ACCIONES QUE DELATAN EL CARÁCTER DELICTIVO DE TELEXFREE
Por Aquiles Julián
Al revisar las notas del proceso que sigue en Las Vegas del Tribunal de Quiebras del Distrito de Nevada (US Bankruptcy Court) sobre la petición de los propietarios de TELEXFREE de acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras que suspendería cualquier acción punitiva en su contra de sus acreedores para para compañía reestructurar sus deudas (renegociarlas) y recuperarse, emerge la estrategia de timo montada con la asesoría de sus abogados por Merrill, Wanzeler y sus compinches.
Para empezar, James M. Merrill fue reemplazado de su posición como presidente de TelexFree y Carlos Wanzeler de su posición como vicepresidente.
En su lugar, fueron contratados dos ejecutivos externos, Stuart McMillan, quien asumió la Dirección Ejecutiva provisional de TelexFree, reemplazando a James M. Merrill, y luego al Jefe de de Reestructuración, William Runge, funcionario de la oficina Alvarez & Marshal contratado para esos fines, tras ser entrevistado por Merrill, Wanzeler y McMillan, tras ser contactado para el puesto por los abogados de TelexFree.
Tanto McMillan como Runge alegan desconocer todo lo que ocurrió en TelexFree antes de su contratación y, por consiguiente, no ser responsable por ello (lo cual es parcialmente cierto, porque en el fondo saben que participan de un esquema defraudatorio como parte de una estrategia de timo. No son inocentes).
No niegan lo ocurrido. Simplemente se desvinculan y admiten que era inviable el plan que TelexFree había montado para apropiarse de los recursos de cientos de miles de personas, a los que antes llamaban "promotores" y se les pagaba por "colocar anuncios en la Internet", y hoy se les llama "representantes de ventas" que tienen que vender el sistema VoIP 99TelexFree de llamadas (lo mismo que Skype, pero pagando).
El asunto es que Merrill, Wanzeler, Joe Craft, su jefe de Finanzas, y demás compinches se apropiaron de cientos de millones de dólares, se estima sobre un billón de dólares en el 2013, y se estima que el monto de la estafa total puede rondar los US$5,000 millones de dólares, una verdadera fortuna, con promesas imposibles de cumplir de brindar un retorno espectacular al dinero que sus "promotores" invirtieran.
¿Qué hicieron con el dinero? Se sabe ya que se premiaron a sí mismos con millones de dólares, pero además, "prestaron" a distintas compañías vinculadas como TelexElectric y TelexMobile millones de dólares. Y luego de adueñarse de todo ese dinero, corriendo a buscar que se les aceptara acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.
Peor aún, declarando que sólo les debían a 30 personas (algunas de ellas vinculadas a ellos, como la primera de la lista, esposa de Carlos Costa, su socio brasileño), desconociendo la deuda y los derechos de las más de 700,000 personas que en los Estados Unidos, Rep. Dominicana y otros países de América Latina, España y otras naciones de Europa y Ruanda, Uganda y otras naciones africanas, fueron animadas con la promesa de un retorno de un 200% a colocar dinero en TelexFree.
Es difícil que el Tribunal de Quiebras acoja la petición de estos pillos. En Las Vegas, TelexFree apenas tiene una casilla de correo, no una empresa constituida. El único lugar de Estados Unidos donde tenían un lugar físico, dos pequeñas oficinas rentadas (aunque vendían la idea de ser propietarios del edificio) es en Marlborough, Massachusetts, donde el Secretario de Estado William Galvin por un lado, y la Securities and Exchange Comission, SEC, por el otro, tienen demandas civiles por estafa, lavado de activos y otros delitos, y han solicitado formalmente al Tribunal de Quiebras que se desapodere del caso y el mismo sea transferido a Massachusetts, estado en que numerosos miembros de la comunidad inmigrante brasileña y dominicana fueran estafados con más de US$90 millones de dólares.
Sólo el hecho de contratar oficinas de abogados habituadas a representar timadores y maniobrar incidentando y dificultando el proceso los delata.
James M. Merrill, Carlos Wanzeler, Joe Craft, Steve Labriola y sus cómplices intentan obtener un endoso judicial a su timo, que se falle en su favor y en perjuicio de más de 700,000 personas despojadas y abusadas por ellos, y cometer el crimen perfecto.
Sólo que el juez August Landis no es ningún estúpido.
Quien tiene que juzgar de forma habitual peticiones de quiebras y lidiar con timadores que quieren disfrazar y encubrir sus dolos, queda más que claro de que se trató de un montaje criminal, no fue ni siquiera un error cometido de buena fe por administradores inexpertos.
Sólo la elección de oficinas de abogados los delata.
No hay manera que escapen a su responsabilidad civil y penal por la estafa.
http://www.ponzitracker.com/main/2014/5/2/live-blogging-the-telexfree-bankruptcy-hearing.html
Al revisar las notas del proceso que sigue en Las Vegas del Tribunal de Quiebras del Distrito de Nevada (US Bankruptcy Court) sobre la petición de los propietarios de TELEXFREE de acogerse al Capítulo 11 de la Ley de Quiebras que suspendería cualquier acción punitiva en su contra de sus acreedores para para compañía reestructurar sus deudas (renegociarlas) y recuperarse, emerge la estrategia de timo montada con la asesoría de sus abogados por Merrill, Wanzeler y sus compinches.
Para empezar, James M. Merrill fue reemplazado de su posición como presidente de TelexFree y Carlos Wanzeler de su posición como vicepresidente.
En su lugar, fueron contratados dos ejecutivos externos, Stuart McMillan, quien asumió la Dirección Ejecutiva provisional de TelexFree, reemplazando a James M. Merrill, y luego al Jefe de de Reestructuración, William Runge, funcionario de la oficina Alvarez & Marshal contratado para esos fines, tras ser entrevistado por Merrill, Wanzeler y McMillan, tras ser contactado para el puesto por los abogados de TelexFree.
Tanto McMillan como Runge alegan desconocer todo lo que ocurrió en TelexFree antes de su contratación y, por consiguiente, no ser responsable por ello (lo cual es parcialmente cierto, porque en el fondo saben que participan de un esquema defraudatorio como parte de una estrategia de timo. No son inocentes).
No niegan lo ocurrido. Simplemente se desvinculan y admiten que era inviable el plan que TelexFree había montado para apropiarse de los recursos de cientos de miles de personas, a los que antes llamaban "promotores" y se les pagaba por "colocar anuncios en la Internet", y hoy se les llama "representantes de ventas" que tienen que vender el sistema VoIP 99TelexFree de llamadas (lo mismo que Skype, pero pagando).
El asunto es que Merrill, Wanzeler, Joe Craft, su jefe de Finanzas, y demás compinches se apropiaron de cientos de millones de dólares, se estima sobre un billón de dólares en el 2013, y se estima que el monto de la estafa total puede rondar los US$5,000 millones de dólares, una verdadera fortuna, con promesas imposibles de cumplir de brindar un retorno espectacular al dinero que sus "promotores" invirtieran.
¿Qué hicieron con el dinero? Se sabe ya que se premiaron a sí mismos con millones de dólares, pero además, "prestaron" a distintas compañías vinculadas como TelexElectric y TelexMobile millones de dólares. Y luego de adueñarse de todo ese dinero, corriendo a buscar que se les aceptara acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.
Peor aún, declarando que sólo les debían a 30 personas (algunas de ellas vinculadas a ellos, como la primera de la lista, esposa de Carlos Costa, su socio brasileño), desconociendo la deuda y los derechos de las más de 700,000 personas que en los Estados Unidos, Rep. Dominicana y otros países de América Latina, España y otras naciones de Europa y Ruanda, Uganda y otras naciones africanas, fueron animadas con la promesa de un retorno de un 200% a colocar dinero en TelexFree.
Es difícil que el Tribunal de Quiebras acoja la petición de estos pillos. En Las Vegas, TelexFree apenas tiene una casilla de correo, no una empresa constituida. El único lugar de Estados Unidos donde tenían un lugar físico, dos pequeñas oficinas rentadas (aunque vendían la idea de ser propietarios del edificio) es en Marlborough, Massachusetts, donde el Secretario de Estado William Galvin por un lado, y la Securities and Exchange Comission, SEC, por el otro, tienen demandas civiles por estafa, lavado de activos y otros delitos, y han solicitado formalmente al Tribunal de Quiebras que se desapodere del caso y el mismo sea transferido a Massachusetts, estado en que numerosos miembros de la comunidad inmigrante brasileña y dominicana fueran estafados con más de US$90 millones de dólares.
Sólo el hecho de contratar oficinas de abogados habituadas a representar timadores y maniobrar incidentando y dificultando el proceso los delata.
James M. Merrill, Carlos Wanzeler, Joe Craft, Steve Labriola y sus cómplices intentan obtener un endoso judicial a su timo, que se falle en su favor y en perjuicio de más de 700,000 personas despojadas y abusadas por ellos, y cometer el crimen perfecto.
Sólo que el juez August Landis no es ningún estúpido.
Quien tiene que juzgar de forma habitual peticiones de quiebras y lidiar con timadores que quieren disfrazar y encubrir sus dolos, queda más que claro de que se trató de un montaje criminal, no fue ni siquiera un error cometido de buena fe por administradores inexpertos.
Sólo la elección de oficinas de abogados los delata.
No hay manera que escapen a su responsabilidad civil y penal por la estafa.
http://www.ponzitracker.com/main/2014/5/2/live-blogging-the-telexfree-bankruptcy-hearing.html
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