UNA FÁBULA DE JEAN DE LA FONTAINE, PARA LOS "INCAUTOS" QUE HACEN CAUSA COMÚN CON EL CLAN ANGELITA

UNA FÁBULA DE JEAN DE LA FONTAINE, PARA LOS "INCAUTOS" QUE HACEN CAUSA COMÚN CON EL CLAN ANGELITA.

La incapacidad para pensar, algo que no se enseña en las "escuelas" dominicanas, que crea individuos ajenos al discernimiento crítico, fáciles de manipular, crédulos y amigos de repetir opiniones sin cruzarlas, verificarlas y validarlas, se evidencia de manera explícita en FB.

Aquí cada quien se destapa y demuestra cuál es su nivel de capacidad de razonar y analizar, de discernir y llegar a conclusiones sensatas.

Y realmente lo que uno ve espanta, "horripila y mete miedo de verdad", como en aquella canción del Ratoncito Miguel.

Que gente que uno sabe que no son paniaguados del Clan Angelita ni bocinas pagadas sean tan fácilmente engañados por el aparato mediático de la Fundación Trujillo, que tiene a un puñado de "interactivos" que emplean distintos nicks para alabar a Trujillo y plantar desinformación, en una operación de guerra psicológica empleando las redes sociales para vendernos el trujillismo como opción, que gente, repito, que sé que no son parte de ese tinglado infame se presten a hacerles el juego al Clan Angelita me preocupa.

Que un leguleyo hable de "inconstitucionalidad" de una ley que data de 1962 y que fue validada por sentencia hace poco, sirviéndole al Clan Angelita y sus perversos designios y que existan quienes lo amplifiquen y justifiquen, entre ellos un conocido ladrón, por cierto, tiene que alarmarnos.

¿Hasta ese grado de derrumbe moral y cívico hemos llegado?

Les comparto esta fábula de Jean de La Fontaine.

Los zorros tienen mejor juicio que nosotros mismos, por lo que veo:

EL LEÓN ENFERMO Y EL ZORRO

Estaba enfermo en su antro el rey de los animales y mandó hacer pregón a todos sus vasallos para que cada especie enviase una embajada a visitarle, con el bien entendido de que serían bien tratados, tanto los mensajeros, como la gente de su séquito, a fe de León.

El edicto del príncipe recibió exacto cumplimiento, cada especie de animales le envió mensajeros; pero los zorros no se movieron, y uno de ellos explico el motivo.

“Las huellas señaladas en el camino de los que van a rendir homenaje al enfermo, todas sin exceptuar una, están en dirección de su caverna. No hay ninguna que indique regreso. Esto da qué pensar. Dispénsenos su majestad: muchas gracias le damos por su salvoconducto; no le ponemos tacha, pero en el antro real vemos muy bien la entrada, pero no la salida.”

La entrada a la reinstalación del trujillismo en el poder que busca el Clan Angelita a través de la Fundación Chapitas se ve muy bien en la entrada ¿necesitaremos otros 31 años de abusos inenarrables, crímenes y envilecimiento para encontrar la salida?