al puente Duarte y
otros puentes, así como el de derribar torres de transmisión eléctrica.
No le
eche la culpa de lo que sucede en España ni en Europa a la economía de mercado.
En
España, por cierto, gobernaba el PSOE, el partido de las chekas, con políticas
de subsidios, dando a los españoles beneficios que la sociedad no producía, lo
que llevó a España a la delicada situación económica de quiebra en que se
encuentra.
Fue ese
mismo partido, el PSOE, el cómplice en el fraude de Bankia.
No es
un partido de la economía de mercado, Vladimir, sino del “socialismo”.
Aprende
a ver el problema donde se encuentra.
Con
cariño desde Rep. Dominicana,
Aquiles
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