miércoles, 19 de septiembre de 2012

DIEZ RAZONES POR LAS QUE VARGAS LLOSA SE EQUIVOCA SOBRE LA LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS


SEGÚN VARGAS LLOSA LEGALIZAR LAS DROGAS ES LO QUE PERMITIRÁ ACABAR CON EL NARCOTRÁFICO. ¿HABRÁ PENSADO EL DISPARATE QUE ESTÁ DICIENDO?
Las drogas, todas sin excepción, las pueden legalizar hoy mismo, pero eso no acabará con el narcotráfico por varias razones.
Primero, porque toda legalización implica normas, reglas, leyes, impuestos, controles, y el narcotráfico trabajaría saltándose esas normas, reglas, leyes, impuestos y controles. Ya lo ha hecho, y seguirá haciéndolo.
Segundo, porque de seguro reglamentarán que los menores de edad no puedan comprarla ni consumirla, y los narcos seguirán enganchando a preadolescentes, que es donde ellos forman los nuevos adictos.
Tercero, porque en los adictos se eleva el umbral de efecto: necesitan mayor cantidad o un producto más intenso, para lograr el mismo efecto que antes se lograba con una cantidad menor o un producto menos potente. Y los narcos siempre inventarán y desarrollarán un producto más potente.
Cuarto, porque, además, los adictos son dados a experimentar y probar drogas mas fuertes, así que los narcos podrán ofrecer drogas más potentes que las que se aprueben distribuir por las vías legales.
Quinto, porque la legalización implica que la persona se dé a conocer como tecata, mientras que los narcos hacen sus negocios de forma disimulada, y muchos querrán mantener su anonimato.
Sexto, porque mientras las drogas legales pagan impuestos y gastos de comercialización, las drogas ilegales no, por lo cual pueden competir en precio.
Séptimo, porque las drogas se distribuyen mediante el contrabando, mientras que las legales tendrían que pagar aranceles.
Octavo, porque empleados, burócratas, etc., distraerían parte de las drogas que se asignan al mercado legal para comercializarlas en beneficio propio por la izquierda.
Noveno, porque los cárteles y los microtraficantes no se esfumarán para dejar que las multinacionales del vicio o las farmacias les arrebaten su modo de ganar dinero.
Décimo, porque si los gobiernos han sido incapaces de controlar el narcotráfico, lo seguirán siendo si las drogas las legalizan y les darán a la gente la idea de que toda esa represión del narcotráfico no era más que un interés de los gobiernos por proteger los intereses de las grandes corporaciones en desmedro de los narcos que serán ahora "emprendedores" de negocio injustamente reprimidos por el Estado.
Nada de esto lo ha pensado Mario Vargas Llosa.
Su idea de que la legalización pura y simple de las drogas resolvería el problema de la violencia del narcotráfico es un disparate igualmente porque esa violencia surge de la ambición por controlar el negocio y desplazar a la competencia.
Es puro primitivismo, ley de la selva.
En la época de las pequeñas bandas de cazadores y recolectores, las tribus más violentas y numerosas echaban a las más débiles y pequeñas de las zonas de caza, de agua y de frutos.
Fue así, huyéndole a tribus más grandes y feroces, que los humanos terminamos viviendo en lugares inhóspitos como los polos, el desierto, las marismas y las altas montañas.
No fue por gusto que fuimos a habitar esos lugares yermos o de condiciones climáticas terribles. Fue huyéndole a los más poderosos.
Igual sucedió con los Taínos, que habitaron nuestra isla. Huían de los Caribes, dados a almorzarse a los más pacíficos taínos.
Así fue que se arriesgaron, sin brújulas, sin sextantes, a la mar y poblaron estas islas de Las Antillas.
No fue por espíritu aventurero. Era por miedo a terminar en la paila.
Así son los narcos. No respetan nada. Para ellos no hay leyes, normas, reglas ni principios.
Sólo la fuerza brutal.
Los narcos, que tienen un estilo de vida fundado en violar la ley y no respetar norma alguna, y que se sentirán victoriosos porque impusieron la legalización de las drogas no van a cerrar sus laboratorios ni a eliminar sus cultivos.
Los microtraficantes que viven de vender las drogas no van a cerrar sus puntos de droga para buscarse un empleo de salario mínimo.
Se iniciaría una guerra por el negocio entre las bandas de narcotraficantes y el Estado.
Y ya sabemos que el Estado admitió haber perdido esa guerra. ¿Ahora la ganaría? Los narcos operan sin reglas, leyes, principios, valores o normas
Y el Estado está obligado a actuar dentro de las restricciones de la Constitución, las leyes y los tratados internacionales.
El Estado tiene todas las de perder.
Vargas Llosa o es ingenuo o es parte de la ofensiva de opinión pública montada por las grandes corporaciones para convencer a los ciudadanos de que legalizar las drogas es positivo.
Y por ser quien es, en mi opinión es más lo segundo que lo primero.
El asunto es que ahí le dejó diez razones por las que la legalización de las drogas no eliminará el narcotráfico.
De hecho, lo ampliará.
Veremos a ver quién tiene la razón, como el programa de TV.

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