¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIR Y TRATAR LA
CHIKUNGUNYA?
El virus de la fiebre artrítica Chikungunya se ha
esparcido por 30 de las 32 provincias del país. Vivimos una pandemia que está
arrojando víctimas fatales.
El infectólogo, Dr. Clemente Terrero, pronosticó que 7
millones de dominicanos; es decir, un 70% de la población, padecerá la
enfermedad.
Peor aún, el Dr. Roberto Castro, del Ministerio de
Salud Pública de Costa Rica hizo saber a la prensa de su país que: “"No hay inmunidad para este virus. Es un virus que muta tanto, que se cree que las
personas que ya lo tuvieron no quedan inmunes. No hay vacuna, la única vacuna
es eliminar todo posible criadero para que los mosquitos no puedan
reproducirse".
Si
su mutagenicidad es alta, como sucede con el virus de la gripe, siempre
estaremos expuesto a recaer porque será una cepa nueva, para la que no estamos
inmunizados.
¿Qué
podemos hacer para prevenir y/o reducir el impacto de la Chikungunya en nuestra
salud y en la de nuestra familia?
EL PROBLEMA SON LAS
SECUELAS
El
virus de la Chikungunya ataca distintos
órganos y funciones, importantísimos todos. El virus se ensaña particularmente
con:
- El organismo (fiebre, debilidad)
- La cabeza (cefaleas, dolores de cabeza)
- El aparato digestivo (náuseas, vómitos)
- Las articulaciones y tendones
(inflamación)
- La piel (eritremas, salpullidos)
- Los ojos (conjuntivitis y hemorragias
oculares)
- Los músculos (postrantes dolores
musculares)
- La espalda (dolores)
- El hígado
- La energía y el ánimo (depresión y
decaimiento general)
Pero si la etapa de crisis
es relativamente corta: el virus se manifiesta a los 4 a 7 días del contagio y
dura unos 12 días en superarse, sus secuelas entrañan perjuicios prolongados,
pues tanto las manos como los tobillos son particularmente afectados y la vida
laboral y profesional, incluso la movilidad de la persona, pueden verse
seriamente perjudicadas. Y si quien lo padece depende de su trabajo
independiente para sostener a su familia, la cosa puede resultar grave.
Además, la Chikungunya suele
ser muy peligrosa en diabéticos, hipertensos, personas con condición médica
delicada, ancianos y niños. Y, agrego yo, con organismos de defensas
deprimidas, malnutridos.
Las secuelas de la
Chikungunya pueden durar años.
LA CHIKUNGUNYA EN ESENCIA
La Artritis epidémica
Chikungunya es un virus que se registró por primera vez en Tanzania, África, en
1952.
El término Chikungunya
proviene precisamente del makinde, lengua étnica de Tanzania y Mozambique, y
significa “retorcerse”, por el dolor que provoca en las articulaciones
inflamadas.
El vector o agente de
infección son los mosquitos Aedes, tanto el Aedes Aegypti, el mosquito que
propaga el dengue, como el Aedes Albopictus.
Cuando un mosquito pica a
una persona enferma con la Chikungunya se infecta del virus y luego, cuando
pica a otra persona sana, inocula en esta el virus.
El virus de la fiebre
Chikungunya es un virus ARN el género alfavirus, de la familia Togaviridae.
Entre 4 y 8 días después de
la picadura de un mosquito infectado la enfermedad se manifiesta. La persona
experimenta la aparición súbita de fiebre, acompañada de dolores articulares,
cefaleas, dolores musculares, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas.
Aunque el período de
malestar y gravedad suele ser corto, en algunos casos los dolores en las
articulaciones pueden durar meses e incluso años. También se han reportado
casos de complicaciones oculares, neurológicas, cardíacas y gastrointestinales.
Los mosquitos aedes que la
transmiten suelen picar durante todo el período diurno, sobre todo al principio
de la mañana y al final de la tarde.
Ambas especies pican sobre
todo al aire libre, aunque la Aede
Aegypti también puede hacerlo en interiores.
En el continente americano
la enfermedad se detectó por vez primera en diciembre del 2013 en la parte
francesa de la isla caribeña de San Martín. Desde entonces se ha propagado a
casi todas las islas del Caribe, incluyendo Cuba, así como a América Central,
la zona Sur de América del Norte y también los países caribeños de América del
Sur.
PREVENCIÓN
EXTERNA Y SOBRE TODO PREVENCIÓN INTERNA
La prevención externa es importante. Necesitamos
eliminar los criaderos de mosquitos, todos los lugares y recipientes en que se
pueda acumular agua que conduzca y facilite la reproducción de larvas de
mosquitos.
Por igual, necesitamos fumigar y matar el mayor número
posible de mosquitos adultos.
También es importante el uso de larvicidas. Y que
usemos repelentes. Y ropa que reduzca la posibilidad de ser picados.
Ahora bien, hay condiciones de nuestro medio que hacen
precarias estas medidas.
Señalemos, entre estas, las siguientes:
1. Deficiente sistema de alcantarillado pluvial y
sanitario
2. La cantidad de solares baldíos donde hay basura que
sirve de criadero
3. La cantidad de cañadas insalubres existentes
4. El hecho de que tenemos deficiencias en el acueducto
que obliga a las familias a conservar agua en envases para las tareas
domésticas
5. La existencias de baches, hoyos, etc. en las calles,
que conservan agua durante días.
6. La cantidad de basura que se acumula y que sirven de
criadero.
7. La falta de cultura sanitaria de la población y el
habituarse a ver las larvas de mosquitos como algo normal.
Es
importante que las autoridades de Salud Pública y las municipales jueguen su rol.
Y por igual que los ciudadanos contribuyamos a eliminar criaderos.
Ahora
bien, la prevención más importante es elevar nuestro nivel inmunológico, elevar
nuestras defensas.
Nuestros
organismos fueron creados para lidiar con virus, bacterias, hongos y levaduras.
Ahora
bien, nuestro sistema inmunológico requiere nutrientes que lo fortalezcan. Y
además, necesitamos reducir la exposición a contaminantes químicos, a
pesticidas y otras sustancias tóxicas y dañinas que deprimen nuestras defensas.
Podemos
reforzar nuestro sistema inmunológico para que evite que el virus prospere y
nos postre, o para que sus efectos sean menos dañosos y sean más leves,
facilitando nuestra recuperación.
El
tomar fármacos para eliminar ciertos síntomas como las fiebres o los dolores,
tal como el acetaminofén, en nada fortalecen nuestro sistema inmunológico,
único en capacidad de enfrentar y controlar al virus.
Es
importante reforzar y potenciar nuestras defensas. Es lo único que nos ayudará
a encarar inteligentemente este virus que asola actualmente al país.
Tenemos
un recurso: el Chikunkit preventivo contra la Chikungunya. Funciona. Es útil.
Vale la pena utilizarlo para blindarnos o reducir los efectos de esta amenaza a
nuestra salud y bienestar.
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