LA EDUCACIÓN EN EL SIGLO XXI
Es más
que obvio que, con la emersión de Internet y su peso cada vez mayor, los
modelos y procedimientos educativos tradicionales han quedado más que obsoletos.
La
televisión por cable, el video y la Internet suponen toda una revolución en
recursos y medios educativos, propicios para la autoeducación.
Ya el
maestro no es el almacén de la información, pues ella está disponible
gratuitamente y de forma muy asequible en la red.
No es
lo mismo ver una lámina de una ballena en un libro que ver un reportaje sobre
las ballenas en Discovery.
O leer
sobre una batalla que ver las imágenes grabadas en tiempo real de esas
batallas, ver y oír a sus protagonistas opinar, etc.
Recuerdo
una serie sobre la guerra de los Balcanes, el conflicto en la ex-Yugoslavia.
Ningún libro, ningún ensayo, ningún artículo podría ser más descriptivo, rico e
ilustrativo que esa selección de declaraciones y hechos presentados
cronológicamente.
Vivimos
un tiempo radicalmente distinto al pasado.
Pero
tenemos una educación que se aferra a métodos inútiles y obsoletos.
E
intereses porque se mantengan los viejos procedimientos.
¿Puede
un maestro dominicano competir con Wikipedia?
Hay que
reformar la institución, sus propósitos, métodos y recursos, actualizándolos y
produciendo un aggionamiento , una puesta al día.
El
modelo actual, que produce un hecho tan lastimoso como el que el 90% de los
estudiantes universitarios no concluyan sus carreras, tiene que revisarse a
fondo y corregirse radicalmente.
No
funciona.
No es
útil.
Es un
desperdicio de dinero, le asignen el 4%, el 8% y el 100%.
El
modelo no sirve.
No
funciona ni beneficia a nadie, salvo a un grupito de mediocres que lucra y parasita
en el Estado o el aparato burocrático de Educación.
Esa es
la realidad.
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