MÁS DISPARATES AL ROJO VIVO TRUJILLISTA.
Por Aquiles Julián
Hay otros disparates que airea Ricardo Rojas y que son
útiles explicitar, porque son parte de una estrategia discursiva trujillista
para condicionar mentes y promover la aceptación de la posibilidad de
reinstalación del trujillismo.
Veamos:
DISPARATE # 1: “No vivi la era
de Trujillo”
Ricardo Rojas nació, según su perfil, en marzo de 1955
y según el mismo perfil se graduó en la Escuela de Leyes de la Universidad
Tecnológica de Santiago, UTESA, de abogado. El “no viví la era de Trujillo” es
relativo. Estuvo vivo, aunque no consciente, de los últimos 6 años de la
tiranía. Y si pudo no sufrir aquel régimen él, Ricardo, y yo y el resto de los
dominicanos se lo debemos, aunque él, Ricardo, no lo agradezca, al acto viril y
patriótico de los héroes del 30 de Mayo.
Parece ser que a Ricardo le quedó la nostalgia de
experimentar en persona El 9, La 40, el SIM, los calieses, los “cepillos”, una
vida chata y sin esperanzas de un país sometido a los caprichos y abusos de un
patán.
Allá él con sus nostalgias y sus gustos.
Pero sí vivió los últimos años del trujillismo. ¿Qué
no se dio cuenta? Bien, le digo una más: si pudo viajar y residir en los
Estados Unidos fue gracias a la acción heroica de los valientes del 30 de Mayo,
porque en el trujillismo sólo salían los cómplices y serviles a Trujillo y los
que no, sabían la suerte que correrían sus familiares si movían un paso en
falso, además de que el aparato de caliesaje trujillista, disfrazado de “cuerpo
diplomático”, informaría sobre sus andanzas.
Él no tuvo que marchar en los desfiles trujillistas,
no tuvo que callarse por temor, no tuvo que vivir toda la infamia y la
abyección de aquella “Era”, porque hubo quienes pusieron la sangre y los
sacrificios para que él no experimentara aquello.
Eso él no lo agradece. Yo sí.
DISPARATE # 2: “Creo
que Trujillo en su momento fue lo que el país necesito'.”
Esto es un disparate determinista. Si él aplica la
misma lógica, entonces lo que el país necesitó el 30 de mayo de 1961 era que
eliminaran a Trujillo. Trujillo se impuso por la fuerza, mediante un golpe de
Estado a su “papá” Horacio Vásquez, al que juraba lealtad perruna. Y luego
mediante el terror político con La 42 y La Lechuza. Nunca ganó unas elecciones.
No fue nunca presidente electo. Impuso por el terror y la fuerza una dictadura.
¿Era eso lo que el país necesitaba? ¡En forma alguna! Las cosas no ocurren como
“necesidad”: eso es determinismo histórico. Las cosas ocurren por una
combinación de factores diversos. Si uno de los que acompañaban a Desiderio
Arias le hubiese descerrajado un tiro a Trujillo en aquella reunión en que fue
a pavonearse con el viejo rebusero que no tenía idea de la clase de bandido que
había ayudado a encaramar ¿eso indicaba que no era lo que el país necesitaba?
Yo sé lo que el país necesitaba: necesitábamos ese tiro que no se propinó.
DISPARATE # 3: “Hoy
mueren mas gente que en la era de Trujillo”
Si somos más dominicanos, es lógico que deban morir
más personas. El asunto es, Rojas, ¿de qué mueren? ¿Cuántas por torturas?
¿Cuántas en El 9? ¿Cuántas en La 40? ¿Cuántas desaparecidas por el gobierno?
¿Cuántas mandadas a matar en otros países? ¿Cuántas secuestradas en Estados
Unidos y traídas al país para eliminarlas? Y estoy claro que todavía persisten
prácticas y formas de pensar trujillistas en las fuerzas armadas y en la
policía que las hacen incurrir en inconductas abominables. Ese es un
razonamiento infantil, propio de gente que no piensa ni discierne.
DISPARATE # 4: “Para
mafia peledeista un regimen trujillista.”
Miren que perla esta. Para algo malo, mejor algo peor.
Debido a las prácticas trujillistas (leíste bien, Rojas: “prácticas
trujillistas”) exhibidas por el peledeísmo en el poder, como el abuso del
patrimonio público, el peculado, las demostraciones de enriquecimiento al
vapor, el uso de los bienes públicos como fuente de lucro, el nepotismo y otras
inconductas aberrantes, lo recomendable es retrotraer al país a la fuente
(¿leíste Rojas? La fuente, el origen), de esas prácticas desleznables: la
tiranía trujillista. Busquen una sola inconducta peledeísta, perredeísta o
reformista que no tenga su origen en el trujillismo. No la encontrarán.
Simplemente, el PRSC, el PRD y el PLD han repetido desde el gobierno las
barbaridades de los 31 años del trujillismo que, por cierto, ha gobernado con
ellos, “Frente Patriótico” o “Alianza Rosada” incluido.
La solución de Rojas es, frente a un paciente enfermo,
el terminarlo de rematar. ¡Qué cachaza!
DISPARATE # 5: “Si hubiesen logrado
matarlo a los pocos años de ser presidente a lo mejor lo vieran hoy como un
gran hombre, un mártir que sacrificó su vida por la democracia.”
Imagínense, Rojas habla de Trujillo. Eso es resultado
de una crasa ignorancia. Trujillo y su familia fueron delincuentes comunes en
San Cristobal: la “Pandilla de Pepito”. Se plegó como un criminal a sueldo a
los norteamericanos para perseguir, torturar, matar y despojar a los campesinos
dominicanos que resistían que les quitaran sus tierras para transferirlas a los
ingenios azucareros norteamericanos en el Este. Ahí, a esas prácticas serviles
sumó otras: extorsión, chantaje, secuestro, violación… que les fueron
permitidas por sus amos. Participó en correrías con sicópatas del U.S. Marines
Corp., como los capitanes Charles Merkel y Charles R. Buckalew. Luego,
maniobró, a la salida de los norteamericanos, para escalar en la Policía
Nacional, que fue lo que los norteamericanos dejaron y de la que Trujillo era
oficial. Se mostró servil y obsequioso con Horacio Vásquez y su esposa, Trina
de Moya, a la que llamaba “mamá”, llevándole regalos y jurándole lealtad eterna
(traidor como era, simplemente a la espera de morder la mano del inepto
Vásquez). Cuando se sintió suficientemente fuerte, montó el teatro de aquella
“Revolución del 23 de febrero de 1930” en que tantos cayeron creyendo que
podían manipular a Trujillo, como el pico de oro Rafael Estrella Ureña. Y
luego, mediante el terror y a balazos limpios arrebató el poder. ¿De qué mártir
habla Rojas? Su ignorancia lo delata.
DISPARATE # 6: “Nací libre, he
vivido mi vida libre, por eso no hago nada malo para que no vallan y me
tranquen”
¿Y quién le dijo a Rojas que nació libre? Nació en una
tiranía, el marzo de 1955. Si pudo vivir libre es gracias a la acción generosa
de los héroes del 30 de Mayo, mismos que él desconoce. Ahora, lo simpático es
eso de que “no hago nada malo para que no vallan y me tranquen” (sic), porque
exaltar el trujillismo y promover una nueva tiranía en el país es violar la
ley, es hacer algo malo, bien malo. ¿Acaso él, que es abogado, no lo sabe?
DISPARATE # 7: “Odio
la mentira igual que Drácula le teme a una cruz, según la leyenda”
¿Entonces, por qué repite mentiras? ¿Por qué
disparatea tanto? El odio a la mentira tiene un significado: odiar el
trujillismo, odiar la corrupción, odiar el crimen, odiar el abuso, odiar el latrocinio,
odiar la tortura. Exactamente lo que él no odia, sino que parece que ama.
Vivir en el error y alardear del error, por ignorancia
o por maldad, es lamentable.
Con eso queda Rojas más que en evidencia.
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